martes, 24 de junio de 2008

Líderes, por fin, en una clasificación mundial

Por fin los primeros en un ranking. Pero no canten victoria aún. No somos punteros en investigación, ni en laboriosidad. Lo nuestro es ominoso y vergonzante, como mínimo. Según el Observatorio de Internet, España es el primer país del mundo en generar bulos internáuticos. O sea, que estamos en la cumbre de la difamación o de la exportación de bolas y mentiras. No me extraña. El carácter español es terreno abonado para la difusión de mitos, medias verdades y otras lindezas. Difama, que algo queda. En muchas ocasiones el tener un trabajo en un medio de comunicación te sobreexpone a este tipo de datos y siempre hay algún pesado de turno que te cuenta una historia para no dormir.

Todos hemos escuchado que los pechos de una conocida figura del famoseo explotaron durante un viaje en avión. Recuerdo también que un político socialista que salió elegido tras unas primarias fue relacionado con un poderoso lobi rosa . Y basta con que vivas solo y tengas algo de sensibilidad para que se hable a la ligera de tus preferencias amatorias.

Todos sucumbimos, desgraciadamente, a este tipo de tentaciones. Parece que hay un rebuscado placer en hablar mal de la gente, en propagar un defecto que, por la teoría del rumor, acaba deformado en los oídos de alguien que lo proclamará a los cuatro vientos. Lo cierto es que hay quienes en el río revuelto de la mentira tienen la asombrosa facultad de emerger, limpios de polvo y paja, sin saber que su alma está carcomida por la podredumbre más nauseabunda. Refrán: Quien difama tiene su alma hipotecada.

martes, 17 de junio de 2008

Atrapados por las nuevas adicciones

Me ha sobrecogido la noticia de dos niños adictos al teléfono móvil y a la mensajería instantánea por internet. A la vez no me pilla por sorpresa saber que la necesidad de comunicación llevó a estos tiernos infantes a destinar el dinero de las propinas paternas a recargar sus teléfonos. Han tenido que ser ingresados y tardarán dos años en curarse. Vivimos en la sociedad de la soledad y esos mensajes inmediatos son un lenitivo contra el dolor de encontrarse desvalidos en medio de tanta gente. Cuando las cartas ya son un vestigio digno de arqueólogos, el email se ha transformado en la única muestra de cariño del ser humano moderno. ¡Qué tiempos aquellos de las cartas perfumadas, las lágrimas en el papel y el carmín de los besos sobre las letras!

No obstante, he de reconocer que yo mismo, cuando llego a casa, en el silencio de mi cubículo necesito hablar por internet con algún amigo, simplemente por la satisfacción de que alguien me dé las buenas noches.

Cuando comencé a chatear, hace casi una década, entré en un chat de peces tropicales y allí entablé amistad con una mujer latinoamericana. Cuando puso la webcam y la escuché por el micrófono casi hago al instante una reserva de avión a Venezuela. Vivía en la Mérida de allí. Hemos hablado durante años. Me presentó a su familia. Me enviaba fotos siempre en la playa o la piscina. A los cuatro años de chat me ofreció 3.000 dólares por casarme con ella. Desde entonces solo he querido hablar con aquella mujer de peces tropicales, pero no le interesa. Refrán: En el chat, como en la vida, casi todo es mentira.

martes, 10 de junio de 2008

Frases de oro de la hostelería regional

Siempre he admirado los atractivos turísticos y gastronómicos de Extremadura. Algunos malintencionados me piden que los compare con Sevilla para ver si me pillan en un renuncio. La verdad es que, si no fuera por pequeños detalles, Cáceres podría estar entre las mejores ciudades del país. El principal problema que veo es el de la formación, a pesar de que, por lo general, hay buenos profesionales.

--¡No se os ocurra pedir café, porque que no tenemos café!, le gritó un camarero sin decir ni buenas noches a unos sevillanos que traje a ver la ciudad monumental. Además de preguntarnos qué tiene que ver el horrendo pato Donald de la plaza con el Patrimonio de la Humanidad, tuvimos varios tropiezos con ´delicados´ camareros.

Hace breves fechas pedimos varios amigos unas tostas. Tras casi una hora de retraso tuvimos que irnos a otro bar. En ese segundo bar nos dijeron:

--No van a estar las tostas, así que pagad las cervezas e iros.

Fuimos a un tercer bar y allí también tuvimos problemas con este ´complejo´ plato, digno de Adriá :

--Señora, las tostas no se hacen solas ¿entiende?, fue la "amable" contestación de otro maestro de la barra a una de nuestras acompañantes cuando le apremió.

Y hace años, en una excursión por una comarca turística norteña el dueño del comedor nos dijo cuando le pedimos mesa:

--Ya he hecho la caja del día, así que, aunque hay mesas libres, no les voy a atender...

Tengo que decir que el establecimiento cerró poco después, a pesar de que siempre estaba lleno. Refrán: Donde las toman, las dan. Es la selección natural.