martes, 5 de octubre de 2021

Un nuevo modelo para la Feria de Zafra

La pandemia nos ha obligado a replantearnos modelos que creíamos inamovibles. En el mundo de los certámenes agroganaderos también. Es la impresión que saco de la última edición de la Feria Internacional Ganadera de Zafra (FIG). Las especiales circunstancias por las que atravesamos obligaron a suprimir la feria lúdica y la comercial.

En la nave del ganado charolés, limusín y blonde de Aquitania, la semana pasada, en conversación con profesionales del mundo de las finanzas y la ganadería regional todos estaban de acuerdo con que esta edición de la FIG abre la puerta a un nuevo modelo organizativo. Los ganaderos, en su mayoría, creen que deberían habilitarse unos días en exclusiva para ellos, para los profesionales, sin visitas del público. Sé que lo que digo no es popular y políticamente incorrecto. Lo cierto es que afirman haber trabajado como nunca y que los animales apenas han sufrido estrés. Los concursos morfológicos se han desarrollado sin aglomeraciones. La profesionalización de la feria es el camino. La foto aérea de la feria copada por un millón de visitantes está muy bien, pero solo es, al fin y al cabo, mera propaganda, una anécdota.

 Volver a la Feria de Zafra ha sido toda una experiencia. Los mayorales me saludaban jaleando entre palmas, en un ambiente de celebración. Muchos ganaderos se me abrazaron como si mi presencia fuera otro síntoma de la vuelta a la normalidad. Creo que si son el motor de la feria es justo que tengan días específicos para ellos, como sucede en el caso de Fitur, cuyas primeras jornadas están reservadas solo para profesionales del turismo. Lanzo la propuesta. Quizá no sea muy popular y siente mal en algún despacho, pero creo que hay que separar lo lúdico de lo comercial y ganadero. Todos saldremos ganando y nuestros grandes campeones no se estresarán. Refrán: En la feria has de ser mercancía o mercader.