martes, 17 de octubre de 2023

Crónica desde el banquillo

A ras de campo cada balón que se disputa se siente como si estuvieras en el propio terreno de juego donde se de jugaba el Veteranos CB Badajoz-Leyendas Atlético de Madrid


El maestro ‘Azorín’ escribía sus crónicas con la libreta apoyada en su chistera y que eso de alguna manera marcaba el tono de sus escritos. El pasado domingo tuve el honor de redactar la crónica del Veteranos CD Badajoz- Leyendas del Atlético de Madrid desde el banquillo albinegro. Todo ello fue gracias a la generosidad de nuestro compañero Paco Alegre, histórico del club albinegro y a la sazón segundo entrenador de la contienda.

No soy cronista deportivo y muy poco futbolero, por eso estar junto a veteranos iba a ayudarme a preparar mi trabajo. Y así fue.

De entrada, tenía el prejuicio de que un banquillo era una jaula de testosterona incontrolada. Nada más lejos de la realidad. Los convocados por Rogelio Palomo fueron ejemplo de educación, fair play y pundonor deportivo. Los gritos fueron siempre de ánimo y de consejos para mejorar el rendimiento.

A ras de campo las cosas se ven distintas que desde la grada. Cada balón que se disputa, cada jugada se siente como si estuvieras en el terreno de juego. El esfuerzo, los sudores, el cariño que se pone en cada pase se perciben muy cercanos, casi propios.
Después está la empatía con el débil. No nos engañemos, el Veteranos del Atlético de Madrid se nutrió de viejas glorias de sus filiales, que le dieron un extra de fuerza y velocidad que acabó decantando el resultado. Frente a ellos, los veteranos del Badajoz se esforzaron al máximo, con ‘Copito’ como principal estandarte, pero sin muchos frutos.

Cuando el fútbol se limita a ser solo fútbol los resultados son sorprendentes. Nunca he visto unas gradas tan agradecidas y tan volcadas con los dos equipos. En el Viejo Vivero se sudó y se sintió la camiseta a partes iguales. Ojalá los beneficios del partido den oxígeno suficiente a ELA Extremadura.