martes, 12 de mayo de 2015

Adiós a Jesús Martín Buenadicha

En pocas ocasiones un informador tiene la suerte de toparse con un verdadero maestro de la vida. Es el caso de Jesús Martín Buenadicha , al que tuve la suerte de entrevistar en un par de ocasiones como presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Cáceres. La noticia de su fallecimiento la semana pasada me sobrecogió, ya que formaba parte del paisaje cacereño, especialmente el de la calle Diego María Crehuet, donde me lo encontré muchas veces. Jesús tenía una gran facilidad para comunicar sus muchos conocimientos. Era una delicia verle hablar pausada pero apasionadamente sobre algunos temas, especialmente los relacionados con la formación. Había sido maestro antes que perito agrícola, pero además estaba autorizado para la supervisión de instalaciones radioactivas, un tema que le gustaba especialmente y sobre el que escribió algún artículo en EL PERIODICO en lo tocante a la aplicación de radiación a la conservación de alimentos. Trabajó en el extinguido Instituto Nacional de Colonización en 1968, cuando yo aún no había nacido y era un experto en lo referente a control de calidad. Fue transferido a la Junta de Extremadura en 1985. Dirigió una instalación radiactiva, destinada al Control de Calidad de Suelos. Lo último que supe de él es que trabajaba en el Laboratorio Geotécnico de Cáceres. Estaba ahí, en el paisaje de la ciudad y de golpe, se ha ido. Ya quedan pocas personas como él, volcadas en transmitir a los demás sus conocimientos y lo hacía con una facilidad difícil de olvidar. Refrán: Bien aprende quien buen maestro tiene.