martes, 12 de septiembre de 2017

Albardonedo, adiós al factótum del ovino

En la última edición del Salón Ovino de Castuera hubo muchos momentos para la emoción, como la entrega del primer premio Francisco Aragón a Juan Esquinas Balmaseda, natural de Cabeza del Buey y ligado al mundo del ovino toda la vida, especialmente desde el impulso al cooperativismo. Sus sementales Fleischaf tienen fama mundial.

Desgraciadamente su delicado estado de salud hizo imposible que el ingeniero técnico agrícola estuviera para recoger el galardón, cosa que hizo su hija sin poder articular palabra. Sin duda el mundo del ovino ha experimentado un importante desarrollo gracias a profesionales como él, desde la cooperativa Alanser y la presidencia de la Lonja Agropecuaria de Extremadura entre 2006 y 2010.

No fue el único gran reconocimiento. En los corrillos del Salón Ovino se barruntaba una noticia, que llegaba de boca de su protagonista: Diego Albardonedo, factótum de los Ovinos Precoces del país, anunciaba que el actual sería su último Salón Ovino. Albardonedo, la voz ajada y nasal más característica de las subastas de ovejas de España, se jubila.

Realmente nos deja alguien en el que todos los profesionales encuentran siempre interés y respuesta a sus preguntas. Le conozco desde mis primeras entrevistas en la Feria de Zafra y la Agroganadera de Trujillo. Hay fotos históricas de él con unas gafas de pasta que ahora nos parecen muy singulares. Siempre ha sabido explicarme la realidad del sector con mesura y análisis certeros. Le he pedido que en la próxima feria de Zafra me enseñe a distinguir las distintas razas de ovinos precoces. Seguro que, aunque soy muy torpe, al final conseguiré reconocerlas.


Como él muchos ganaderos, productores, mayorales y técnicos luchan cada día por elevar la calidad de la producción ovina regional, la mayoría de forma silenciosa y callada. Son nuestros héroes cotidianos. Refrán: Cordero que bala, bocado que pierde.