martes, 22 de agosto de 2023

Pechos al aire

 Pechos al aire

Hay que normalizar los pechos a ojos vista e incluso liberarlos del martirio de los sujetadores


Hace escasas fechas, al abrir la puerta de mi ascensor, me topé con una mujer joven con un seno al aire. En ese mismo momento su bebé se había destetado, dejando su busto al descubierto. Mi reacción fue de sonrisa cómplice y de buenos deseos para el pequeño. Todo fue normal y sencillo. Yo diría que hasta agradable. Sin embargo, últimamente eso de ir a pecho descubierto causa revuelo e incomodo. Bueno, lo de ‘últimamente’ no es cierto, porque la involución en la que vivimos nos hace percibir los senos a la vista (normalmente una parte muy hermosa del cuerpo) como una amenaza. Dan miedo y no lo entiendo. Quizá porque sea zona hipersexualizada.  


Al parecer todo empezó con un concierto de la cantante Rocío Saiz en Murcia, en el que se quedó desnuda de cintura para arriba interpretando el ‘Cómo yo te amo’ de Manuel Alejandro. Un policía se extralimitó y la detuvo en el escenario en un sindios propio de una película de Berlanga. Le ha seguido la estela Eva Amaral, de quien recuerdo sus vínculos con Cáceres, pues era sobrina de ‘El Nano’, personaje icónico de la ciudad. Con un cuarto de siglo de experiencia a sus espaldas, Amaral reivindica el cuerpo femenino en una imagen que me recuerda a La Libertad guiando al pueblo, el cuadro de Delacroix. Solo pide libertad para el cuerpo femenino, excesivamente encorsetado por la moda y los prejuicios. Deberíamos normalizar los pechos a ojos vista, e incluso liberarlos del martirio de los sujetadores, percibiéndose por encima de la ropa. ¿Por qué ese miedo al pezón nutricio? Nunca lo entenderé. Tenemos que dejar de etiquetarlo todo. Ni la que lleva el pecho desnudo incita al sexo, ni si fuera así sería malo en sí mismo. Ojalá pudiéramos normalizar el desnudo. Nos ahorraríamos muchas sesiones de psiquiatría. Ya lo dijo Rigoberta Bandini en aquella canción.