martes, 6 de diciembre de 2011

Empresarios y esperanzas

La semana pasada fue la de la esperanza empresarial. Creo que nunca en la región han coincidido tantos actos encaminados a elevar la moral de los creadores de riqueza. Hacen falta con la que está cayendo. La entrega de los Premios Empresario de Badajoz, en el Teatro López de Ayala, demostró que cuando se trata de reconocer a quienes todos los días se ponen las pilas para crear puestos de trabajo el aplauso es unánime. Atrás han quedado los tiempos en los que el empresario se identificaba con un patrón látigo en mano que se saltaba a la torera los derechos de los curritos. Ahora al que trata de crear un empleo o tiene una idea para mejorar nuestras vidas se le reconoce a rabiar. Los homenajes a los empresarios continuaron con el Foro Emprende, que reunió en Badajoz a 1.000 jóvenes dispuestos a aprender de las experiencias del creador de Tuenti. También se entregaron los premios Territorio 10 a cinco ideas de proyectos empresariales en el medio rural. El colofón lo puso la Extremadura Business School (EBS) que entregó sus diplomas y reconocimientos en el Palacio de Congresos de Cáceres en un acto tan singular, tan poco común, tan 'al estilo americano' (sin que eso tenga que ser malo) que descolocó hasta al propio representante institucional, quien tuvo que replantearse su discurso. En EBS hay mucho talento reconcentrado, mucha actividad y poco espacio para lamentarse de la crisis. La gala fue una inyección de vitamina 'E empresarial'. Ojalá que les dure mucho tiempo. En otras regiones matarían por tener algo que se parezca ni de lejos a EBS. Aún quedan muchos empresarios por conocerla y contagiarse de su esperanza. Refrán: Las pequeñas oportunidades son el principio de las grandes empresas.