viernes, 13 de julio de 2018

Banksy vuelve a cargar las tintas

Reconozco que hay una figura del arte contemporáneo que me fascina: Banksy. Fui a Amsterdam solo para ver una de sus exposiciones en el Moco Museum, coincidente con otra de Dalí. Las obras de este misterioso artista son un puñetazo directo al hígado. No sé si lo saben, pero Banksy no suele exponer en salas de arte al uso y no se le conoce su rostro. Todo en él es misterio. Prefiere la calle, el aerosol y la técnica del estarcido para dejar al espectador con un extraño sabor agridulce. París desde finales de junio coincidiendo con el día mundial de los refugiados está en el punto de mira del creador, que ha convertido muros y mobiliario urbano de París en el altavoz de sus mensajes hipercríticos hacia los políticos.
De Banksy se sabe que es británico y poco más. Ha elegido los barrios parisinos en los que la inmigración es más fuerte, concretamente los distritos XVIII y XIX en el norte, donde ha colocado sus obras de arte. La más impactante es una reinterpretación del cuadro Napoleón cruzando los Alpes de Jacques-Louis David. Ahora Napoleón luce una sábana que le tapa el cuerpo y lo presenta como un líder que no sabe dónde va. Ha pintado esta obra en la fachada de unas viviendas sociales. Concentra todos los problemas que vive el país: la extrema derecha, la inmigración, la islanofobia. Los vecinos incluso pensaron que la intervención de Banksy era un acto vandálico, pero cuando se fijaron en los detalles se dieron cuenta de que es una obra de arte con un gran mensaje. Al tratarse de arte callejero, su trabajo está expuesto a la degradación, a los grafiteros y a la acción de los contrarios a su mensaje. También ha aparecido en París una enigmática niña diseñada en motivos florales rosa pero con una cruz gamada al fondo. Los artistas de París se han apresurado a colocar capas de plástico para que no se deteriore. El artista también ha dejado su marca en la Sala Bataclan, escenario de la matanza del 13 de noviembre de 2015, donde ha pintado en una salida de emergencia a una mujer triste. Un genio de verdad. Refrán: El artista debe ser mezcla de niño, hombre y mujer.

EL DINERO DEL FUTBOL

martes, 3 de julio de 2018

El dinero del fútbol

Tras la derrota el domingo de la Selección Española en el Mundial de Rusia invaden a la ciudadanía sentimientos de rabia, búsqueda inmediata de culpables, frustración… Comienza la caza de brujas entre entrenador, cuerpo técnico y jugadores por una participación mediocre, precedida del escándalo y con una calidad de juego discutible. Sin embargo, no nos paramos a pensar sobre otros aspectos de esta realidad que deberían indignarnos aún más.

El primero es el dinero que mueve el fútbol. Es cierto que el pago a los servicios debe ir en función del talento y la responsabilidad. Por eso creo que los contratos millonarios deberían tenerlos los investigadores, los médicos y personas que se dejan la vida por mejorar nuestras vidas en laboratorios, buscando vacunas o soluciones médicas, sin el reconocimiento de la masa. Ésta parece más preocupada de Messi y Cristiano Ronaldo que por quienes investigan sobre el cáncer o las enfermedades raras. Algunos jugadores ganan 35 millones de euros al año. Es una cifra que me parece inmoral a estas alturas de partido. El caso es que el fútbol genera esos beneficios. Los contratos por los derechos de retransmisión de partidos de liga o del propio campeonato del mundo marearían a cualquiera. Muchos clubes forman a jugadores en sus canteras para después traspasarlos también ganando dinero a mansalva. Hay jugadores que ganan tanto que cuando defraudan a Hacienda se trata de cantidades astronómicas. Ellos en los juicios se limitan a contestar aquello de «No sé, eso lo lleva mi padre o mi mánager. Yo solo me dedico a jugar».

Mientras tanto, en el público, en los hinchas y en los seguidores se sigue cumpliendo aquello del ‘pan y circo’ de los romanos. Nos dan un entretenimiento que al sistema le reporta grandes beneficios, a nosotros nos atontolina y, mientras, unos pocos se lo llevan calentito. Y los equipos modestos siguen sin levantar cabeza. A ver si el Extremadura este año nos da la sorpresa. Refrán: De fútbol y medicina todo el mundo opina.