martes, 28 de octubre de 2014

Urbanidad, también al volante

Recuerdo a un profesor de Bachillerato que nos daba clase de Urbanidad. Dedicaba siempre una hora a la semana a enseñaros cómo debíamos de comportarnos en sociedad. Con el paso del BUP, la ESO, la Lomce y demás reformas educativas el saber conducirse en público ya no se enseña. Y empleo el verbo 'conducir' con intención. Hace tres meses, regresando a casa de noche con mi coche recibí un golpe en el retrovisor en la calle Reyes Huertas. El coche que me rozó se paró en el semáforo y cuando salí de mi vehículo a pedirle los datos del seguro el semáforo se puso en verde y éste desapareció a gran velocidad. La cosa no pasaría de la anécdota si no fuera porque la semana pasada me sucedió lo mismo en la misma vía urbana, con la particularidad de que el conductor se dio por aludido, puso las luces de emergencia, y se orilló a la izquierda. Cuando salí del vehículo, estando situado detrás de él, el semáforo volvió a ponerse en verde y el conductor "se arrepintió" otra vez de golpe y se dio a la fuga igual. El cierto que los daños son muy leves --un poco de pintura en el retrovisor y ya está-- pero creo que lo educado, lo correcto y lo más civilizado es parar e interesarse, ponerse en lugar del otro. Sé que lo papeleos de los seguros son un engorro, pero si todos hacemos de nuestra capa un sayo mal nos va en esta sociedad. Entiendo que es un incidente sin importancia, pero cuando yo he rozado a algún vehículo me he interesado siempre por los desperfectos, aunque fueran imperceptibles. Y comprendo que con la que está cayendo de corrupción lo que cuento es una completa nimiedad. Refrán: Deja de pitar, que no me vas a pasar.

martes, 21 de octubre de 2014

Un hombre y una mujer se aman

Una conocida anécdota literaria asegura que un joven escritor le pidió a Cela un argumento bueno para hacer una novela. El nobel gallego le contestó: "Un hombre y una mujer se aman. Con suerte a lo mejor le sale a usted 'La Cartuja de Parma'". Estamos acostumbrados a fijarnos en lo negativo, en los divorcios, en las separaciones, el maltrato y la violencia de género, pero a nuestro lado conviven grandes historias de amor que pasan desapercibidas, en ocasiones hasta para quienes las viven. Hombres y mujeres --y todas las combinaciones posibles entre personas del mismo género-- se han amado desde el principio de los tiempos bajo distintas fórmulas. Teresa Romero , la enfermera gallega afectada por el ébola le envió recientemente un mensaje a su marido desde su aislamiento mutuo: "Díganle que le quiero con locura". Es lo bueno del amor, no distingue de clases sociales, de privilegios o de escalafón. El amor es como un mar que no sabes que te ahoga hasta que la persona amada está en peligro o sufre algún contratiempo. Entonces es cuando la entrega desinteresada y absoluta al otro tiene más sentido. Ahora mismo millones de seres humanos se aman, se entregan uno al otro y eso --que debería estar en las portadas de los periódicos u ocupar el 'prime time' de las parrillas televisivas-- no parece tener importancia. A veces el amor es solo coordinación. Cuando me cambio de orientación en la cama de madrugada, mi pareja hace lo mismo al unísono en mi mismo sentido, aunque esté dormida. Y su mano se posa en mi espalda como una suave sombra. Y ya sé que todo está en su sitio. El amor hace posible este milagro cotidiano. Refrán: De enamorado a loco va muy poco.

martes, 14 de octubre de 2014

La bola de cristal cumple 30 años

Hace ya 30 años que comenzó a emitirse los sábados por la mañana un programa de televisión para niños que los trataba como adultos y no como imbéciles: 'La bola de cristal'. Su influencia fue tal en la sociedad española que puede decirse que miles de familias de hoy son herederas de ese espíritu que su directora Lolo Rico y su equipo insufló a un programa que tenía como lema: "Solo no puedes, con amigos, sí". He de confesar que lo veía con fruición y que he disfrutado aprendiendo historia, cultura y política con los disparatados guiones de los Electroduendes, las parodias de Pablo Carbonell y Pedro Reyes , la visión ácida de la realidad de Alaska o la sátira social e histriónica de Gurruchaga en su 'Cuarta Parte'. Muchos han querido identificar el éxito del programa a la aparición de Olvido Gara , pero creo que fue la presencia de los principales artistas de lo que se llamó 'La Movida' lo que le dio un toque de calidad. En este programa se hicieron los primeros videoclips del rock y el pop español. Recuerdo a los Electroduendes cantando pasajes de El Capital de Carlos Marx . Y no por ello nos hicimos subversivos ni nada por el estilo. De hecho, mi crítica a los que tuvimos la suerte de formarnos con 'La Bola' es que no hemos estado lo suficientemente alerta con lo que se nos ha venido encima. Al final creo que todos nos aburguesamos y no hemos sido lo suficientemente críticos con los políticos y gobernantes. Ahora un programa parecido sería impensable en una televisión pública o privada. Ahora solo cala el 'televómito' de Jorge Javier Vázquez .Refrán: Al vino y al niño hay que tratarlos con cariño.