Este jueves 29 de junio celebraremos la 28 edición de los Premios Empresario Extremeño del Año, y por añadidura nuestro centenario, en una ceremonia-espectáculo en el Castillo de la Arguijuela. Cuando pienso en el ganador del máximo galardón, Luis García-Torremocha, se me viene a la cabeza un término deportivo, pero perfectamente aplicable al mundo de los negocios: remontada. Tras un incendio en su factoría de reciclado de componentes electrónicos, no solo consigue volverla a poner en marcha en tiempo récord, sino que además la dota de las últimas tecnologías. Si pensamos, por ejemplo, en Bombones Valcorchero, otro ganador, también el término es apropiado. Sus fundadores estaban en edad de jubilación, en plena pandemia, con un producto bueno, pero no actualizado. Su hija decide ponerse al frente de la empresa, renovar por completo la gama y abrir nuevos mercados.
Si pienso en el doctor Florencio Monje Gil sucede tres cuartos de lo
mismo: profesor en la facultad, clínica propia, escritor… No necesita
más complicaciones y diseña un videojuego para enseñar sus técnicas a
doctores de todo el mundo a través del móvil. De Manuel García Barra qué
decir… Su vida es una remontada constante a través de distintos
contratiempos, con un incendio incluido. O Cambio Energético, que empezó
en un sector donde no había tradición y se convirtieron en líderes
nacionales. Remontada: Superarse ante la adversidad hasta darle la
vuelta a la tortilla. Ése es el espíritu que nos debe mover cada día.
Remontadas extremeñas las hay históricas: la del Liverpool contra el AC
Milán, en la Final de la UEFA Champions League de 2005. Rafa Benítez
algo dijo a sus jugadores que les motivó a dar la vuelta al resultado de
forma épica. Es lo que estamos logrando nosotros día a día en nuestra
edición digital. Remontada. Sí, ese es nuestro espíritu desde hace cien
años.