martes, 24 de febrero de 2009

Experiencias en los aseos de caballeros

Los aseos de caballeros parece que últimamente son un lugar para todo menos para la toilette masculina. Al parecer la práctica de sexo en los baños es uno de los problemas de más difícil solución de la estación de autobuses pacense. Y digo yo ¿no hay otros lugares en el mundo para estos menesteres? Es como cuando pregunté a un amigo sobre el lugar más raro donde había hecho el amor.

--Pues en la cama, pardillo...

Recuerdo que el famoso pub Arny de Sevilla estaba junto a la estación de autobuses e imagino que si pierdes el bus de Lepe o Chipiona lo mejor es tomarse allí algo con los parroquianos...

En un baño de la Madrila Alta tuve una experiencia con un tipo que me conminaba con un rápido guiño con la cabeza a meterme unos polvos blancos por la nariz en el baño. ¡Qué miedo!

Otro aspecto son las pintadas que aparecen en las puertas de los servicios:

--"Hazlo tranquilo, hazlo contento, pero por favor: ¡hazlo dentro!", rezaba una inscripción.

Otras pintadas son referentes también a urgencias físicas, dejan teléfonos y dan muchos detalles corporales.

Yo he contado alguna vez que en Cáceres me encontré con un tipo de pelo rapado y bandolera que me hizo una disección de arriba a abajo con la mirada en los baños de la estación de autobuses con libidinosa intención.

En definitiva, los seres humanos somos muy complicados. Hemos construido algo que solo sirve para hacer una cosa y allí hacemos de todo menos esa cosa. ¡Qué país! Refrán: Cuando vayas al mingitorio no seas el chivo expiatorio .

martes, 17 de febrero de 2009

Apuntémonos al estilo de vida a lo ameba

Después de que este fin de semana san Valentín dejara vacíos los bolsillos de adolescentes incautos y románticos al borde de la diabetes leo con estupor la llegada de una nueva moda: el orgullo asexual, también conocido como el ´estilo de vida ameba´.
Al parecer se trata de una nueva orientación sexual --la cuarta hasta el momento-- que empieza a "salir del armario". Según Anthony Bogaert , profesor de Psicología de la Universidad de Brock, en Canadá, existe un importante colectivo social que no tiene interés ni atracción por el sexo y que supone entre el 1% y el 3% de la población. Asexuales históricos, según el profesor, serían Dalí , Chopin o Isabel I de Inglaterra . Por lo visto, el colectivo asexual quiere reivindicar su carácter no patológico, así como explicar lo mal que lo pasan en un mundo para ellos demasiado sexual. Al parecer, los asexuales pueden tener pareja y acceder puntualmente a tener sexo, puesto que son aptos para ello. Pero no les gusta.
Lo mejor, según el estudio, es que los asexuales se casen entre ellos, porque --paradójicamente-- necesitan tener pareja y les causa mucho estrés no tenerla. Por lo visto, se están convirtiendo en un lobi de presión en Inglaterra y tienen sus web donde hablan del Amoebe Lifestyle . También sufren porque "quieren salir del armario" al sentirse excluidos de una adolescencia con demasiada revolución hormonal. De momento, yo voy a leerme los estatutos de la "vida a lo ameba" a ver si me pongo de moda y me reproduzco por bipartición. Sería lo suyo. Refrán: ¡Prueba, prueba a vivir como una ameba!

martes, 10 de febrero de 2009

Mis sospechas sobre el Facebook y similares

La moda de las páginas webs de relaciones personales me inquieta. Parece que hay un regusto especial por exhibirse. Nos molestan las cámaras de seguridad pero, a la vez, dejamos en internet mensajes de socorro con nuestros nombres y apellidos, nuestras fotos y anhelos personales más íntimos. Es la última locura de Facebook, Badoo, hi5, Tagged y otros sitios similares.

Lo cierto es que tras visitar esas webs he empezado a recibir mensajes de Rocío, María Marcela, Gaviota, Susanna, Ana, Cecilia, Lupebea, María Angeles, Leidi M., María Teresa, Mónica L., Gema González, Erica Rech, Rayo de Luna de Cáceres y Rosa de Badajoz, entre otras. Todas ellas están deseosas de conocerme. Y digo yo ¿de dónde viene este desmesurado interés por mí?

Todo eso me escama mucho. Hace años recibí un mail de una mujer latinoamericana afincada en Cáceres. El destino quiso que yo la conociera por ser la secretaria de una empresa a la que había ido a hacer un reportaje. Amablemente le contesté y jamás recibí respuesta. Lo cierto es que el perfil que adjuntaba no se correspondía en nada a su situación personal. Hasta en la foto se había quitado mofletes. El azar hizo que coincidiéramos en otra ocasión, en la que fui obsequiado con su desdén. ¿Por qué entonces ponerse en contacto conmigo? Me da en la nariz que en estas páginas todo es filfa, que nadie es lo que aparenta, que hay más mentiras que verdades, y que en este río revuelto quien gana es un señor que está en norteamérica secándose el sudor con los dólares que genera nuestra completa estulticia.Refrán: Si quieres darte a conocer no utilices internet.

martes, 3 de febrero de 2009

Letizia olvida sus tiempos de ´currita´

Parece mentira que la Princesa de Asturias, Letizia Ortiz , haya sido periodista. Desde su ascensión al olimpo de la realeza las relaciones de la Casa Real con los ´curritos´ de la información han ido a peor. Yo pensaba que eran exageraciones de la ´prensa rosa´, pero esta última Fitur me he dado cuenta de que no. Cuando me disponía a entrar en Ifema, como desde hace 15 años, me pararon en la puerta y me dijeron que mi credencial no valía, que no tenía el "punto rojo" de la Casa Real. A mí el "punto rojo" me lo ponían en las notas de párvulo si me portaba mal. Hasta las doce no podía acceder al recinto porque los Príncipes de Asturias visitaban la feria y "no querían prensa". Tal fue la indignación de los que nos agolpábamos allí que nos dejaron pasar. Pero cuando iba a ingresar en el pabellón extremeño un guardia de seguridad me daba el alto con la misma consigna. Detrás, un policía nacional estaba proclive a dejarme pasar, pero el "segurata" se empeñaba en que eran órdenes estrictas. Menos mal que Juan Pedro Plaza , gerente del Patronato de Turismo de Badajoz, en ese momento me dio una credencial de expositor. Con este sistema fuimos entrando todos los redactores. Por cierto, que el adjetivo de marrullera se queda corto para describir a la Escolta Real. En fin, parece que doña Letizia ha olvidado sus malos tragos como redactora. Fue el comienzo de Fitur. Después siguieron tres días de siete ruedas de prensa diarias de media, subsistiendo a base de vinos de honor. Nada de guateques, aunque quien quiso fiesta la tuvo. Madrid es así. Ay, princesa Letizia, tú que eres tan lista, ya no te acuerdas de cuando eras sólo periodista .