martes, 29 de enero de 2008

LA CORTA VIDA DE LOS ELECTRODOMÉSTICOS

A veces tengo la sensación de que vivimos inmersos en grandes mentiras. Eso me sucede con las garantías de los electrodomésticos. Siempre que se estropea alguno ésta ha expirado hace poco tiempo. Parece como si los sesudos jefes de los departamentos de calidad pusieran una bomba de relojería en cada producto.
Hace unos días mi calentador de agua de casa se estropeó. Un manguito y el serpentín de la caldera estaban picados. La garantía --5 años-- había caducado hacía unos meses. Es curioso, porque ese calentador tiene una larga historia. Lo encargué a una empresa que por entonces había en el barrio. Me dijeron que me mandaban a un "comercial técnico". Este señor, al preguntarle por los sellos de calidad de su empresa, me dijo:
--Nuestra mayor garantía son los miles de clientes satisfechos.
Me instalaron el calentador, no sin tener una discusión con los señores del gas, que se quejaron de que no habían utilizado tuercas homologadas. Además, me pidieron 50 euros por un croquis obligatorio de la instalación que bien podía haber hecho mi sobrino.
Efectivamente, al día siguiente apareció un charco de agua. El "comercial técnico" vino a arreglármelo llave inglesa en mano. Pero ese manguito siempre ha estado goteando.
Por cierto, fui a protestar a la empresa y había desaparecido como por ensalmo. El calentador daba problemas de combustión. Llamé al móvil que tenía grabado en mi teléfono y se puso otro señor que ponía en duda la profesionalidad del "comercial técnico". Vaya lío. Refrán: ¡A mí la OMIC!

martes, 22 de enero de 2008

YO TAMBIÉN TENGO UN BLOG

Cuando era pequeño si no tenías un ordenador Spectrum o una bicicleta no eras nadie. Después le siguió el teléfono móvil. La tecnología es como la muerte. Nos iguala a todos. El móvil se ha convertido en una seña de identidad y de estatus social, como el coche. Ahora si realmente quieres considerarte importante tienes que tener un blog de internet.

Al principio fui reticente ante la posibilidad de tener un blog. Después me he dado cuenta de su utilidad. Ahorra mucho tiempo a la hora de ligar, por ejemplo.

--Guapetona, dime cuál es tu libro preferido, tu color y la película de tu vida...

--Consulta mi blog, cariño...

Porque en un blog está todo. Lo bueno y lo malo. La gente necesita ventanas a la libertad. También refleja que el verbo retórico y florido puede ser absolutamente asfixiante. Hay algunos blogs que son monumentos a la estulticia. Otros demuestran que el ser humano es aún la gran esperanza del Planeta.

En mi blog www.juanjoseventura.blogspot.com tengo recogidas todas las columnas que he escrito en esta contraportada, que ya suman un centenar. En alguna ocasión he contado algo de mis peces tropicales, que me dan mucha compañía en casa. Y a veces les da por reproducirse. ¡Qué suerte tienen los jodíos! Qué le vamos a hacer, son las manías de un solterón recalcitrante.

--Te diría unas cuantas de cosas, cordera... Pero te las diré en en internet... Porque yo, yo, yo... también tengo blog.

Refrán: Si quieres que te lean a gogó escribe un buen blog.

martes, 15 de enero de 2008

MIS EXPERIENCIAS EN EL MUNDO DEL COLORÍN

Todo el mundo sabe que además de leer a Flaubert y a otros clásicos soy seguidor de los programas del corazón. No puedo negarlo. Personajes como La Pantoja , Paquirrín y sus querindongas, Tony Anikpe , Jaime Ostos o Belén Esteban me subyugan profundamente. Por contra, cuando alguien me viene con un cotilleo de alguien cercano o conocido lo rechazo cortésmente, porque entiendo que ese tipo de informaciones son, fundamentalmente, torticeras y viles como las personas de las que parten.

Mi pasión por el mundo del colorín comenzó en Hervás, hace ya 15 años, cuando fui con el fotógrafo Raúl Pastor a cubrir un desfile de modelos para EL PERIODICO. Allí estaban, entre otras bellezas patrias, Eugenia Santana y Eva Pedraza , a las que se las relacionaba por entonces con una red de prostitución asiática. Por supuesto, todo rumores y nada probado. Lo cierto es que Eugenia Santana acababa de ser nombrada miss España. Tras pactar que no se le harían preguntas sobre la red de trata de blancas accedió a la entrevista.

--Yo nunca me desnudaré. Ni por todo el dinero del mundo...

Pocas semanas después la interfecta aparecía desnuda en la portada de Interviú. En aquel momento me di cuenta de la gran mentira que es el mundo del corazón y del parné que mueve. He entrevistado a Mónica Pont , María José Suárez y otras yerbas, y prometo que la insustancialidad que rezuman no tiene parangón. Refrán: Anda jaleo, jaleo... ¡Cuántos chupan del bote en el mundo del cotilleo!

miércoles, 9 de enero de 2008

BALADA TRISTE DE LOS ÚLTIMOS DE LA NOCHE

Hay un viejo dolor en los últimos de la noche. Están muy cerca de ti. Reconocedlos en un karaoke en Mérida, en un disco pub de Plasencia, en las postrimerías de un cotillón en Badajoz. Son los hombres y mujeres con cara de gente, que apuran su última copa esperando una caricia que les hable de tiempos mejores. Tienen alma de perdedor, sonrisa que es una mueca, síndrome del juguete roto, demasiado adulto para jugar a nada. Son anhelos de pareja en el naufragio de la vida. El alcohol es su único compañero de juegos. Los últimos de la noche hablan con los camareros y estos les asienten con una condescendencia forzada.
--Las penas no puedan ahogarse en alcohol. Saben nadar...
En los arrabales de la conciencia, los últimos de la noche siempre están esperando un milagro, una mano que les diga que están vivos con un leve contacto.
Aguardan como estatuas algo que les haga sentir activos, un liviano calorcillo humano. Te esperan a ti, a que pases por alto su edad, sus taras, su inconsciencia y te decidas a entregarles tu amor.
Los últimos de la noche se han bebido el mundo de golpe y ahora quieren apagar el fuego eterno que les crece en el estómago. Están irremediablemente solos. Te piden un cigarro, buscan el contacto y tú te llevas la mano a la cartera, porque estás muerto de miedo.
Los últimos de la noche apuran la madrugada como si fuera el último cigarrillo. Ese que les llevará directamente al infierno del olvido. Refrán: A tu lado tienes un hermano. Dale tu mano.