lunes, 12 de mayo de 2014

La querencia de Iker Jiménez por el terruño

Sigo a Iker Jiménez desde su aparición en la revista Enigmas bajo la tutela del doctor (y mentor) Fernando Jiménez del Oso . Tuvo la osadía hace ya muchos años de hacer un suplemento en formato periódico sobre todo lo relacionado con el misterio: Enigmas Express. Pertenece a una hornada de periodistas formados en la facultad (aunque para él fuera sólo un trámite) que abordan estos temas, tan denostados por algunos, pero a los que él ha sabido darles un nuevo tratamiento. Y lo que más me sorprende de Iker --con sus luces y sus sombras-- es su interés por Extremadura, que practica desde sus primeros trabajos. La madrugada del sábado 31 de mayo al 1 de junio hará su programa de radio desde el anfiteatro romano de Mérida. Gran idea, porque nada mejor que ese recinto bimilenario y mágico para tratar el misterio bajo las estrellas. Las entradas --gratis-- se agotaron ayer en un minuto. En Milenio 3 ya ha recordado grandes casos, como el de la cacereña Mónica Nieto , la paragnosta más importante de todos los tiempos en nuestro país, solo comparable al mítico Uri Geller y que desapareció del foco mediático para dedicarse a la sanación de forma discreta. Los ovnis en las Hurdes y Valencia de Alcántara, la extraña estela romana de Casar de Cáceres o el humanoide de Talavera la Real son sólo algunos de los casos que trata periódicamente. ¿Es Extremadura la que persigue al periodista o es el investigador quien tiene esta querencia al terruño? No lo sé. Sin duda algo tiene esta tierra que atrae a todo el que pone un pie en ella. Y ese es el verdadero misterio, más allá de sus ovnis y aparecidos. Refrán: La vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido.