martes, 10 de mayo de 2016

Otra maleta con la vida de Lorca

Juan José VenturaJuan José Ventura
10/05/2016

Con Federico García Lorca siempre hay una maleta, un catálogo de recuerdos preservados de los cotillas, tesoros literarios que el poeta quiso que se conservaran en la intimidad más recóndita. Si la famosa maleta de Agustín Penón , un escritor norteamericano que se infiltró en la Granada de los duros 50, reveló datos sorprendentes, ahora son los recuerdos de Rafael Rodríguez Rapún , el gran amor del poeta, los que ayudan a recomponer un rompecabezas sentimental y literario roto por su fusilamiento en el barranco de Víznar. Un reportaje en El Mundo revela que las vidas de ambos vivieron una suerte de sincronicidades. Se conocieron en La Barraca, ese teatro andariego que llevaba la cultura allí donde se necesitaba. Si Lorca fue fusilado la madrugada del 17 al 18 de agosto de 1936, su amigo-amante fallecía exactamente un año después, en un hospital de Santander. La muerte del poeta lo había llevado a luchar por la República con rango de teniente de artillería. Sus hermanos María y Tomás Rodríguez Rapún han conservado todos estos años una caja y una maleta llena de documentos sin publicar, fotos dedicadas, dibujos que el granadino le dedicaba a su amante. No obstante, se sospecha que aquello que era más comprometido fue abandonado o se destruyó, ya que la casa familiar fue alcanzada por un obús. Los familiares nunca ocultaron la relación de amor entre ambos, pero no era un tema que les gustara sacar. Han sabido guardar su intimidad por encima de cualquier tentación editorial. Ese material serviría para perfilar cómo fueron los dos últimos años de vida de ambos. Incluso se puede extraer que Lorca no se fue de gira teatral con Margarita Xirgu a América porque quería estar con Rapún, con quien tenía una relación más bien tormentosa de encuentros y desencuentros. Con Lorca fuera de España en 1936 la historia hubiera cambiado. De esa pasión nacen los Sonetos del Amor Oscuro, versos a un amor que no podía entonces hacerse público. Ahora, afortunadamente las cosas han cambiado por completo. Refrán: "Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir" Federico García Lorca.