martes, 7 de enero de 2014

2014, Año Porrina

Nimes (Francia) será escenario a mediados de enero del primer acto de homenaje al cantaor extremeño José Salazar Molina (Badajoz, 1924-1977), más conocido como Porrina de Badajoz al hilo del 90 aniversario de su nacimiento. Auténtico 'dandy' en el vestir y en el estar, Porrina de Badajoz es una de las figuras gigantescas de la cultura regional, no siempre reconocida a la altura que debiera, quizá por esa pátina marginal que tiene el flamenco a pesar de los muchos esfuerzos que los flamencólogos hacen por acercarlo al gran público. Porrina tenía algo especial en su voz, melismática y dulce, una voz que cantaba por una especie de 'deber racial' que José Salazar decía tener. A todo eso se une su carisma personal, con unas gafas oscuras "para ver lo que yo quiero", su pelo hacia atrás, y su clavel en la solapa. Grabó discos de pizarra que son auténticas joyas para los entendidos. Muchos de sus trabajos ya son solo piezas de coleccionistas. Los expertos aseguran que creó un fandango propio y lo más importante, su arte continua en varias generaciones. Algunas de ellas participan en el homenaje en Nimes como su hija, Josefa Salazar 'La Negra'; sus sobrinos Ramón 'El Portugués' y Antonio Suárez 'El Guadiana'; su nieto, 'Sabú' Suárez; o sus bisnietos Tamara Silva o Juan José Salazar. La verdad es que tenemos un tesoro escondido. Porrina de Badajoz se merece que este año le tengamos siempre presente. Es mucho más que una estatua en la plaza de la Soledad o un recuerdo de saeta para nuestros abuelos. Es arte puro. Refrán: Palabras y canciones, el viento las traspone.