lunes, 14 de abril de 2014

Adiós a Helio Díaz, histórico comercial

Los periodistas solemos tener mucha prevención hacia la publicidad. Muchos en cuanto que ven cierto tufillo comercial huyen como escaldados o invocan solemnes códigos deontológicos olvidados completamente hasta ese momento. Ayer, la familia de EL PERIODICO EXTREMADURA dijo adiós a un comercial histórico de la casa, Helio Díaz . No voy a hacerle un panegírico. Voy a recordar la compleja, difícil y a la vez poco (re)conocida labor de los comerciales. Helio, a pesar de que sus derroteros profesionales se centraron en la función pública, supo vender publicidad en EXTREMADURA como pocos. Siempre con sonrisa, afable y hablando claro, sin chalaneos. Recuerdo su buena mano con comerciantes históricos de la ciudad. Vender cualquier cosa es difícil, pero vender un módulo en un periódico es una tarea audaz, que requiere de temple, mano izquierda, saber estar y conocimiento. Helio hizo siempre gala de todos estos atributos. Recuerdo que me llamaba "intrépido", con una sonrisa bajo su sempiterno bigote, cuando todo el mundo sabe que no tengo nada de ello. He compartido con él ferias, actos en concesionarios de coches y muchas aperturas de tiendas. Me parece que él dignificaba una profesión para la que tenía grandes dotes. Sé que es complicado ser periodista, pero la tarea comercial, in situ, luchando con la 'puerta fría', y muchas veces con clientes que son unos 'petardos', tiene su miga. Y los nombres de los comerciales no aparecen diariamente en los periódicos a pesar de que ellos son los que incrementan el haber en la tesorería, sirven para pagar nóminas y cumplir objetivos presupuestarios. Refrán: Gente de trato llano, ésa es de mi agrado.