miércoles, 6 de agosto de 2008

Un verano repleto de parejas en llamas

Este verano la prensa se llena una vez más de muertes absurdas, como una siniestra marea de cadáveres. Mujeres han sido asesinadas, vejadas, e incluso quemadas vivas por sus cobardes verdugos. Nagore Laffage , una enfermera en prácticas moría a manos de un psiquiatra del hospital donde trabajaba. O sea, que quien debería tener la cabeza bien amueblada para arreglárnosla a los demás estaba para ingresar en un frenopático.

Federica Squarise solo quería divertirse un poco, salir de marcha en España y vivir con intensidad rollos de una noche. Acabó asesinada por un camarero gordinflón y sádico que momentos antes se había fotografíado con su víctima.

También ha habido peleas conyugales que han acabado literalmente en llamas. En Alicante el compañero sentimental de una indigente, tras una discusión resolvió reconciliarse con ella dándole unas friegas de alcohol. Después se arrepintió y le prendió fuego a lo bonzo.

No sé qué hacer con tanto dolor acumulado en los teletipos. ¿Quién nos enseñó a resolver así los problemas? La violencia ya está instalada en la sociedad en todas sus capas. Ha habido un déficit en la enseñanza recibida tan grande que pasarán décadas hasta que podamos solucionar los problemas de pareja con el diálogo. Soy de la opinión de que si dos no se entienden que cada uno se vaya por su lado y santas pascuas. Cualquier grito, cualquier manotazo, cualquier atragantá sobra desde el primer momento. Refrán: Quien ama no mata .