martes, 8 de mayo de 2007

BESOS, BESOS, BESOS...


Besos de amor. Besos de Judas. Besos de hermano. Besos sinceros. Besos pagados. Besos de compromiso. Besos de corazón. Besos privados. Castos besos entre primos. Besos con lengua y con pecado. Besos en la frente. Besos en el pelo y con abrazo. Besos en la penumbra del cine. Besos de la muerte. Beso del ahogado. Labios contra mejilla. Labios contra labios. Lengua con lengua. Beso pequeño del sabio. Beso de la madre con el niño rebelde. Beso del padre a la hora de dormir. Beso negro. Besos comprados. Beso para despertar a Blancanieves. Besos con cuento. Besos de cine. Besos que se olvidan y ósculos olvidados. Besos en la ducha. Besos húmedos que te dejan mojado. Besos de presentación. Besos en las manos. Beso en el anillo papal, con reverencia y beneplácito. Beso del adiós en la estación. Beso de la mujer araña. La despedida sin beso es un chasco. Un beso vertical es un sexo desplegado. Primer beso. Primer desengaño. Labios gruesos para besos de contacto. Maratón de besos que duran días o años. Besos hasta que te pueda el cansancio. Besos en la noche que confunden. Saliva que sabe a humo y a ceniza de tabaco. Besos en la espalda, en cada lunar de tu cuerpo, donde cada día encuentro un milagro. Besos contra las balas, la mala baba y la guerra. Besos que son un torbellino en los labios. Besos mal pagados. Besos entre amigos. Besos entre hermanos. Besos para parar un barco, cargamento de caricias. Besos, besos, besos... ¿A dónde, dime, a dónde van los besos que te estoy entregando? Refrán: El peso del mundo es un beso enamorado .

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