martes, 23 de enero de 2024

Extremadura, un 'extra' en Fitur

 Extremadura, un ‘extra’ en Fitur

Nuestra región es un verdadero reservorio de experiencias fuera de lo habitual que para comprenderlas en su correcta dimensión hay que vivirlas in situ, y que no obedecen al viejo trueque de ‘sol por dinero’

Si no me salen mal las cuentas la que comienza mañana será la Feria Internacional del Turismo (Fitur) número 30 que cubriré para el Periódico Extremadura. 


En estas tres décadas el turismo y la forma de promocionarlo han cambiado mucho. Lo que sí permanece incólume es la belleza de Extremadura. Con el tiempo he aprendido a amarla, visitando sus rincones más recónditos y asistiendo de testigo a sus tradiciones dignas de estudio antropológico. Por eso, esta campaña ‘Extremadura extraordinaria’ me parece realmente acertada. Nuestra región es un verdadero reservorio de experiencias fuera de lo habitual que para comprenderlas en su correcta dimensión hay que vivirlas in situ, y que no obedecen al viejo trueque de ‘sol por dinero’. Como tampoco estuvo mal aquel primigenio eslogan ‘Extremadura, naturalmente’. Cada administración sumó un peldaño más a la difusión de una tierra que ya no es esa «gran desconocida». Ese tópico es historia y ha sido gracias al trabajo de todos.

En treinta años anécdotas de cobertura informativa en Fitur hay muchas. Algunas sucedieron dentro del recinto de Ifema y otras fuera del horario promocional. Recuerdo aquellos primeros tiempos de cenas nocturnas, de degustaciones opíparas y de participantes que empalmaban noche con día. Sus ojeras les delataban. Recuerdo aquellas fiestas que organizaban países como Brasil, que convertían las discotecas en verdaderos sambódromos.

 Hubo momentos en los que la oferta regional se dispersaba por todo Ifema y las ciudades más potentes iban por su cuenta. También recuerdo la presentación de la isla de Valdecañas o de Las Edades del Hombre, así como los distintos pareceres que despierta el estand de Extremadura. Ustedes no lo saben pero los profesionales de la información trabajamos como piojos en costura en unas cabinas minúsculas en las que la actividad es frenética durante jornadas maratonianas. Al final Fitur es también un gran escaparate para que los políticos tengan sus minutos de gloria en la capital de España y puedan sacar pecho. Pero, que sepan que lo importante no sucede en la sala de prensa, sino en la zona de encuentros de los profesionales. Ahí está la madre del cordero. De sus resultados dependerá el año turístico y los flujos de viajeros. Como siempre lo importante es algo donde no se suele poner el foco.