tag:blogger.com,1999:blog-1077602201200263292024-03-12T05:19:42.904-07:00LA ZONA ZEROArtículos publicados en EL PERIÓDICO EXTREMADURA todos los martes, en su contraportada.JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.comBlogger816125tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-78113115483554576512024-03-12T05:19:00.000-07:002024-03-12T05:19:06.025-07:00Violencia cotidiana<p><a href="https://www.elperiodicoextremadura.com/opinion/2024/03/12/violencia-cotidiana-99316308.html">https://www.elperiodicoextremadura.com/opinion/2024/03/12/violencia-cotidiana-99316308.html</a></p><p>Cada vez soy testigo de más casos de violencia cotidiana. Me refiero a los excesos verbales con el prójimo, a la mala ‘milk’ que muchos ciudadanos destilan en su día a día con sus semejantes, a la incomprensión de los vecinos y al mal conducirse por la vida. </p><p>Estamos poseídos por un extraño resorte que salta a las primeras de cambio. Hace unos meses, muy temprano, iba por la calle y una mujer que iba por mi acera incomprensiblemente me dio un golpe con la mochila que llevaba al pasar con rabia por mi lado. “¡Iba por mi derecha!”, me espetó. Después escuché un improperio contra mi persona. Si a las ocho de la mañana ya estamos como un volcán no quiero pensar qué sucederá a las diez de la noche.</p><p>Continúo. En la cola para pagar en una conocida firma de ropa, la dependienta al ver que están todos muy pegados en la cola, de forma amable, me comenta que me separe de la clienta que tenía delante de mí. Me explica que están dando datos sensibles, como número de teléfono y pines y que lo mejor es separarse. Le contesto que tiene razón y doy unos pasos más atrás. La clienta que tengo a mis espaldas se da por aludida y le habla de malas formas aduciendo que no para de repetir lo mismo. La dependienta le contesta con educación y tratando de templar gaitas y la señora se enerva cada vez más. ¿Ya no recordamos los tiempos del covid en los que había que guardar distancias de seguridad? No hemos aprendido nada.</p><p>Y sigo. En la cola del banco, esperando a que abran, un señor mayor actualiza su cartilla acompañado de su perrito en la puerta, en la calle. Una clienta que estaba en la cola le afea que el perro le está molestando. El minichucho no se acercó ni unos metros, pero ella lo percibió como una amenaza. Es cierto que los animales de compañía no pueden ir a determinados sitios, pero creo que tenemos poco aguante. Somos muy tolerantes para determinadas cosas y para otras sacamos la garrota inmisericorde.</p><p>Recuerdo que cuando era pequeño había una asignatura que se llamaba Urbanidad en la que te enseñaban a ponerte en el lugar el otro y a tratarlo con exquisita educación. Y no digamos si nos referimos a las enseñanzas de Jesús de Nazareth de amar al prójimo como a sí mismo. Espero que esta Cuaresma nos haga reflexionar a todos.</p><p><br /></p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-24075309759893431342024-03-05T01:09:00.000-08:002024-03-05T01:09:14.049-08:00Íbamos a ser mejores...<p>Durante la pandemia repetimos un mantra que rezaba que de aquel trance «íbamos a salir mejores». Nada más lejos de la realidad. El alto nivel de egoísmo y violencia se palpa hasta en la cola del pan. Tenemos a flor de piel la contestación desairada y el feo al vecino. Aquello de que «el infierno son los otros» de Sarte está en plena vigencia. Lo malo es que, mientras repetíamos esa fe en la bonhomía universal, abrigábamos la sospecha de que a nuestras espaldas algo se estaba cociendo. En cualquier situación de crisis mientras unos las 'pasan canutas' otros se hacen millonarios. Desgraciadamente, estas suposiciones se están confirmando.</p><p>El caso Koldo revela que, supuestamente, mientras hacíamos mascarillas con trapos y gomas y muchos agonizaban en los hospitales, a razón de mil muertos al día, otros, en la sombra, hacían business de la forma más abyecta, traficando con nuestra salud. Aprovecharon la situación para llevárselo calentito. No sé si han reparado en lo parecidos que son el caso ERE en Andalucía y el caso Koldo. Tras lograr un supuesto bien común, la paz social en el primer caso y el abastecimiento de un artículo clave para la salud en el segundo, unas personas sin apenas formación aprovechan una falla en el sistema para enriquecerse. Arriba de la pirámide, los que mandan miran hacia otro lado. Abajo, los mandados, se llenan los bolsillos con comisiones y sueldos que no deberían percibir. El dinero canta mucho. ¿No se extrañaban los notarios de que se adquiera a nombre de una menor de edad un inmueble en Benidorm por 115.000 euros sin constituir hipoteca? ¿Los enriquecimientos patrimoniales fruto de las mordidas no se detectaban en Hacienda? A los ciudadanos de a pie, a los curritos, se nos pone la lupa en cuanto que nos salimos un poco de la normalidad y se nos hace una ‘paralela’ en un santiamén. También hay otra coincidencia entre el Caso ERE y el Koldo. Un chófer, en el primero, y un guardaespaldas en el otro, eran los que movían el cotarro y se llevaban las mordidas.</p><p>Por último, me preocupan los escenarios donde se fraguan estas componendas. Existe una querencia a las marisquerías brutal. No sé qué tiene eso de pelar la gamba y de chuperretear centollos y patas rusas que vuelve locos a estos listos. El dinero, además, no se emplea en adquisición de libros o asistir a espectáculos culturales. Se han comprado más una treintena de Lamborghini y apartamentos en zonas costeras. Una horterada. En fin, la pandemia no nos ha hecho mejores, nos ha lanzado a la cabeza el agua helada de una jarra de realidad que abochorna.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-78875447858905736902024-02-27T04:13:00.000-08:002024-02-27T04:13:08.877-08:00Atardecer en Valdecañas<p></p><blockquote>Todo está tan adaptado a la naturaleza que es la propia naturaleza la que acaba invadiendo la obra del hombre</blockquote><p></p><p>Con el sol despidiéndose por el horizonte, la playa artificial de Valdecañas se llena de una luz anaranjada, tenue, que besa la superficie del agua. En la arena, los jabalíes han dejado sus huellas por toda esa orilla que en verano se llena de risas de niños y conversaciones intrascendentes. Se escucha el canto de varias especies de pájaros a la vez y es imposible distinguir de cuál. ¿Serán palomas torcazas o mirlos?</p><p> Al fondo, los chalés que se quedaron a medio construir, unos más acabados que otros, pero todos afectados por la desolación de estar a medio camino. Recorro el perímetro de la playa artificial mientras en la lejanía la luz se filtra por unas nubes que hace un rato descargaron su agua salvífica a los campos cacereños. El embalse, separado por un malecón de la playa artificial, tiene el agua encrespada, que muestra un color de gema antigua, de joya olvidada en el tocador de la abuela. Es un espacio lleno de belleza, de esa que es difícil de atrapar con las palabras. El viento dobla los juncos de la ribera en un intento de tumbar la tarde definitivamente.</p><p>La banda sonora de Valdecañas es un continuo trino de pájaros, solo roto por el casi imperceptible sonido de los carros de golf que atraviesan la geografía de la isla artificial en busca de hoyos, en un paisaje dominado por el color verde.</p><p>En el restaurante del hotel Vincci, Ribereño, se ha colado un pájaro y, aunque hace viento, abren las puertas y lo persiguen con una sonrisa y leves aspavientos para que se vaya. Es una coguta a la que ya le han puesto nombre: Rascapichu. Todos los días se cuela para saludar a los clientes, e imagino que picotear alguna miga de pan caída en el suelo. Los pájaros no saben de sentencias judiciales. Al final, en Valdecañas, todo está tan adaptado a la naturaleza que es la propia naturaleza la que acaba invadiendo la obra del hombre. No voy a entrar en disquisiciones sobre el equilibrio entre desarrollo y ecosistema. Solo sé que dar marcha atrás a todo ese complejo sería una locura de esfuerzo y un coste monumental sin sentido. Entiendo que, quienes puedan, paguen un dineral por tener allí su lugar para la desconexión de la urbe y la conexión con Gaia. Me gustaría que este impás en el que está Valdecañas se resolviera bien y en total armonía con la naturaleza.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-88616814567869176342024-02-20T05:02:00.000-08:002024-02-20T05:02:09.540-08:00Almendros y uves en el cielo<p>Un sabio me preguntaba cada vez que yo tenía una duda sobre algo muy obvio: «¿La grulla es un pájaro grande o pequeño?». No hacía falta contestarla. La pregunta tenía implícita la respuesta. </p><p>Estos días en la fuente de la Nacivera, que se encuentra en la cañada real de ovejas merinas de Navas del Madroño, he visto el paso de las grullas hacia espacios más cálidos. Es muy curiosa la formación en letra uve de estas aves que emiten trompeteos característicos y sonoros. Avisan sin duda, del cambio de estación, en este sindiós en el que se ha vuelto el clima. La mañana era luminosa y calurosa en pleno febrero y me pregunté por los inexorables ciclos del mundo, por los antepasados que han ido a beber de la Nacivera, una fuente natural, de agua no potable, a la que acuden cientos de personas a llenar sus garrafas.</p><p>Pienso en el inevitable paso de las estaciones en la vida. Lo hacía después en la Fiesta del Almendro en Flor de Garrovillas, en un paraje Gallito a rebosar de romeros dispuestos a celebrar los albores de una primavera que se adelanta cada año.</p><p>Este año los almendros tiñeron de blanco y rosa la zona justo en pleno Carnaval. Las lluvias de la semana anterior hicieron caer la mayoría de los pétalos. Fue la de este año una fiesta sin flores. Sin embargo, los garrovillanos se cobijaban bajo los almendros ancestrales, en una liturgia atávica, en la que la hermandad y la fraternidad entre clanes es la nota predominante. Son almendros viejos, de poco fruto y de vistosas flores. En este tiempo en el que llevamos siempre una cámara de fotos en nuestro móvil son innumerables las que se hacen los grupos junto a este árbol de la familia de las rosáceas. Después de la fiesta uno llega a casa y se da cuenta de que esa misma foto o parecida ya se la hizo un familiar hace años. Es un cartón ajado, con la imagen desvanecida en el que reconoces a los abuelos. Ese fantasma te habla sin palabras de los tiempos pasados, siempre los mismos, siempre distintos. Y el dolor por los que ya no están en esa fotografía se te clava en el corazón.</p><p>Muchas veces mirando al cielo pienso oteando grullas, elanios o cernícalos, miro las nubes, siempre las mismas y siempre distintas como el río de Heráclito. No dejo de pensar en que cuando no estemos las aves volverán a sus cuarteles de invierno, y cirros y cúmulos volarán sobre las cabezas de otros que no seremos nosotros.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-47687555127258226592024-02-06T03:12:00.000-08:002024-02-06T03:12:29.469-08:00Plasencia y Sevilla 'too much gay'<p>Estamos acostumbrados actualmente a una sobreexposición informativa que para algunos ya se ha convertido en adictiva y que nos convierte cada día en seres humanos más desgraciados, en una caricatura muy simple de lo que éramos cuando no había redes sociales y solo existían medios de comunicación tradicionales. Al final, todo se reduce a encasillarnos y etiquetarnos con estereotipos como ‘facha’, ‘progre’, ‘feminazi'… Ya todos somos meras etiquetas. Esta suministración de información se asemeja mucho a la que realizan los traficantes de droga. </p><p>¿Quiénes son los que generan esas noticias que buscan enervarte nada más leer el periódico? Pues en gran parte son los que pagamos con nuestros impuestos para que nos hagan la vida mejor, pero que, en realidad, lo que hacen es crearnos más conflictos inventados por ellos. Para salvar el expediente a veces se ocupan de cuestiones que realmente nos atañen, pero desengáñense, es sólo un paripé. Al circo mediático actual se suma una legión de influenciadores en redes sociales y en televisión que ganan dinero cabreándonos y de fastidiándonos la jornada con informaciones descontextualizadas, mientras los ciudadanos, todos los días, abrimos el teléfono en busca inconscientemente de nuestra dosis de amarillismo informativo.</p><p>Necesitamos un cambio general. Los medios tradicionales debemos apartarnos de estas informaciones que solo nos producen alteración de las pulsaciones y hacer un periodismo que explique la realidad antes de someterla a un juicio sumarísimo.</p><p>Es lo que ha sucedo con la promoción turística del Ayuntamiento de Plasencia de su Martes Mayor en Fitur. El ayuntamiento Ha contratado a El Gato con Jotas para hacer un videoclip y una canción que pronto se ha convertido en viral por levantar la polémica. Para muchos la interpretación es «demasiado gay». Yo de eso no entiendo, pero sí de que en una feria en la que participan cientos de estands, Plasencia y su mercado tradicional han tenido mayor difusión que muchas ciudades con presupuestos promocionales delirantes. Eso se llama inteligencia. Hasta un tertuliano televisivo como Gonzalo Miró argumenta que lo único que le transmite el vídeo es que en Plasencia se lo pasan muy bien. Lo mismo ha pasado con el cartel de la Semana Santa de Sevilla, también para algunos con un Cristo Resucitado afeminado, cuando el artista solo ha empleado como modelo a su hijo. Tenemos que abandonar polarizaciones y mirar la realidad con ojos más inocentes. Y esa es una asignatura pendiente de los medios de comunicación actuales, abducidos por la perversa esclavitud del like y el click.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-71037130574274423252024-01-30T04:08:00.000-08:002024-01-30T04:08:59.161-08:00Extremadura, extraordinaria en Fitur<p></p><blockquote>La comunidad autónoma dejó un buen sabor de boca en la pasada Fitur, con una apuesta arriesgada y moderna</blockquote><p></p><p>Cada año la presencia de Extremadura en la Feria Internacional del Turismo (Fitur) sigue sumando enteros. Todas las administraciones han incorporado a lo largo del tiempo novedades para difundir las excelencias de una tierra que quiere convertir el turismo sostenible en uno de sus motores de desarrollo. Este año han destacado, a mi parecer, las actuaciones en vivo.</p><p>Comenzó Fitur fuerte con el Gato con jotas cantando las excelencias del Martes Mayor de Plasencia en directo y montando el taco en el estand regional, al que se acercaban de otras comunidades a ver qué estaba pasando allí. Su videoclip disruptivo y arriesgado se hizo viral al instante. También guardo un excelente recuerdo de Cristina Hoyos bailando a sus 78 años en el estand extremeño. Otra interesante incorporación han sido las mesas redondas, cortas e interesantes. No ha cambiado la maratoniana programación de presentaciones sin fin, pero la omnipresencia de directores generales y consejeros en el estrado se ha aligerado, cosa que sin duda sus gargantas han agradecido. </p><p>Recuerdo a un incombustible y vehemente Francisco Martín, el anterior director general, desgañitado al final de la feria cada año. Vaya mi recuerdo para él, un apasionado de su tierra y del turismo. Ha mejorado también el espacio para los profesionales de la información, más amplio. Además, hemos estado bien atendidos en todos los aspectos, lo que es de agradecer. </p><p>Victoria Bazaga y Anabel Domínguez, consejera y directora general actuales, han estado siempre al quite, pero dando protagonismo a alcaldes y territorios, solo apareciendo en el estrado cuando era imprescindible. Este año el toro ha sido protagonista en varias de las presentaciones. Moraleja, Coria y Garrovillas de Alconétar han puesto en valor sus recursos y celebraciones en las que los morlacos son protagonistas. Victorino Martín hijo ha participado en dos presentaciones y sin duda eso es sintomático del papel que el toro tiene en la oferta de Extremadura. La brevísima visita de Alberto Núñez Feijoo al estand ha sido también un espaldarazo al trabajo realizado. La foto se la hizo en el mirador de Cabezabellosa. Repitió variadas veces el eslogan de este año: ‘Extremadura, extraordinaria’. Fue una visita fugaz, pero sin duda, cualquier apoyo a esta tierra, venga de donde venga, es bienvenido.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-30725314042765272722024-01-23T00:42:00.000-08:002024-01-23T00:42:13.853-08:00Extremadura, un 'extra' en Fitur<p> Extremadura, un ‘extra’ en Fitur</p><p></p><blockquote>Nuestra región es un verdadero reservorio de experiencias fuera de lo habitual que para comprenderlas en su correcta dimensión hay que vivirlas in situ, y que no obedecen al viejo trueque de ‘sol por dinero’</blockquote><p></p><p>Si no me salen mal las cuentas la que comienza mañana será la Feria Internacional del Turismo (Fitur) número 30 que cubriré para el Periódico Extremadura. </p><p><br /></p><p>En estas tres décadas el turismo y la forma de promocionarlo han cambiado mucho. Lo que sí permanece incólume es la belleza de Extremadura. Con el tiempo he aprendido a amarla, visitando sus rincones más recónditos y asistiendo de testigo a sus tradiciones dignas de estudio antropológico. Por eso, esta campaña ‘Extremadura extraordinaria’ me parece realmente acertada. Nuestra región es un verdadero reservorio de experiencias fuera de lo habitual que para comprenderlas en su correcta dimensión hay que vivirlas in situ, y que no obedecen al viejo trueque de ‘sol por dinero’. Como tampoco estuvo mal aquel primigenio eslogan ‘Extremadura, naturalmente’. Cada administración sumó un peldaño más a la difusión de una tierra que ya no es esa «gran desconocida». Ese tópico es historia y ha sido gracias al trabajo de todos.</p><p>En treinta años anécdotas de cobertura informativa en Fitur hay muchas. Algunas sucedieron dentro del recinto de Ifema y otras fuera del horario promocional. Recuerdo aquellos primeros tiempos de cenas nocturnas, de degustaciones opíparas y de participantes que empalmaban noche con día. Sus ojeras les delataban. Recuerdo aquellas fiestas que organizaban países como Brasil, que convertían las discotecas en verdaderos sambódromos.</p><p> Hubo momentos en los que la oferta regional se dispersaba por todo Ifema y las ciudades más potentes iban por su cuenta. También recuerdo la presentación de la isla de Valdecañas o de Las Edades del Hombre, así como los distintos pareceres que despierta el estand de Extremadura. Ustedes no lo saben pero los profesionales de la información trabajamos como piojos en costura en unas cabinas minúsculas en las que la actividad es frenética durante jornadas maratonianas. Al final Fitur es también un gran escaparate para que los políticos tengan sus minutos de gloria en la capital de España y puedan sacar pecho. Pero, que sepan que lo importante no sucede en la sala de prensa, sino en la zona de encuentros de los profesionales. Ahí está la madre del cordero. De sus resultados dependerá el año turístico y los flujos de viajeros. Como siempre lo importante es algo donde no se suele poner el foco. </p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-5394410169812135682024-01-15T23:18:00.000-08:002024-01-15T23:18:41.305-08:00La memoria activa de la Transición<p></p><blockquote>El periodista cacereño José Julián Barriga analiza este periodo de la historia de España en su reciente libro ‘En defensa de la Transición. Memorias de un testigo afortunado’, Premio Internacional Sial Pigmalión de Pensamiento y Ensayo</blockquote><p></p><p>La Transición española fue una hazaña histórica que permitió la reconciliación nacional en un momento crítico de zozobra y cambios en el país. José Julián Barriga Bravo (1943, Santiago del Campo e hijo adoptivo de Garrovillas de Alconétar) fue testigo directo de un periodo que ahora se invoca con fruición para solucionar el sindios en el que se ha convertido la política nacional. Tras seis décadas de periodismo activo en distintos frentes, acaba de publicar ‘En defensa de la Transición. Memorias de un testigo afortunado’, Premio Internacional Sial Pigmalión de Pensamiento y Ensayo, que mañana se presenta en el Espacio Uex del Instituto de Lenguas Extranjeras de Cáceres. </p><p>Aunque no soy amigo de dar consejos, recomiendo este acto con ahínco, porque en la lúcida cabeza de José Julián cabe toda la historia reciente de España, como ya demostró en la presentación en el Corral de Comedias de Garrovillas. Además, sabe trufar de anécdotas su discurso, para hacerlo ameno. Asegura que informar en la época franquista era una «frustración continua», ya que, aunque los periodistas tenían los datos, no podían contar la realidad tal como la percibían. Como botón de muestra, explica que al comienzo de su actividad como periodista dos guardias civiles de paisano interrogaron a su padre sobre él, entonces un aprendiz que resultaba incómodo para el poder. No era para menos, pues entonces era de los pocos periodistas que estaban acreditados para informar sobre Francisco Franco. Conoció el final de la dictadura, a su juicio, propiciado por el miedo al choque de las dos Españas, la emergente clase media y el descrédito del régimen. Después, con la llegada de la democracia, Adolfo Suárez encarnó una gran esperanza para la sociedad, en medio de los constantes atentados de ETA. El periodista cacereño, primer director de los Servicios Informativos de la Presidencia del Gobierno, relata la tremenda soledad del estadista en la toma de decisiones y cómo abandonó la presidencia tras perder la confianza del rey Juan Carlos.</p><p>El libro y el testimonio de este veterano son vitales para poder entender el pifostio en el que nos encontramos ahora, ya que la Transición se quedó corta al no poder solucionar el sempiterno problema territorial. Y de aquellos polvos tenemos estos lodos. Afortunadamente, desde entonces hay una paz social razonable, las relaciones con la iglesia se han reconducido, y los militares han abandonado veleidades golpistas. Si quieren enterarse de nuestra historia por boca de alguien que realmente «estuvo allí», acudan a la presentación o lean el libro. No se enteren por terceros de algo que fue clave para nuestras vidas. Para experiencias vicarias y fake news está internet.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-80780238594815464572024-01-09T00:57:00.001-08:002024-01-09T00:57:46.228-08:00El gélido día después<p></p><blockquote>El dolor que rezuman los telediarios es real. Esas tragedias suceden cada día en nuestro mundo, ese que creemos perfecto, donde solo algunos tenemos acceso al calor y la comida</blockquote><p></p><p>Pasaron la noche más buena del año y las celebraciones de la Nochevieja. El calor de los fogones ya se disipó. Atrás quedan las ocurrencias de los cuñados, los ojos húmedos por el reencuentro con los lejanos y las sillas vacías de una mesa cuyos comensales menguan y crecen con el paso del tiempo. El portal de Belén preside los salones con su musgo mortecino y sus figuras de barro, que contemplaron varias generaciones con ilusión. El Niño Jesús aguarda en el Belén los rezos de abuelos y nietos antes de que se vayan a dormir. Es una liturgia conocida que puede engañarnos y convencernos de que todo está en orden, pero no es así.</p><p>Hace frío en este mundo, mucho frío. Mientras nuestras cabezas se preocupan de asuntos banales como la hipoteca, el coche o si se nos ralentiza el móvil, la tragedia nos amenaza. La estampa poética helada se transforma en una realidad que corta como un cuchillo, que hace daño en cuanto que cualquier ser humano en cualquiera de las guerras de este mundo no tiene un jergón donde recostarse, en cuanto un niño pasa hambre o conoce la dura realidad de las bombas y la muerte. Sí, afuera, pero no muy lejos, hay una desolación enorme que atenaza familias en forma de guerra, persecución política, desigualdad, migración o falta de recursos. </p><p>El dolor que rezuman los telediarios es real. No se trata de atrezo, de impostura o de una fábula. Esa tragedia sucede cada día en nuestro mundo, ese que creemos perfecto, aquí, donde algunos tenemos calor y comida. No lo dudemos, hay niños que en un segundo se han convertido en adultos por mor de un misil, un bombardeo o una emboscada. Hay niños que crecen en la cultura de la venganza para repetir un patrón de odio por los siglos de los siglos. En sus ojos se concreta toda frialdad humana y el máximo dolor posible.</p><p>Vivimos días extraños, de anomia, de destrucción sin sentido. Todo parece resquebrajarse en un planeta Tierra que no cuidamos y estamos convirtiendo en un estercolero. No hay luces, no hay referentes, ni guías, solo este tremendo frío que nos rodea y nos congela el pensamiento para que no podamos ser críticos con quienes fomentan este desastre. Ya no nos salva ni la poesía. Aun así, a pesar de todo, hay quienes te desean en estos días una feliz Navidad y próspero 2024. </p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-48108297457874015642024-01-09T00:57:00.000-08:002024-01-09T00:57:36.018-08:00Elegía al último mantecado<p>Están ahí, incólumes, como supervivientes de una odisea. Han soportado los envites de niños, abuelos, cuñados, visitas imprevistas, y amigos que solo vuelven por Navidad al gorroneo ritual y habitual. En la mesa del salón de todos los hogares extremeños se ha ido reponiendo cada día una apetitosa bandeja con mantecados, bombones, roscos de vino (denostados injustamente), frutas escarchadas y turrón en todos sus formatos y presentaciones imaginables. El domingo pasado fue su último día de gloria. Ahora en la mente de todos están presentes los remordimientos por los excesos de estos días de fiesta y encuentros, en los que la ‘bandejina’ de dulces ha sido el frontispicio con el que se recordaba que eran jornadas de fraternidad y agasajos. Diariamente, las abuelas y los cabezas de familia se ocuparon con fruición de que estuviera llena, que fuera un trasunto de copiosidad real o fingida. Lo importante es que presidiera la estancia.</p><p>Ese interés por instalar un cuerno de la abundancia en el salón de casa bien puede tener su origen en otras Navidades, las de nuestros abuelos, en las que no había apenas unas peladillas incomestibles, turrón del duro y los roscones estaban más secos que la mojama. Tenían unas frutas escarchadas rojas y verdes que daban grima y estaban espolvoreados con unas harinas resecas que tiraban para atrás. Ahora, en el mundo globalizado, los conservantes y las manos de los maestros obradores han conseguido que ese último trozo de roscón, esos bombones o ese mantecado aguante impertérrito en el ángulo oscuro de la mesa del salón, diciendo «¡Cómeme!». Entonces en tu cabeza se activa un falso sentimiento de aversión hacia ese héroe de la resistencia navideña, justificándote a ti mismo de no comerlo en aras a esas supercherías del colesterol y la línea. A veces, si te descuidas, el mantecado aguanta hasta principios de febrero. Y si te lo comes está igual de bueno que el primigenio del 24 de diciembre, y te traerá recuerdos de cuando los Reyes Magos no traían lo que pedías, pero no importaba, y todo era armonía y misterio. Ahora los Reyes Magos nos inundan la casa con ordenadores, videojuegos y otras zarandajas de la realidad virtual y la inteligencia artificial, pero nunca se podrán igualar al sabor de ese mantecado último y postrero, que sabe a gloria, a recuerdos de esos tiempos que nos parecen mejores por culpa de este polvorón final con aromas a vida eterna.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-66900454879106683792023-12-19T01:04:00.000-08:002023-12-19T01:04:25.164-08:00Como si no hubiera un mañana<blockquote><p>Estamos inmersos en la cultura de comer a ‘jinchapelleju’ en medio de un mundo inmerso en guerras y hambre</p></blockquote><p>Después, tras varios años lastrados por la pandemia, hemos vuelto a las comidas y cenas de Navidad, bien con los amigos o bien con la empresa, elija el lector en cuál lo pasa mejor. Cáceres el pasado fin de semana, desde el viernes, se convirtió en un gran showcooking en el que los restaurantes y bares colgaban el cartel de 'completo'. Estamos inmersos en la cultura de comer a ‘jinchapelleju’ bajo el lema de «en casa del pobre antes reventar que sobre». Yo me pregunto dónde está la tan cacareada crisis económica. Y hacemos este ritual de la ingesta sin conocimiento en medio de un mundo convulso, sumergido en dos grandes guerras que nos tocan relativamente de cerca. </p><p>¿Es ético este ritual del jamón ibérico y los langostinos cuando en Oriente Medio practican el ojo por ojo? ¿Tiene sentido comer hasta la náusea cuando en Ucrania viven bajo el bombardeo indiscriminado de una superpotencia? ¿Tenemos la conciencia tranquila cuando cambiamos de armario cada temporada mientras nuestras playas se llenan de migrantes en busca de un futuro mejor jugándose el cuello? Personalmente, creo que no, que habría que poner cierta mesura en estos hábitos opuestos a la concepción primigenia de la Navidad o a la fraternidad humana. Veo las tiendas a reventar, en una especie de vorágine consumista de artículos que en unos días acabarán arrinconados en los trasteros. Siento enormemente que nos hayamos creado necesidades vanas y efímeras para sostener una economía nada igualitaria ni justa. Me da pena la explotación a la que se someten muchos empleados contratados temporalmente estos días, sabiendo que sus contratos acabarán en breve y que solo añadirán una prórroga a su miseria.</p><p><br /></p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-36711141881685513652023-12-13T08:53:00.000-08:002023-12-13T08:53:22.810-08:00Camaradería con un pitarra<p>En un mundo en el que las técnicas de marketing están a la orden del día, en el que todo está pensado y medido para vender, se agradecen gestos de camaradería y hermandad. Es lo que nos pasó el pasado viernes en las Jornadas Gastronómicas del Cerdo Ibérico en Montánchez. Con el pueblo a reventar, en el que no se podía dar un paso ni en la carpa ni en los soportales del ayuntamiento, estábamos degustando ese guiso caliente de cerdo, que supo a gloria en el llamado Puente de La Pura. En medio de esa delectación se nos había acabado el diminuto vasito de vino al que dan derecho los tiques. Bajo la estoa habilitada para la degustación, estábamos demasiado lejos para volver a la carpa a canjear los vales. En esto que nos oyeron unos comensales locales. «¿Os habéis quedado sin vino? Probad el de la zona». Y nos escanciaron a todos y cada uno de los que formábamos el grupo una ronda de vino pitarrero, pero exquisito. </p><p><br /></p><p>Afortunadamente, todavía quedan quienes están pendientes del otro, de los forasteros, de los invitados que llegan a un pueblo. Ese gesto de camaradería dice mucho del espíritu local. Nada de considerar al externo como extraño o intruso. Todo lo contrario, se trata de agasajarlo para que regrese en la próxima ocasión con más ganas de invertir y de pasarlo bien. Así es como se hacen grandes las fiestas. Por cierto, que hacía años que no iba a Montánchez a las Jornadas del Cerdo Ibérico y había ambientazo. La lluvia dio un respiro ese día y las colas para comprar tiques eran kilométricas, los expositores de las distintas marcas comerciales hicieron negocio y en la calle la charanga animó un día en el que gracias a la concordia de los montanchegos no hubo forasteros ni turistas. Es lo que tiene el cerdo ibérico como animal totémico de la sociedad extremeña. Tiene un poder de pegamento vital indiscutible. Y es que donde esté un buen jamón ibérico elaborado con mimo, en su punto de sal y bien cortado, que se quiten todos los demás placeres terrenales. Después está ese Castillo de Montánchez, cuya ascensión es una ruta recomendable y que merece una visita en cualquier momento del año. Montánchez tiene un encanto señorial que trasciende lo anecdótico para conferir al pueblo un aire noble, un recuerdo de tiempos pasados que enciende la imaginación del visitante y lo transporta a otras épocas. Bien por ese trago de vino, pequeño pero grande a la vez, que demuestra que el espíritu de concordia, el de la auténtica fraternidad humana, aún no se ha perdido para siempre en el algoritmo de Google.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-66753372043738318692023-12-05T00:25:00.000-08:002023-12-05T00:25:57.292-08:00Aubeck, un erudito en Badajoz<p></p><blockquote>Este profesor de inglés afincado en la ciudad del Guadiana es uno de los mayores expertos mundiales en fenómenos aéreos anómalos</blockquote><p></p><p>Quizá sea un dato anecdótico, pero lo cierto es que Chris Aubeck, uno de los mayores expertos mundiales en fenómenos aéreos inexplicables, ahora llamados UAPs (antes ovnis) vive actualmente en Badajoz. El dato lo hizo público durante una entrevista en el pódcast de conspiraciones Clave 45. Otra curiosidad es que la vocación de Aubeck se consolida tras ver un ovni en Talarrubias. </p><p>El profesor de inglés (que también dio clases en Cáceres) es actualidad porque acaba de publicar un libro titulado ‘Platillos’ en el que curiosamente desmonta todo el folclore que se diseñó desde finales de los años cuarenta en torno a los mal llamados ‘platillos volantes’. Este erudito y ratón de hemeroteca ha dedicado su vida a recopilar avistamientos anteriores a 1947 y en este último trabajo demuestra que describir a los ovnis como discos es fruto de un poso cultural que tiene que ver con la cultura pulp y los cómics de los años 40 y 50, entre otras cosas.</p><p>Los periodistas en todo esto tenemos que entonar el mea culpa. La era moderna de los ovnis comenzó con el avistamiento del piloto Kennet Arnold el 24 de junio de 1947 sobre el monte Rainien. Curiosamente, el artículo original en el East Oregonian con el reporte de Bill Beguette no contenía esa descripción de ‘platillos volantes’. Sin embargo, en Associatte Press (AP) quisieron darle más gancho a la historia y editaron su texto con la frase «objetos brillantes parecidos a platillos». Más que nada para echar unas risas. Y la expresión ‘flying saucers’ se hizo viral, cuando, en realidad, los avistamientos con forma de plato invertido son minoritarios. Arnold negó durante toda su vida haber visto objetos voladores de esta forma y sí como «alas de murciélago». Sin embargo, esta ha sido la manera en la que hemos representado a las naves espaciales extraterrestres en el arte y la literatura. ‘Platillos’, el trabajo de este Aubeck es riguroso y espectacular, especialmente si te gusta la historia. Y recuerden que ese talentazo vive en Extremadura, en la ciudad del Guadiana. </p><p><br /></p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-36436520162389540312023-11-28T00:08:00.000-08:002023-11-28T00:08:14.044-08:00Ángel Martín, terapia grupal<p>En un país en el que el 6,7% de la población está afectada por la ansiedad, exactamente la misma cifra de personas con depresión, espectáculos como el de Ángel Martín son no solo pertinentes, sino que muy necesarios para el común de los mortales. Este actor, que triunfa en Youtube cada día con un vertiginoso informativo de solo un minuto de duración, es muy valiente, valiente de verdad.</p><p>La enfermedad mental –que uno de cada cuatro españoles padecerá a lo largo de su vida- está estigmatizada, al menos en nuestra sociedad. Las visitas al psiquiatra o al psicólogo con consideradas poco más o menos como vergonzantes o circunscritas solo para los ‘locos’, como con desprecio llamamos a quienes se apartan de lo que llamamos normalidad y necesitan terapia. Y todos en algún momento podemos estar ‘locos’.</p><p>Este actor ha pasado por el infierno de la enfermedad mental, de los internamientos y tratamientos, y habla sin tapujos de su experiencia. No es un espectáculo para reír a mandíbula batiente, pero sí te hace sonreír durante los 80 minutos de monólogo hilarante. Ángel Martín se convierte así en una excelente terapia grupal para todos los asistentes a su show. Las entradas deberían dispensarse en farmacias, quizá con receta. Lo cierto es que el millar de espectadores que el sábado asistió al Palacio de Congresos de Cáceres salió mejor de lo que entró y eso vale mucho más que el precio de cualquier entrada. Cada asistente interioriza las palabras del actor y hace suyos sus ejemplos, porque lo que él cuenta es una experiencia universal.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI_1OUT9JuMpNC319KkA3-54kiy2wJoJRTO5KEhghiAdP2tLi-gxMgxmlaG6cnSFmBeZ3zO1WF4U7lUbEQfp6YaZTURDuREJAPVYC6KttCfppB1JD5xFexXs65iKd1OwsENxrXwdJcPW4ZnMTW-xymN-sAntw85eo_m9FxLqNNEFGrnRZ6JXw-BvWNEBsV/s4176/231125EXT_Jorge%20Vali%20(186555165).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2784" data-original-width="4176" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI_1OUT9JuMpNC319KkA3-54kiy2wJoJRTO5KEhghiAdP2tLi-gxMgxmlaG6cnSFmBeZ3zO1WF4U7lUbEQfp6YaZTURDuREJAPVYC6KttCfppB1JD5xFexXs65iKd1OwsENxrXwdJcPW4ZnMTW-xymN-sAntw85eo_m9FxLqNNEFGrnRZ6JXw-BvWNEBsV/s320/231125EXT_Jorge%20Vali%20(186555165).jpg" width="320" /></a></div><br /> Además de hablar del universo de la pareja y las relaciones humanas, gran parte de lo que contó se centró en las redes sociales. Efectivamente, éstas no son un ente externo y abstracto a nosotros, sino que están alimentadas por nuestras pulsiones y miserias. De nosotros depende construir una sociedad mejor con ellas. Ese es el reto. Punto para los locos. O quizá sería mejor decir: «Ángel Martín, este loco es un punto».<p></p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-38809016093376949252023-11-22T09:19:00.000-08:002023-11-22T09:19:23.309-08:00José María Gallego, un facilitador<p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">José María Gallego, un facilitador</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgNbj5PCv7cIRvNxWho5AinJm7oy1GOV1Ntk8rxjTR5zzxw3Brstruk18W6v98xZGq3YmwTXll_0YlYZuGJAdF9gNxmHbc1e-OosfslSs_GfcrDe1LQxJ1jW4GolCOxBs7rxyn20pMeSEMu1mc2u815UFnNm0c10U4TLyKYfjF3K39VUUyybrQU9aLAJAU/s447/fotonoticia_20101113100041_420.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="447" data-original-width="420" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgNbj5PCv7cIRvNxWho5AinJm7oy1GOV1Ntk8rxjTR5zzxw3Brstruk18W6v98xZGq3YmwTXll_0YlYZuGJAdF9gNxmHbc1e-OosfslSs_GfcrDe1LQxJ1jW4GolCOxBs7rxyn20pMeSEMu1mc2u815UFnNm0c10U4TLyKYfjF3K39VUUyybrQU9aLAJAU/s320/fotonoticia_20101113100041_420.jpg" width="301" /></a></div><br /><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><br /></span><p></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Agroganadera cumplirá 40 años en 2024, sin este trabajador callado y discreto, pero lo hará gracias a esa labor en silencio de muchos profesionales del campo como él</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit;"><a class="x1i10hfl xjbqb8w x6umtig x1b1mbwd xaqea5y xav7gou x9f619 x1ypdohk xt0psk2 xe8uvvx xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r xexx8yu x4uap5 x18d9i69 xkhd6sd x16tdsg8 x1hl2dhg xggy1nq x1a2a7pz xt0b8zv x1fey0fg" href="https://www.elperiodicoextremadura.com/opinion/2023/11/21/jose-maria-gallego-facilitador-94741846.html?fbclid=IwAR0WtW8q2tp_NNTXW5wHxQ2IVuOBxTYvRrHbqemLxwGf9Krb-sIurslKEuk" rel="nofollow noreferrer" role="link" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: transparent; border-color: initial; border-style: initial; border-width: 0px; box-sizing: border-box; cursor: pointer; display: inline; font-family: inherit; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: inherit; text-decoration-line: none; touch-action: manipulation;" tabindex="0" target="_blank">https://www.elperiodicoextremadura.com/.../jose-maria...</a></span></div><div dir="auto" style="font-family: inherit;">En este mundo donde todo es confrontación, cainismo y polémica, siempre hay luces que te guían en este camino de sombras. La semana pasada la Feria Agroganadera de Trujillo rendía <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>merecido homenaje a este veterinario responsable en gran medida de que este encuentro especializado enfile sus cuatro décadas de existencia. Su viuda e hijo recogían una placa y recibían el aplauso de todo el agro extremeño congregado en Trujillo. Recuerdo cuando le entregaron en 2010 uno de los Premios Agroganadera. Me definieron entonces a Gallego como un “facilitador”. Este veterinario ponía las cosas fáciles para el desplazamiento de animales y la celebración de espectáculos taurinos, que tienen su mandanga de burocracia. Hacía llevadero lo complejo.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Sus compañeros y familia finalizaron su homenaje en la feria con el adagio "El amor es siempre más fuerte que la muerte". Sin duda. Ahora esperemos que las obras del nuevo salón de actos finalicen por fin y pueda llevar el nombre de este trabajador público caracterizado por su discreción. Las ferias de nuestra región son fruto de un trabajo callado de mucha gente que, en silencio y sin alharacas, se esmera en el esplendor de nuestro sector primario. La Feria de Trujillo es un ejemplo. Por ella he visto pasear a Juan Andrés Fernández, veterinario que a sus 103 años aún se da un garbeo por las naves de ganado. La Agroganadera también es el esmero que, por ejemplo, Juan Luis Muñoz Carrasco pone en la preparación de sus limusines, botón de muestra de la pasión con la que los ganaderos y sus mayorales de las distintas razas se entregan a sus animales. El año que viene la Agroganadera volverá, sin José María, pero lo hará gracias a esa labor en silencio de muchos profesionales del campo como él.</div></div>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-57901866021124150952023-11-14T10:29:00.000-08:002023-11-14T10:29:59.211-08:00'Now and then', cadáver exquisito<p> 'Now and then', cadáver exquisito</p><p></p><blockquote>Por una vez la inteligencia artificial se ha empleado en hacer feliz a millones de beatlemaníacos</blockquote><p></p><p>El mundo esperaba con fruición Now and then, oficialmente la última canción de The Beatles. Con la ayuda de las redes sociales este postrero trabajo de los cuatro fabulosos de Liverpool se ha convertido en una necesidad de consumo que ha llegado al último rincón del planeta. Siempre hay hambre de algo nuevo de este cuarteto único en la historia de la música, y más cuando ya ha pasado más de medio siglo desde que se separaron los añorados John, Paul, George y Ringo.</p><p><br /></p><p>Lennon es el autor de este tema que la inteligencia artificial ha logrado resucitar como si se tratara de un cadáver exquisito. Al parecer, estaba grabado precariamente en una cinta de casete con un piano que en ocasiones ahogaba la voz del pacifista asesinado. Si la IA puede rescatar eso bienvenida sea. Es cierto que la restauración arroja una interpretación algo zombie, pero es su estilo, su forma de cantar y de componer, aunque suena artificiosa en algún fragmento. La guitarra de Harrison se ha añadido tras ser rescatada de un intento en los años noventa de grabar el tema.</p><p><br /></p><p>¡Levántate y canta, John! Parece que eso es lo que han conseguido hacer Peter Jackson y Paul McCartney. Estoy imaginando a miles de productores buscando entre las miles de demos y maquetas de sus artistas fallecidos material similar para resucitar. No deja de ser un poco extraño después de tantos años oír la voz de este genio universal entonar unos versos tristes que tienen un indiscutible aire a despedida. Lo curioso es que cada trabajo de cada uno de ellos sea de facto una auténtica máquina de hacer dinero.</p><p><br /></p><p>Al menos, por una vez, la IA se ha empleado en algo útil, que ha hecho feliz a millones de beatlemaníacos. Bienvenida sea, al menos, en este caso.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-91054213722999262672023-11-07T00:19:00.005-08:002023-11-07T00:19:27.668-08:00Cáceres ciudad sonora<p></p><blockquote>Las ciudades tienen su propia música, ese ritmo interior que marcan los metrónomos hundidos en sus aljibes</blockquote><p></p><p>Las ciudades antiguas sueñan con el mar y piden a los viajeros ofrendas de conchas, estrellas y gelatinosas algas verdes para restañar los siglos de silencio que erosionan sus adarves. Parece que sus piedras palpitan acompañando el rasgueo de una guitarra en la mañana luminosa, el melismático quejido del cantaor espontáneo, o los doce compases del blues que llegó desde un lamento azul nacido en el Misisipi profundo. Las ciudades -y Cáceres no es una excepción- tienen su propia música, ese ritmo interior que marcan los metrónomos sumergidos en sus aljibes, las lápidas de astronautas del pasado en los museos, o las desvencijadas gárgolas que son trasunto de las hazañas de quienes cruzaron ese añorado mar primigenio.</p><p>Allí, sobre los tejados del corazón de la ciudad, maullidos quejumbrosos y crotoreos de apareamiento acompañan a los transeúntes, ajenos al tráfago y a las exigencias urbanitas. Cáceres, ciudad sonora, acompasa al caminante con la cadencia de un arrullo materno, y le guía entre las plazas de Santa María y San Jorge, buscando el ritmo seguro de sus fósiles atrapados en las canterías milenarias.</p><p>Sí, Cáceres es un vals, con sus dos tiempos suaves y uno fuerte y asincopado, que hay que bailar mirando a sus ojos de agua antigua, consciente de que está tan hecha a la medida del hombre que la lluvia, las procesiones, la música o el teatro siempre la desbordan. Sin ese swing, sin ese tempo medio y rápido tan adictivo, los moradores de la ciudad caminaríamos desnortados, desprovistos de nuestro reloj interno, de esa deliciosa y atávica condena que nos devuelve al centro tonal de su canción medieval, atrapados en una melodía encadenada, que nos tiene in aeternum embelesados por una belleza que nos es imposible de comprender o de atrapar solo con la mermada red de nuestras pobres palabras.</p><p><br /></p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-63584517365681195562023-10-31T01:42:00.007-07:002023-10-31T01:42:46.441-07:00Halloween todo el año<p>'Truco o trato’ dice el aforismo de esta fiesta importada que nos quieren imponer bajo el horrible nombre de Halloween. Discúlpenme los adeptos a esta celebración yanqui con la que quieren subsumir la de Todos los Santos, que es mañana, y la de Todos los Fieles Difuntos, el miércoles. Entiendo que los niños pequeños se quieran disfrazar de mamarracho y que les guste que les den caramelos, pero donde esté un buen calbote que castañas asadas y un Don Juan Tenorio de José Zorrilla con toda su tragedia y su convidado de piedra que se quite toda esa patraña invasora que se nos cuela por televisores y redes sociales.</p><p>Además, tengo la impresión de que Halloween es todo el año. Últimamente, no sucede nada bueno ni hermoso en el mundo. Estamos con el pellizco en el estómago cogido cada vez que nos exponemos a las pantallas digitales. Que si China está a punto de entrar en guerra, que si en Ucrania los soldados fallecidos son legión, o que si el odio eterno entre Palestina e Israel se ha cobrado más vidas y de la forma más cruel imaginable. ¿Han calculado ustedes cuántos muertos salen por telediario? ¿Han pensado a cuántas imágenes horribles se exponen cada vez que entran en una red social? Eso sí que son muertos vivientes, de verdad, sin filtro, en un Halloween que dura todo el año. Y a veces la violencia la tenemos muy cercana como los sucesos recientes que hemos vivido en Cáceres. Si vas a un supermercado a comprar una botella de aceite te la encuentras con alarma, aunque el atraco sucede cuando pasas por la caja registradora… Me pregunto si habrá noticias buenas en este maremágnum de dolor en el que vivimos. Solo me queda recomendar no ver los telediarios ni exponerse a las redes sociales. Si acaso leer el Periódico Extremadura, que los periódicos son bálsamo para la mente y lenitivo para las heridas del corazón. Palabra.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-21148180142782730202023-10-25T01:06:00.003-07:002023-10-25T01:06:59.198-07:00Encuentros en Galisteo<p>Extremadura está llena de pequeños paraísos, lugares perfectos para una escapada que no son los que aparecen en los titulares de Fitur o están especialmente detallados en los folletos turísticos. Sin embargo, tienen el atractivo de lo verdaderamente auténtico. Es lo que me pasó hace unos días recorriendo Galisteo, en pleno Valle del Alagón, cuya fortaleza almohade merece una pausada visita para descubrir entre sus adarves los misterios de una comarca dominada por las almazaras y los viejos secaderos de tabaco. Por cierto que, antes de llegar a Galisteo hay que pasar por San Gil, con el encanto de su medio siglo como municipio de colonización.</p><p>Su muralla rodea la villa casi por completo y tiene itinerarios marcados para conocerla. Si el día es claro, como fue el caso, la vista de la comarca es única. Recorriendo sus piedras me topé con un peregrino del Camino de Santiago, un muchacho joven y alto, con su gorro característico y su vieira. La muralla está muy bien reconstruida con cantería de río. La Torre Homenaje, que llaman Torre Picota, aún necesita un empuje a su reconstrucción, y es un vestigio del palacio del siglo XIV construido por los cristianos. Cerca de ella, unos turistas franceses de avanzada edad se mostraban sorprendidos de la belleza de la fortaleza. Les aconsejé que visitaran Plasencia o Cáceres cuando acabaran. Más tarde, en Monfragüe vi a unos ingleses que habían instalado toda suerte de telescopios en el mirador del Salto del Gitano. Iban pertrechados con ropa de camuflaje y unos teleobjetivos espectaculares con los que apuntaban a las peñas para fotografiar a las rapaces. Extremadura es así. Nunca defrauda, ni al viajero que se pierde en un pueblo fuera de los circuitos turísticos, ni al ornitólogo extranjero que busca una imagen única para llevarse a su país. El turismo es un motor económico sostenible, que si se gestiona con cabeza puede convertirnos en un referente nacional. </p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-32741927125251109472023-10-17T00:43:00.003-07:002023-10-17T00:43:12.403-07:00Crónica desde el banquillo<p>A ras de campo cada balón que se disputa se siente como si estuvieras
en el propio terreno de juego donde se de jugaba el Veteranos CB
Badajoz-Leyendas Atlético de Madrid</p><p>
<br />
El maestro ‘Azorín’ escribía sus crónicas con la libreta apoyada en su
chistera y que eso de alguna manera marcaba el tono de sus escritos. El
pasado domingo tuve el honor de redactar la crónica del Veteranos CD
Badajoz- Leyendas del Atlético de Madrid desde el banquillo albinegro.
Todo ello fue gracias a la generosidad de nuestro compañero Paco Alegre,
histórico del club albinegro y a la sazón segundo entrenador de la
contienda.<br />
<br />
No soy cronista deportivo y muy poco futbolero, por eso estar junto a veteranos iba a ayudarme a preparar mi trabajo. Y así fue.<br />
<br />
De entrada, tenía el prejuicio de que un banquillo era una jaula de
testosterona incontrolada. Nada más lejos de la realidad. Los convocados
por Rogelio Palomo fueron ejemplo de educación, fair play y pundonor
deportivo. Los gritos fueron siempre de ánimo y de consejos para mejorar
el rendimiento.<br />
<br />
A ras de campo las cosas se ven distintas que desde la grada. Cada balón
que se disputa, cada jugada se siente como si estuvieras en el terreno
de juego. El esfuerzo, los sudores, el cariño que se pone en cada pase
se perciben muy cercanos, casi propios. <br />
Después está la empatía con el débil. No nos engañemos, el Veteranos del
Atlético de Madrid se nutrió de viejas glorias de sus filiales, que le
dieron un extra de fuerza y velocidad que acabó decantando el resultado.
Frente a ellos, los veteranos del Badajoz se esforzaron al máximo, con
‘Copito’ como principal estandarte, pero sin muchos frutos.<br />
<br />
Cuando el fútbol se limita a ser solo fútbol los resultados son
sorprendentes. Nunca he visto unas gradas tan agradecidas y tan volcadas
con los dos equipos. En el Viejo Vivero se sudó y se sintió la camiseta
a partes iguales. Ojalá los beneficios del partido den oxígeno
suficiente a ELA Extremadura.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-28723627153425515672023-10-03T02:07:00.003-07:002023-10-03T02:07:25.161-07:00El derecho de vivir en paz<p> El derecho de vivir en paz</p><p>Tras 50 años del golpe de Estado de Pinochet empiezan las condenas a los asesinos de Víctor Jara</p><p>Se cumple ahora medio siglo desde la ignominia del golpe de Estado de Augusto Pinochet contra el gobierno legítimo de Salvador Allende. Chile aún no se ha repuesto de las heridas que dejó una dictadura brutal, a pesar de que en la actualidad haya un presidente de izquierdas como Gabriel Boric. La chilena fue una de las dictaduras más duraderas del cono sur americano, asentada sobre la represión y miles de muertos. Entre ellos está el presidente, Salvador Allende, que defendió fusil en mano el Palacio de la Moneda tras pronunciar su famoso discurso sobre las «alamedas de la libertad» en 1973. Lo cierto es que entre los ciudadanos de ese país aún existe confusión sobre unos hechos tras los que, sin duda, estaban los EEUU y la CIA azuzando a los traidores.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVqWfBHdDRCJzpUqEic_MJST7WRH5JTbkN9Jb_3zjQjQiHgiJJrOuttDSULsAopbLNMJKL0SlrYQbyucgnwMygugY3klKVtd8yqjEfEF6TGLgzMqkJUW5P27l2DXHQQxe9awOM1ESWkAGeurAwW_mGTqH_rf0WvNX2EaMgMNUs_u1D3N7l5mJKd-dMtyQi/s1723/_fondocomun_Fotos_1-59%20(5911825).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1632" data-original-width="1723" height="303" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVqWfBHdDRCJzpUqEic_MJST7WRH5JTbkN9Jb_3zjQjQiHgiJJrOuttDSULsAopbLNMJKL0SlrYQbyucgnwMygugY3klKVtd8yqjEfEF6TGLgzMqkJUW5P27l2DXHQQxe9awOM1ESWkAGeurAwW_mGTqH_rf0WvNX2EaMgMNUs_u1D3N7l5mJKd-dMtyQi/s320/_fondocomun_Fotos_1-59%20(5911825).jpg" width="320" /></a></div><br />El Estado reconoce oficialmente 40.000 víctimas de ejecuciones sumarísimas, torturas y desaparecidos. Y eso es lo que reconoce, imagínense lo que habrá por debajo. No podemos olvidar a un dictador Augusto Pinochet que hasta los últimos años hizo alarde de una cobardía suprema para evitar la cárcel (fue detenido en Londres gracias al juez Garzón sin apenas consecuencias), falleciendo en 2006 sin condenas sobre él. Pero poco a poco la Justicia va poniendo a cada uno en su sitio, aunque tenga que pasar medio siglo. En agosto de este año el Tribunal Supremo condenaba a siete militares ya jubilados del secuestro, tortura y homicidio del cantautor Víctor Jara en el Estadio Chile, que hoy lleva su nombre. A finales de agosto se suicidaba un exmilitar condenado a 25 años por esos crímenes. Otros dos se han fugado de la justicia. Víctor Jara cantaba aquello de que tenemos ‘Derecho a vivir en Paz’. Esa fue su falta, por la que recibió mutilación, balazos y fue arrojado en la calle por quienes ahora huyen como ratas.<p></p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-16873322748078459552023-09-26T09:45:00.001-07:002023-09-26T09:45:09.421-07:00¡Grandi, Cruz, mu grandi!<p> ¡Grandi, Cruz, mu grandi!</p>
<p>Con Cruz Díaz se va un grande la cultura extremeña y uno de los últimos escritores en castúo <br />
<br />
<br />
Tan discretamente como vivió se nos fue la semana pasada Cruz Díaz
Marcos, uno de los pequeños gigantes de la poesía en extremeño. Si ya de
por sí escribir poesía es en la actualidad minoritario, hacerlo en
castúo es una osadía al alcance solo de unos pocos románticos. Me ha
dolido especialmente porque conozco su amor por las hablas extremeñas,
en concreto de la de Garrovillas de Alconétar, localidad en la que
impartió conferencias y tocó el acordeón con esa destreza que solo él
tenía. Este gran escritor y miembro de la Coral Cauriense tenía en
sangre lo extremeño, siempre desde un punto de vista inclusivo e
integrador. Viajó por toda la geografía regional ensalzando lo nuestro,
recitando sus poemas y dejando su música en casas de cultura y colegios.<br />
<br />
Natural de Casillas de Coria y funcionario del Ayuntamiento de Pescueza,
los inicios de su carrera poética están muy vinculados a El Periódico
Extremadura, donde publicó sus primeros textos. También en La Crónica de
Coria colaboró mensualmente y con una gran acogida entre los lectores.
Sus trabajos aparecen en innumerables antologías de la poesía extremeña y
sus libros tienen siempre un poso de ternura, amor a la tierra y
exaltación sensorial, en especial Los instantes vividos, cuya lectura es
más que recomendable. Debería ser obligatoria para los estudiantes
extremeños.<br />
<br />
<br />
Consulta aquí todas las noticias de Extremadura<br />
Consulta aquí todas las noticias de El Periódico Extremadura<br />
Ya cada vez quedan menos seres humanos como Cruz, tan transparentes, a
los que se le podía ver la bondad de su alma con solo mirarlo a los
ojos. La defensa del castúo sobrevive en pequeños colectivos como el
Órgano de Seguimiento y Coordinación del Extremeño y su Cultura, pero
queda más como una añoranza utópica que como una reivindicación política
real. Con Cruz se va un grande de la cultura extremeña en todas sus
manifestaciones y un buen escritor en el machadiano sentido de la
palabra. ¡Grandi, Cruz, mu grandi!<br />
</p>
<div class="moz-signature">-- </div>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-47162285347993563472023-09-19T01:30:00.003-07:002023-09-19T01:30:14.734-07:00Un misterio, dos caras distintas<p> Un misterio, dos caras distintas</p><p>Mientras que en el congreso mexicano se presentaban unas momias falsas como presuntos cadáveres de extraterrestres, la NASA admitía la realidad ovni en su esperado informe</p><p>La semana pasada, con apenas un día de diferencia entre ambas comparecencias públicas, uno de los misterios clave del ser humano mostró sus dos caras contrapuestas. Me refiero al enigma de los ovnis, que ahora se empeñan los más puristas en llamar UAPs. </p><p>Por un lado, nada menos que en el congreso de México, se presentaban con todos los honores unos presuntos cadáveres de extraterrestres que no eran más que una pantomima de momias falsas. Solo la solemnidad del lugar daba una leve pátina de credibilidad al empeño de un investigador local, Jaime Maussan, en darnos gato por liebre, como ya trató hace años con otra momia. </p><p>Por otro lado, en el cuartel general de la NASA en Washington DC, se presentaban los datos y evidencias recabadas sobre este fenómeno que, desde hace décadas, por no decir desde los albores del ser humano, nos sigue sorprendiendo a todos. En la actualidad, los ovnis constituyen un problema aeronáutico y de seguridad que afecta a todos los países de este planeta. La gran novedad es que por fin la NASA admite en rueda de prensa la realidad de los avistamientos. Literalmente, el informe presentado reconoce que el fenómeno UAP «es uno de los mayores misterios del planeta», aunque no señala la hipótesis extraterrestre como la única explicación, aunque no la descarta.</p><p>Quiero recordar que este misterio, en Extremadura, tiene un especial ejemplo en el caso del extraterrestre de la base de Talavera la Real. La madrugada del 12 de noviembre de 1976, tres soldados descargaron sus armas contra un ser verdoso de tres metros que levitaba. El principal testigo del caso, el pacense José Manuel Trejo, aún sigue arrastrando las consecuencias del encuentro. El enigma continúa, pero no es ninguna broma, se lo aseguro.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-62417068993250649682023-09-11T23:24:00.001-07:002023-09-11T23:24:05.665-07:00Aplausos al cielo<p>El 8-S me acordé de los muchísimos trabajadores que a lo largo de un
siglo han pasado por El Periódico Extremadura, muchos de ellos con una
labor discreta, prudente y callada</p><p>
<br />
<br />
He asistido a lo largo de estos 32 años de ejercicio profesional a
muchos Días de Extremadura. Claro está, nunca con tanta emoción ni
orgullo como en este último. Quisiera resaltar que no había escuchado
tantos aplausos improvisados a los reconocidos con los galardones del
8-S. En las gradas del Teatro Romano de Mérida se aplaudió a rabiar y se
hizo de corazón, especialmente cuando salía en la pantalla alguna
imagen de El Periódico Extremadura o se le citaba. No era una clap
orquestada artificialmente la que daba palmas. Ni siquiera los aplausos
correspondían solo a los trabajadores que nos habíamos desplazado allí.
El hemiciclo lo hacía por completo, con fuerza, agradecimiento,
sinceridad y orientaba sus manos hacia donde estábamos los curritos,
algunos por cierto, trabajando in situ. En esos momentos me acordé de
los muchísimos trabajadores que a lo largo de un siglo han pasado por la
casa, aportando, cada uno en su momento, el esfuerzo para llegar a
estos cien años que no son meta, sino solo un hito en una carrera que
apunta más lejos. Ojalá esos aplausos se hayan oído en el cielo donde
ahora tantos profesionales de la casa descansan del trajín informativo. <br />
<br />
Eso sí, si hubiera habido un ‘aplausómetro’, la palma se la hubiera
llevado la Unidad de Oncohematología del Materno de Badajoz. Entre el
público no solo había padres de niños que han superado la enfermedad,
sino también aquellos que no pudieron hacerlo. Fíjense qué nivel de
agradecimiento. El pasado viernes sentimos el calor de toda una región.
Después vendrá el día a día. Los medios de comunicación debemos ser
«incómodos», como dijo la presidenta María Guardiola y seguiremos siendo
molestos para el poder como el tábano de Sócrates y criticados como él.
Aún así, ahora sabemos que el esfuerzo merece la pena con creces.</p>JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-107760220120026329.post-91146785855540449062023-09-05T00:34:00.003-07:002023-09-05T00:34:49.837-07:00Gala, en la tarde infinita<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu9wsb_oKeQP0aI2PdEjIBN0dlsV-1fuCPtP_T4cnYTpd4t9UoNFUbbq_Cj6NNwF9be8-EZJBuZ1xy1fg5dHguP9XpX-79BpEbhQ6wrfzQOASTIStG9gkm1sNRjRtkBZB4YhiGvdRpfZhf2Lz7T-K8HfipIhu--6nr_BIiVxWPPgzlrI1S-m4BB-NBXTzp/s2048/369205085_10228130039013458_6694227673489307677_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu9wsb_oKeQP0aI2PdEjIBN0dlsV-1fuCPtP_T4cnYTpd4t9UoNFUbbq_Cj6NNwF9be8-EZJBuZ1xy1fg5dHguP9XpX-79BpEbhQ6wrfzQOASTIStG9gkm1sNRjRtkBZB4YhiGvdRpfZhf2Lz7T-K8HfipIhu--6nr_BIiVxWPPgzlrI1S-m4BB-NBXTzp/s320/369205085_10228130039013458_6694227673489307677_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p>
<br />
Gala, estoy persuadido de que nos ves por un diminuto pliegue del
espacio-tiempo. Y que con tu eterna curiosidad felina contemplas a los
viandantes de la calle Oaxaca ajenos al tráfago, a las urracas graznando
mientras construyen sus nidos y cómo el último sol del atardecer parece
que incendia las ventanas de los edificios. Ahora, Gala, estás en la
tarde eterna, en la que el sol no se llega a poner nunca. Sospecho que
echas de menos a tu inseparable y molesto Dalí, robándote el pienso del
cuenco mientras huye veloz hacia la cocina con una sonrisa mezcla de
delectación y pillería. Sí, Gala, tú nos ves desde un aleph borgiano, en
el otro lado de este plano de la existencia. Desde allí contemplas el
podio desde el que señoreabas el barrio y veías a los niños señalándote
camino de la escuela gritando: «¡Mira, mamá, la terraza de los gatos!».<br />
<br />
Siento que nos espías tendiendo la ropa allí donde en tu vida terrenal
te pasaste los días dormitando y escudriñando horizontes. Como ves, Ana
me sigue riñendo por no saber poner las pinzas en el pliegue en el que
no deja marca. Dalí te busca con la mirada y no comprende tu ausencia en
el rascador, al que no se atreve a subir. Allí está la pelota de los
moños que has conservado durante 12 años en los que nunca bufaste a
nadie. Ay, Gala, me dijeron que los gatos eran seres psicopompos. Es
verdad. Has guiado nuestras almas sobre caminos de comprensión infinita
al mundo animal, sobre el respeto a la vida, por pequeña que sea. Tú me
has inspirado mucho más que textos literarios o periodísticos. Me has
enseñado que es posible vivir en máxima armonía con el mundo, solo
contemplando las flores, las nubes que se nos escapan, los ciclos de la
tierra, en definitiva, las cosas que verdaderamente tienen importancia. JUAN JOSÉ VENTURAhttp://www.blogger.com/profile/17001010347409272533noreply@blogger.com0