jueves, 13 de mayo de 2010

Te encuentro cada día

Te encuentro cada día, Federico , en los poemas de mi adolescencia que releo continuamente. Te recobro cada vez que la luna, navaja en la lejanía, me persigue los pasos. Estás presente, poeta, cada vez que celebro la amistad con un vaso de vino; en la alegría de la gente, en el perfil alado que dibuja la sonrisa de quienes amo. Te hallo, Federiquillo mío, en tus obras de teatro, en los ribetes azules de la tarde que se va, en la pregunta del niño y en la excusa del adulto. Estás conmigo, granadino y fuerte, cuando escucho tus poemas musicados en el viejo tocadiscos. No te has ido porque todavía hay quienes por ti levantan muros contra la intolerancia. No desapareciste porque hay siempre voces de lucha en el Albaicín. No te han callado ni volcando toda la tierra del mundo sobre tus huesos. Estás cada día en el diván, junto al piano, te me apareces vívido y ´machihembrío´, como eras tú. Te encuentran cada día miles de lectores que se estremecen con tus poemas, canciones y obras de teatro. Porque el mundo entero es Víznar, Alfacar o cualquier fosa común de la vergüenza humana. Porque la flor verde de la muerte ya abrió seguramente con sus dedos tu triste calavera. Todos somos tú y nos hemos sentido excluidos entre el trasiego del tráfico o el vértigo de la vida. O nos han insultado por ser sencillamente nosotros mismos. Y me da igual lo que diga Ian Gibson , la Fundación García Lorca y todo lo que es simplemente política. Federico García Lorca, aunque nunca encuentren tu cuerpo estás cada día con todos los que amamos la vida. Refrán: Como no me he preocupado de nacer no me preocupo de morir .