martes, 17 de abril de 2012

Trampas

Siempre me inculcaron que hacer trampas para conseguir algo estaba mal, muy mal. Por eso cuando leo que un deportista de la talla de Dani Pedrosa ha sido detenido por utilizar un sofisticado sistema para copiar y por pagar a una trama organizada para sacarse el carné de 'patrón de barco' siento auténtica pena y vergüenza. Alega que fue mal aconsejado, pero yo me pregunto por qué un campeón de su valía tiene que recurrir a esas artes para lograr un reconocimiento. Y no es el único: el presidente de Hungría nada menos ha tenido que dimitir porque se ha demostrado que su tesis doctoral fue copiada en casi un 90%, un pecado de juventud que le ha pasado factura con el paso del tiempo. También como Pedrosa fue gran deportista y cosechó varias medallas de oro de sable en los Juegos Olímpicos en México y Múnich. Lo mismo le sucedió al ministro de Defensa alemán, Karl-Theodor zu Guttenberg , que soñaba con suceder a Merkel ; a la vicepresidenta del Parlamento europeo, Silvana Koch-Mehrin ; y a la secretaria de Estado francesa Rama Yade , que publicó un libro con la mayoría de las citas copiadas y sin comillas. Todo esto me recuerda a Roldán , que sobre el papel tenía varias carreras, pero que al final todo era pura filfa. ¿Qué mundo hemos construido a base de mentiras? ¿Qué podemos esperar de políticos y profesionales que han llegado a estos altos cargos a base de embustes? ¿Cómo inculcamos a nuestros hijos el valor del esfuerzo personal? Noticias como ésta me llenan de desesperanza y me confirman que la crisis económica tiene su origen en una falta de ética generalizada hace ya mucho tiempo. Refrán: El que hace trampas jugando, al infierno se va caminando.