martes, 27 de enero de 2009

Mami ¿qué será lo que tiene el negro?

No, no me estoy refiriendo con el titular a ninguna antigua canción del verano, sino a la utilización de "negros" por parte de los escritores profesionales. Algo deben tener, cuando son los responsables de algunos escándalos literarios. Se dice que el propio Camilo José Cela fue el negro (y el censor) de algunos grandes escritores de la época. El caso de "negrismo" más sonado en los últimos años fue el de Ana Rosa Quintana , quien arguyó que fue traicionada por su "negro" al descubrir que su obra había sido plagiada.

Imagino que algo así será lo que alegue Alfredo Bryce Echenique tras descubrirse presuntamente que copió artículos de periódicos españoles (entre ellos de éste) para publicarlos en Latinoamérica. Puedo imaginar las palabras del redactor jefe tras recibir el texto de Bryce:

--Muy bueno, realmente interesante, Alfredo...

Y las palabras del jefe al redactor que escribió el artículo en realidad:

--¡Venga, coño, fulanito, que no llegas al cierreeeeee!

Así que eso de las autorías y los "negros" se ha puesto a la orden del día. Y ahora mucho más que la televisión obliga a producción de libros de consumo instantáneo, supuestamente escritos por periodistas que están 24 horas ante las cámaras. Alguien tiene que hacerlo y dada la vida nocturna que tienen parece imposible que lo hagan personalmente. Y se convierten en "negreros". En fin, yo no tengo "negro", pero si un día lo tengo prometo que no le dejaré escribir esta columna. Palabra. Refrán: Algunos escritores piratas son ´negreros´ del Mar del Plata.

domingo, 25 de enero de 2009

martes, 20 de enero de 2009

Atrapados por la nieve en Piornal

Las informaciones tienen una intrahistoria que no se suele contar, pero a veces conviene desempolvarla para tomar conciencia de las dificultades de la labor de informarles a ustedes. El pasado martes, camino de Piornal, el fotógrafo y comercial Juan Félix Luque y un servidor nos quedábamos fuera de juego a apenas un kilómetro, en medio de una nevada intensa. El alcalde nos envió un remolque al pueblo.
--Mucho Mercedes con cambio automático y tracción trasera, pero esto patina que da gusto...
Nos pusimos los chalecos reflectantes e incluso un coche que venía en sentido contrario se pegó un buen roce contra el murillo de piedra para evitarnos. Nos habíamos quedado clavados en medio de la carretera.
El alcalde de Piornal, hoy en fiestas jarramplaleras, decía con mucha sorna y cachondeo:
--Pero si son cuatro copos, hombre...
Y el padre de uno de los Jarramplas recordaba que ya no nieva como antaño, cuando había que hacer en las calles escaleras con la nieve y su padre salía de casa por la ventana del balcón.
Al parecer aquella nevada solo podía inquietar a niños de teta y adolescentes melindrosos. A nosotros nos dejó tan colgados que tuvimos que esperar a que las quitanieves pasaran varias veces por el camino a Valdastillas para atrevernos a bajar. Eso sí, en primera la mayor parte del tiempo.
Hoy el Jarramplas cumple su último día de penitencia en honor a san Sebastián. Nosotros ya la hicimos a nuestra manera. Refrán: En Piornal hace un frío fenomenal.

martes, 13 de enero de 2009

Actitudes a la hora de pagar la cuenta

Siempre ha habido estilos a la hora de pagar la cuenta del restaurante tras una reunión de amigos. Lo que ocurre es que la crisis es como una lupa que agranda los defectos de los seres humanos. Desde que comenzó la recesión económica han aumentado las llamadas al móvil justo en el mismo momento de pagar. Entonces el colega de turno, que se había llevado la mano a la cartera, hace un gesto de impotencia y se larga al otro extremo de la sala, por aquello de la privacidad. En otros casos están los tragaldabas de turno, que, después de ponerse tibios de angulas a costa de la buena fe de los presentes, ponen cara de Bitter-Kas o de estreñidos y dicen que le han llamado del trabajo para un asunto urgente y desaparecen antes de que llegue la dolorosa .

Después está ése que siempre dice: "Esta te toca a ti, pero la próxima es mía". Y no le vuelves a ver el pelo en la vida. Los hay que hacen muchos aspavientos...

--¡No, no, de ninguna manera... que no, de verdad, que no!

Y después no se sacan la cartera de la chaqueta ni aunque les eches salfumán puro al bolsillo.

Los hay que te dicen que tienen mucha mano en el restaurante, que son amigos del chef y que ellos pagan todo. Cuando ven la cifra sobre el mantel se les cambia el color de la cara y preguntan: "¿A cuánto tocamos?".

Los hay que consideran que siempre hay que invitarlos. Normalmente son cargos públicos y creen que por su posición se merecen la cuchipanda. A esos se les ve el plumero a la legua. Refrán: Cuando pagues la cuenta no seas roña, tunante, que se dan cuenta y das el cante.

martes, 6 de enero de 2009

CRISIS, nuevo tema musical

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Reivindicación del rey mago Artabán

El rey Artabán se perdió buscando al Niño Jesús. Salió después que Melchor, Gaspar y Baltasar, pero la luna le jugó una mala pasada y ocultó la estrella que seguía. Un zafiro, un rubí y una perla eran sus presentes para el nuevo Dios que nacía en Belén.
--¿Cuándo llegaremos a Jerusalén? ¿Dónde está tu Dios?, preguntó su ayudante mientras el viento llenaba de arena sus ojos.
--¡Tranquilo, pronto encontraremos la estrella!, le respondía con la mente llena de dudas.
Artabán agarraba con fuerza las bridas del camello y miraba al cielo tratando de encontrar alguna referencia para no desorientarse. A veces las lágrimas caían por sus mejillas y las ocultaba en el turbante.
Cuando hicieron un alto en el camino se encontraron a un hombre desarrapado y con la boca llena de llagas y heridas.
--¡Por favor, una limosna, si no el médico no me atenderá!
Artabán frunció el ceño y se metió la mano en la bolsa de los presentes... Cogió el zafiro y se lo dio al mendigo.
--¡Estás loco! Acabarás por despertar la ira de tu Dios y no tendrás nada con que agasajarlo cuando lo encuentres, le dijo su ayudante.
También se detuvo en una aldea del desierto, maldita por la peste. Entonces le entregó al alcalde de aquel poblacho el rubí para que enterrara a los muertos con dignidad.
Después, lleno de harapos, sucio y con los ojos arrasados por el viento, le dio entre sollozos la perla a su compañero y éste le abandonó. Habían pasado treinta años y aunque murió pobre y sin ver a Jesús, en realidad fue el que más cerca estuvo de él de todos los Reyes Magos de Oriente. Refrán: Cuando ayudas al hermano le das a Dios la mano.