martes, 27 de enero de 2015

Cándido Cabrera, bastón de mando

Cándido Cabrera quien fuera alcalde de Plasencia en varias ocasiones y militancias se nos ha ido. Nos deja una 'rara avis' de ciudadano y empresario que sintió el deber de servir a una ciudad que amaba y que le correspondía en ese cariño. Para acercarse a su figura son imprescindibles dos libros: 'Bastón de mando' y 'Cándido, perfil humano y político de un alcalde de Plasencia' del periodista Juan Manuel Cañamero , escritos hace ya más de veinte años. En ellos se analiza y se opina sobre las circunstancias --a menudo convulsas-- en las que se desarrolló el mandato de este extremeño que ya forma parte de la historia política regional. A Cándido le conocí más en su faceta como empresario al frente de la Compañía Extremeña de Aceites y Cereales (Cexac). No era de discursos complejos, sino que sentía que las cosas se podían hacer bien o mal. Y por estos impulsos actuaba. Supo hacer frente a situaciones difíciles, como la desaparición del cuartel del ejército de Plasencia, que después se reconvirtió en campus universitario. Recuerdo de su época aquellas manifestaciones en las que Plasencia reclamaba más peso en la vida política regional y unas complicadas relaciones con sus compañeros José Luis Mariño Roco y Francisco Valverde .Ahora se desempolvan sus reconocimientos --Hijo Adoptivo y Cruz de San Raimundo de Peñafort-- pero lo importante es que fue un hombre que hizo lo que tenía que hacer en el momento histórico que le tocó vivir. Y eso no es fácil para nadie: agradar --como Plasencia-- a la vez a Dios y a los Hombres. Refrán: A la muerte pelada no hay puerta cerrada.

jueves, 22 de enero de 2015

La infidelidad se corta por lo sano dos veces

Ya conocen ustedes mi querencia por la cultura oriental. En muchas ocasiones he comentado alguno de los teletipos que se reciben en la redacción procedentes de China y que me resultan curiosos. Vuelvo a la carga. Una mujer ha cercenado dos veces el pene de su marido: Lo hizo una vez y cuando se lo reimplantaron se coló en el hospital y se lo volvió a cortar. En esta segunda ocasión lo arrojó por la ventana y no ha podido ser encontrado. Imitó sin duda a Lorena Bobbitt . ¿Qué ha sucedido para tan irracional actitud? Al parecer Fan Lung --la víctima-- se dedicaba a enviar mensajes eróticos a su amante de 21 años, Zhang Hung, a espaldas de su señora. Para ello empleaba el teléfono móvil de su mujer, Feng , borrando después los mensajes. Pero se olvidó cerrar la cuenta con la que los enviaba y su pareja descubrió la horrible verdad. Aprovechando que estaba dormido cortó el pene a su marido. Duele solo de imaginarlo. Cuando éste se recuperaba en el hospital de la operación de reimplante del miembro viril, la mujer se coló en la habitación y usando unas tijeras le cortó de nuevo su pene. Qué pena. Llueve sobre mojado. La policía no encontró la pilila del marido infiel, que tuvo que ser operado de nuevo y que se encuentra "en un estado emocional perturbado". Uf. Yo en su lugar no me llegaría si quiera la camisa al cuerpo. Afortunadamente, en esta historia triunfa el amor, y la amante del hombre cercenado asegura que acabará casándose con él y que no le importa no tener hijos. Madre mía, qué dolor.Refrán: Tiene nombres mil el miembro viril (Leonardo Dantés).

miércoles, 14 de enero de 2015

La pelvis de Elvis tendría ahora 80 años

La famosa pelvis de Elvis Presley --la responsable de muchos desmayos de sus fans en los 50 con su 'Hound Dog'-- tendría ahora 80 años. Eso si le durase, porque con esos movimientos sincopados de cadera lo más probable es que hubiera sido necesario cambiársela por una prótesis de cerámica o titanio. He de reconocer que no soy fan de Elvis como intérprete, pero sí me fascina su biografía, la de un joven de un pueblo perdido del Misisipi que decide hacerle un regalo a su madre grabando dos canciones y que acaba sin querer en el Olimpo musical. Porque Elvis se convirtió en icono pop de forma meteórica con su versión de 'That's all right'. Desde la emisión de ese tema en una radio de Memphis todo fue vertiginoso: los hits, los ataques de histeria de sus seguidores, las apariciones televisivas míticas... También que fue el primer gran artista manejado por los turbios intereses del poder como demuestra su retransmitida llamada a filas. Tuvo su época dorada en Hollywood, aunque poco a poco fue convirtiéndose en una caricatura de sí mismo. Creo que fue Lennon quien dijo de él que "Antes de Elvis no había nada". Es cierto, pero la estela del 'Rey del rock' fue seguida por muchos otros músicos. El morbo de su muerte por ingestión de barbitúricos, la megalomanía a la que parecía adicto y sus últimos conciertos en Las Vegas pasado de kilos ya no me interesan tanto. Era el prototipo del chico guapo y bueno, con cara angelical y una voz que derretía. Larga vida al Rey del Rock. Refrán: Tienes que aprender a caer antes de aprender a volar. (Paul Simon) .

miércoles, 7 de enero de 2015

Felicidad virtual

Las fiestas navideñas que hoy concluyen me han enseñado que existe una nueva felicidad: la felicidad virtual. Ya no se trata de pasarlo bien o de disfrutar con los seres queridos. Ahora la tiranía de las nuevas tecnologías nos obliga a publicarlo al instante en las redes sociales, llámense Facebook, Twiter o los grupos sociales del Whatsapp. En las reuniones de familia y amigos hay más gente mirando el teléfono que mirándose a los ojos. Una pena. Es una buena forma de evitar conversaciones indeseables con algún pariente pesado de la familia política --generalmente el cuñado-- pero creo que mucha de esa felicidad es más artificial que los 'selfis' de el pequeño Nicolás . Esta felicidad virtual es bastante dañina y se alimenta básicamente de cotilleos. Muchos son los grupos en redes sociales en los que algunos miembros apenas participan pero llegan al éxtasis en la soledad de sus casas conociendo al dedillo la vida de los demás. Y si no estás en el grupo, peor, eres un inadaptado social. Ay, cómo nos gusta --y me incluyo-- el 'voyeurismo social', saber quién habla qué y a quién, a dónde va, qué le gusta comer y cuál es su debilidad íntima. Esta práctica es, además, una fuente de frustración constante. En ocasiones los adictos a las redes sociales envían fotos ante cenas pantagruélicas o en fiestas exclusivas para hacer ver a los demás su nivel de vida o despertarles el monstruo verde de la envidia. Sí, somos una sociedad de porteras y de exhibicionistas de la vida privada. Espero que esto de los 'selfis' sea una moda pasajera, porque de otra manera nos vamos a pasar las fiestas con la cabeza en el móvil perdiéndonos el mayor espectáculo: la vida. Refrán: La envidia, dice el autor, es martillo destructor.