martes, 14 de julio de 2015

El 'cuervo ingenuo' de Javier Krahe

Los que nacimos en los últimos coletazos del franquismo tenemos con Javier Krahe una deuda inmensa. Recuerdo cuando, emocionado, fui a comprar el disco en directo de 'La Mandrágora', un trío musical que había formado con Alberto Pérez y Joaquín Sabina . Ahora es muy fácil hacer chistes sobre Franco y la dictadura, pero en aquella época os aseguro que solamente valientes como ellos se metían con el régimen, que daba sus estertores. Y además lo hacían con gracia, ingenio y buen humor, que eran muy necesarios en un país que salía del gris y pasaba al color. No se casaba con nadie Javier Krahe y eso le da más valor a su trabajo. Es ya muy conocido, pero recuerdo que cuando se retransmitió un concierto en directo de Joaquín Sabina cantaron una canción al alimón contra la permanencia en la OTAN. La televisión pública de entonces metió publicidad durante su interpretación, un 'tijeretazo' desde un gobierno supuestamente progresista. Así es la vida: un poeta con sus palabras como únicas armas hizo temblar los cimientos de una democracia incipiente. Tenía aire desgarbado, aspecto de filósofo arruinado y una coraza de desdén muy característicos. Fue a juicio por blasfemo. En su última entrevista a EL PERIODICO EXTREMADURA, que le realizó en marzo nuestro compañero Paco Córdoba, decía que se iba a tomar un descanso porque se sentía cansado. Ahora imagino que estará tocándole los huevos a alguien allá donde esté. Pero, aunque suene a 'topicazo', sus palabras van a quedar eternamente como aldabonazos en nuestra conciencia pequeñoburguesa. Refrán: Cuervo ingenuo no fumar la pipa de la paz con tú, por Manitú.

martes, 7 de julio de 2015

No todo vale en los Sanfermines

Hoy es San Fermín y probablemente cuando usted lea esta columna los astados de Jandilla procedentes de la finca Don Tello de Mérida estarán ya listos para ser lidiados. A las ocho de la mañana habrán sido trasladados por los mozos desde los corrales a la plaza en medio de una marea humana sin más auxilio que el propio cuerpo, un periódico y las varas de los mayorales. Este valeroso acto que debería estar reservado a especialistas se ha convertido en un espectáculo en el que todo el mundo puede participar sin apenas control. No son pocos los extranjeros que sin conocimiento se colocan delante de los morlacos. El resultado suele ser casi siempre unos vistosos encierros y emocionantes carreras. Sin embargo, en ese recorrido también concurren la inexperiencia, la inconsciencia y en algunos casos, a pesar del control, el alcohol. El resultado son las cogidas, en algunos casos graves y a veces mortales. Tan es así que el Ayuntamiento de Pamplona va a crear para un Servicio de Ayuda a Lesionados Graves en el Encierro. Además, ha redactado un bando donde se hace mención expresa a las agresiones sexistas a las mujeres que se multiplican con motivo del descontrol de la turba. Mi pregunta es: ¿Leído todo lo anterior puede considerarse esto una fiesta, algo divertido? No estoy contra los toros, pero ante ellos tienen que ponerse profesionales, de lo contrario nos acercamos a la tragedia. Es indudable el dinero que mueven los Sanfermimes pero hago un llamamiento a la cordura para disfrutarlos, porque de lo contrario la celebración se empaña con las lágrimas de los heridos y las víctimas de la imbecilidad humana. No todo vale en Sanfermín. Refrán: Por san Fermín, mocicos a la fiesta, abuelos a la siesta.