lunes, 28 de septiembre de 2015

Una bolsa que te cambia la vida

Llegó hace unos días a la redacción una comunicación en carta. Ya es raro, porque el correo electrónico se ha impuesto como medio de interactuar entre fuentes y periodistas. Eso me llamó la atención. Podía haber sido una nota de prensa más. La remitía Gesto, Enfermeros Expertos en Estomaterapia, y dentro había una bolsa para la recogida de heces de pacientes ostomizados. Hacía 13 años que no veía una de ellas. Mi madre las usó en el proceso final de su enfermedad. El próximo día 3 de octubre será el Día Mundial del Paciente Ostomizado. Tras padecer un cáncer de colon o enfermedad de Crohn muchos tienen que pasar por el quirófano, donde se les hace una apertura en el abdomen para sacar una parte del intestino. Allí una bolsa recoge la orina y las heces. No es fácil convivir con esta realidad, aceptarse y que los demás asuman que bajo tu camisa están tus deposiciones. A muchos les cuesta reconocerlo. Quisiera explicar que esta es una realidad mucho más habitual de lo que parece. Recomendaciones para evitar el cáncer de colon puedo dar algunas, aunque ya las sabéis: dejar la vida sedentaria, evitar grasas e ingerir fruta y fibra. Si hay dudas se debe hacer una prueba de heces en sangre y de salir positiva, una colonoscopia. Sé que no es un tema agradable, pero no podemos obviar esta realidad y tenemos que hacer visibles a unas personas que ya han padecido bastante con su patología como para estar estigmatizadas por una simple bolsa abdominal. Refrán: Una vez que te has enfrentado al cáncer, todo te parece una lucha bastante sencilla. (David H. Koch).