martes, 25 de junio de 2013

Música y militares


Cuando escucho a Wagner más de media hora me dan ganas de invadir Polonia", con esta frase Woody Allen describe la influencia que puede llegar a tener la música sobre los estados de ánimo. Algo de eso debió suceder el pasado sábado a los asistentes al concierto de la Banda Sinfónica de la Diputación de Cáceres en la plaza de San Jorge. Para dar un toque efectista a las piezas se contó con la colaboración de una unidad militar del Cefot que disparó al aire en uno de los momentos que lo requirió la partitura. En ese instante, un grupo de asistentes grita "menos militares y más educación", a la vez que otros contestan con vivas a España y al Rey. Desde luego temas como el 'El sitio de Zaragoza', obra creada por Cristóbal Oudrid en 1848, inspirada en las marchas marciales, es lo que tienen, que a unos enardece el sentimiento patrio y a otros les puede parecer algo trasnochado. No me gustan las banderas ni las armas, pero me gustaría vivir en un país en el que cuando se rinde homenaje a ella no cree tanta controversia. Durante décadas la bandera fue monopolizada por la facción más casposa y ultramontana de la sociedad. Eso es lo que hace que ahora se sienta repelús cuando se hace exaltación de ella. Pero no debería. Es verdad que si tuviera que elegir entre educación y militarización me quedo con la primera. Pero si vas a un concierto con marchas militares en el programa y soldados que disparan salvas en los momentos álgidos no tiene que sorprenderte ni despertar una respuesta airada. No era un recital de Serrat . Lo del sábado fue una radiografía perfecta de la sociedad española. El problema es que no hay diagnóstico ni sabemos la medicina para sus males. Refrán: Bandera vieja, honra capitán.



martes, 18 de junio de 2013

Mañana, milagro



Mañana vuelve a repetirse un milagro que sucede todos los meses de junio desde hace 18 años. No me estoy refiriendo a ninguna licuefacción pública de la sangre de algún santo, sino de los Premios Empresario Extremeño del año que desde 1996 entrega EL PERIODICO. Tantos años ininterrumpidos de galardones, a pesar de muchas vicisitudes, es un hecho prodigioso, que sin duda justifica una investigación a cargo de Iker Jiménez . Pero quizás no haga falta. La famosa noche de las empresas extremeñas que pusimos en marcha hace casi dos décadas no es fruto de una casualidad venturosa. Los oficiantes del milagro son dos. Primero, todos los trabajadores del rotativo que, además de sus ya extensas labores diarias, dedican desde meses antes un poco más de tiempo y esfuerzo para que mañana todo vuelva a salir de lujo.
Los otros responsables --pueden adivinarlo-- son las empresas extremeñas, que siempre responden enviando sus candidaturas y colaborando en la publicación del suplemento Especial Empresas. A pesar de lo adverso de la coyuntura sigue el gran interés por participar, por 'estar en la pomada' del mundo de los negocios. Mañana culminan muchos esfuerzos, de trabajadores y de empresarios. Es justo por tanto reconocer que dando un poco más de nosotros mismos somos capaces de crear --y lo que es más difícil-- de mantener un acontecimiento que está considerado el 'termómetro' de la economía regional. Así que finalmente no se trata de un milagro, sino del resultado de una eficaz interacción común. Cosas como ésta nos animan en este paso del Rubicón de la crisis. Refrán: Tras la puerta del esfuerzo, se esconde la habitación de nuestro logro.

martes, 11 de junio de 2013

Engaños


Vivimos en una sociedad en la que el engaño está presente y es tolerado. Todos, de alguna manera u otra, somos serpientes con traje de santurrón, pero en ocasiones los límites de la picaresca se sobrepasan dejando un reguero de dolor. Hay una gran diferencia entre picaresca y robo. Chorizo es quien engorda las facturas de las dietas que pasa a su empresa como gastos de viaje. Está muy mal. Pero sin duda está peor sustraer del dinero destinado a aliviar el destrozo que causan los EREs. Es lo que presuntamente ha pasado en Andalucía: Había quien cobraba jubilaciones que no le correspondían y quien se lucraba como intermediario en esos enjuagues, incluso sindicalistas. Era dinero de todos y destinado a los trabajadores, a los sufridores de esta crisis. Otro ejemplo: está mal copiar en un examen. Pero peor es poner a tus trabajadores a hacerte la tesina, por muy duque que seas. Es el 'chocolate del loro' del caso Noos, pero seguro que a los estudiantes que están dejándose la piel y los cuartos en hacerla con un futuro incierto por delante no se lo parece. Caso aparte de engaño es el de Huang C. --bueno, Juan Carlos Aguilar -- que volvió del Tibet diciendo que era monje shaolín y montó academias de artes marciales. Engañó a periodistas como a Pepe Navarro y a científicos como Punset . Pero el engaño tiene las patas muy cortas. Podría haber seguido tomándonos el pelo a todos, pero los mienten acaban engullidos por sus propios embustes, en este caso con cadáveres que le acusan bajo el tatami de su falso monasterio. Al final, un mentiroso no es más que otro depredador en la hoguera de las vanidades humanas. Refrán: El hábito no hace al monje, por muy shaolín que seas.

martes, 4 de junio de 2013

La plaga


Siempre me he preguntado por qué para que unos se diviertan otros tienen que pasarlo mal. Por eso cuando voy a la feria siento remordimientos, mala conciencia por disfrutar mientras otros seres humanos las pasan canutas a mi lado. El viernes vi como una 'cholita' le lavaba la cara a su hijo con un tazón de agua, una escena que me enterneció y a la vez me llenó de desazón paseando por el ferial cacereño. A su lado miles de polillas revoloteaban como una gigantesca plaga. Es cierto que al perro flaco todo se le vuelven pulgas. Tenían una oportunidad de ganar algo de dinero pero la crisis y las polillas a muchos feriantes les reventaron el asunto. También contemplé a un hombre vendía unos artilugios que se lanzaban al aire y volvían con una luz encendida, un juguete que apenas valía unos céntimos pero que costaba unos euros. Quizá a muchos el precio les parecería excesivo, pero mientras aquel feriante vendía el juguete estaba cuidando de su hijo en una sillita, al relente de la noche. ¿Qué es más abusivo? ¿El precio de aquella nadería o que un ser humano tenga trabajar en esas condiciones junto a un menor, sin casa, sin techo como un canto rodado? Lo curioso que tienen estas crisis es que los cimientos de la clase media se tambalean y la acercan al lumpen, presa de sus propias contradicciones. Y en medio de ese desastre, la plaga, las polillas que se pegaban a las luces de las casetas por millares, queriendo también ellas aprovechar el derroche de luz de los focos. Una buena metáfora para explicar esta crisis en la que cada día descubrimos a alguien para quien es un tesoro lo que a los demás parece que nos sobra. Refrán: Quien va a la feria, lo cuenta a su manera