martes, 24 de febrero de 2015

¡Qué grande era Félix y su duende flamenco!

A finales de enero se cumplió un año del adiós a Félix Grande , el gran poeta y flamencólogo emeritense. Decía de sí mismo que era más cabrero que Miguel Hernández y menos poeta que él. Parece increíble que un autor de tanta trascendencia no tenga en su tierra el reconocimiento que merece. Ha tenido que ser en Madrid donde los flamencos he han rendido un sentido homenaje coincidiendo con el primer aniversario de su muerte. Félix Grande nació durante la guerra civil y tenía entre otros reconocimientos el Premio Nacional de las Letras y la Poesía, por Las rubáiyatas de Horacio Martín así como el Adonáis por Las piedras . El miedo que experimentó durante la dictadura de Franco fue el que le empujó a pedir auxilio a las palabras. Guardó silencio poético durante cerca de treinta años para deslumbrarnos a todos con su Libro de familia . Esa travesía del desierto fue sin embargo muy fértil en el campo del flamenco, sobre el que escribió unos miles de páginas. De hecho él era guitarrista y letrista de esta especialidad musical tan difícil. No sé si tenía el duende. Ahora unos investigadores del centro Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada han medido por primera vez de manera científica el 'duende' flamenco de los bailaores a través de los cambios de temperatura que experimentan al bailar a través de la termografía. Los que verdaderamente tienen el duende tendrían una suerte de trance febril durante sus actuaciones. En fin, gracias a Félix Grande el flamenco es un poco menos misterioso y críptico. No le olvidemos. Refrán: Con la luz del cigarro yo vi el molino, se me apagó el cigarro, perdí el camino. (Camarón).