martes, 18 de agosto de 2020

Neowise, el rey de la dehesa

Los grandes acontecimientos de la historia del mundo siempre han ido acompañados de la aparición de un cometa a simple vista. El propio nacimiento de Jesucristo fue anunciado por la famosa estrella de Belén que guió a los Reyes Magos. Las grandes pestes que han asolado nuestro planeta se han visto relacionadas con el paso de cometas, eclipses y bizarras conjunciones cósmicas. La pandemia que vivimos no podía ser menos. Su cometa tiene de nombre C/2020 F3 Neowise y es uno de esos espectáculos maravillosos y gratuitos que nos ofrece el universo. No han hecho falta grandes telescopios para verlo. Extremadura es uno de esos espacios en los que la contaminación lumínica es tan reducida que propicia el avistamiento al neófito gracias a un cielo cristalino. Solo he necesitado de una de las muchas aplicaciones móviles gratuitas para identificar constelaciones. En algún caso tuve que tirar de prismáticos porque parecía una estrella borrosa, como difuminada, de color verde. Pero ahí estaba. Después llegó el momento de fotografiarlo. En YouTube hay miles de expertos que te enseñan a configurar la cámara. Eso es un poco complejo, pues hay que manejar conceptos como tiempo de exposición, apertura de diafragma y sensibilidad, además de tirar de trípode e intervalómetro. Y al final, tras varios intentos, me llevo el recuerdo de noches llenas de emoción y unas fotografías históricas. Este fin de semana le tocó el turno a las Perseidas, las estrellas fugaces que pueden disfrutarse hasta el próximo 24 de agosto. Me fui a los Barruecos y allí, me recosté sobre una gran lancha granítica, para ver las lágrimas de San Lorenzo. Pensé en el incierto futuro que se nos dibuja y deseé con todas mis fuerzas que esta pesadilla acabe cuanto antes. Refrán: Cuanto más fuerte sopla el viento, más alta vuela la cometa.