martes, 28 de abril de 2009

¿Quién se acuerda ya de Aliados del Viento?

Supongo que ninguno de ustedes se acordará de estos interfectos. La anécdota, que sucedió hace más de 15 años, ya ha prescristo y por eso se puede contar. Un compañero no podía asistir como jurado a unos premios musicales que se iban a celebrar en la plaza de toros de Cáceres. Así que me pidió el favor de sustituirle y acepté. En maldita sea la hora.

Cuando llegué a la plaza estaba entera decorada con carteles de Aliados del Viento, uno de los grupos que iba a intervenir. Aquello me extrañó mucho, porque no es normal que en un concurso se luzca ese tipo de propaganda de uno de los participantes. Cuando tocaron todos los grupos nos reunieron a altas horas de la noche para las votaciones.

Antes, un mequetefre que no he vuelto a ver en la vida y que decía ser productor musical o entendido en la materia se me acercó y en un aparte me dijo: "¿Qué tal has visto todo? Hombre, yo creo que los Aliados del Viento son con diferencia los mejores... Deberías votarlos".

Aquella labor de zapa la fue realizando --él y más gente-- con otros miembros del jurado.

A la hora de las votaciones un numerosísimo grupo de los miembros del jurado daba 10 sin parar a Aliados del Viento, que por otra parte eran unos petardos de mucho cuidado y un tostonazo.

Aún así, las sumas no daban la victoria a los Aliados del Viento de marras. E incluso se volvió a hacerse el recuento para que --por décimas-- ganaran. Varios miembros del jurado protestamos, pero fue imposible. Los Aliados del Viento tenían muchos aliados. Ahora nadie sabe quiénes son. Refrán: La cultura del pucherazo a algunos les mola mazo para dar el pelotazo .

martes, 21 de abril de 2009

El nazareno

Aquel nazareno del Cristo del Amparo llevaba todo el año pensando en la salida de la cofradía. Todos los segundos miércoles de cada mes iba a la ermita, hiciera el tiempo que hiciera. Tenía muchas ganas de salir esa madrugada porque otros años la lluvia y las enfermedades se lo habían impedido. Ahora, a pesar de la crisis, las cosas iban algo mejor. Bueno, su padre siempre había estaba pachucho desde que se quedó viudo. Andaba delicado del estómago. El lunes ya le habían dicho que iba mal. Había vomitado y llevaba unos días sin comer. El habló con los médicos y después se puso a planchar en silencio la capa de la túnica morada --con cuidado en la parte de la cruz de Santiago-- el antifaz negro y el cíngulo blanco, que era un incordio.

--Oye, que tu padre está peor, le dijeron al otro lado del teléfono. Entonces ya empezó a preocuparse y se quedó sin decir nada, ausente, en su mundo, aislado por el dolor.

El nazareno no dijo nada a su mujer y la noche de la salida de la procesión se fue a la clínica San Francisco, a cuidar de su padre. Sobrepasado por la fiebre, le dijo: "Tengo sed". Y él, en silencio, le dio de beber. A la mañana siguiente, después de una noche horrible en el hospital, el padre se despertó sin fiebre. Cuando llegó a casa, su mujer le preguntó por qué había salido de nazareno. "¿Cómo?", dijo él. Ella aseguraba haberlo visto entre los cofrades. Era alguien con la túnica, la capa y el escudo, tal y como los había planchado. Las ropas no estaban en casa. Habían aparecido en la iglesia de San Mateo, en la sacristía. Y es que aquella noche, en el hospital, él fue el mejor nazareno del Cristo del Amparo. Refrán: Salir en una cofradía no es sólo cosa de un día

lunes, 13 de abril de 2009

Reivindicación de la República española

Todavía existen ciertos pudores inconfesables en la sociedad española, después de tantos años de democracia. Y creo que es hora de desnudarse. La República se demonizó en exceso por parte de la dictadura. Después, la monarquía parlamentaria se convirtió en la mejor solución posible para salir de cuarenta años de espantosa represión en todos los órdenes sociales. Todo el mundo habla de Juan Carlos I como garante de que todo esto no se vaya al traste y destacan su papel aquel 23 de febrero en el que el ruido de sables llegó a las casas de todos los españoles a través de la radio y la televisión. Ultimamente, ésta se ha llenado de biotopics que parecen un publirreportaje diseñado por la propia Casa Real.

Excelente. No voy a negar ese papel representativo y ese trabajo realizado por el rey Juan Carlos. Pero lo cierto es que hoy, 14 de abril, conmemoración de la República Española, quisiera reivindicar una sociedad en la que la cúspide de la representación de todos no esté ocupada por alguien por derechos de sangre y otros cuentos. La república, simplemente, es otro sistema de organizar las cosas en el que al frente está alguien elegido por todos. No es ni mejor ni peor, pero yo lo prefiero. Recuerdo cuando el rey vino a la exposición de los 100 años de Caja de Extremadura y casi le di dos veces la mano en el encuentro informal con la prensa, de lo nervioso que estaba. Algún otro se bebió, por despiste, la copa de vino que le traían al monarca. Y es que lo de la monarquía nos nubla la razón a todos, hasta a los republicanos. Refrán: Un republicano educado hasta al rey le da la mano.

martes, 7 de abril de 2009

El doctor Jiménez del Oso, profeta vital

El doctor Fernando Jiménez del Oso está entre mis referentes vitales. Todos saben que era un "enamorado del misterio" y un maestro para la actual generación de informadores de ese cajón de sastre que algunos llaman parapsicología o ciencias ocultas. Pero pocos conocen su dimensión como ser humano o que realmente se ganaba la vida como psiquiatra y que lo del misterio era tan solo una afición para él.

Hace como diez años que vino a Cáceres a presentar un libro llamado Brujas, las amantes del diablo en el colegio mayor Torre de Sande. Tras la charla le pregunté por un libro de un desconocido entonces Iker Jiménez sobre las Hurdes. Entonces me comentó que el chico prometía y que iba a ser uno de los grandes de esto de la divulgación de lo esotérico.

También recuerdo que era una persona que creía en las corazonadas y que no había acudido a dar una conferencia meses antes a Cáceres porque tuvo un pálpito segundos antes de montar en el tren. El era así.

Tampoco sabe el gran público lo creyente que era y la fe que tenía en la oración. De hecho, en uno de sus últimos escritos a unas monjas que rezaban por él afirmaba que Dios era su "mejor amigo". Sus compañeros de equipo le recuerdan por lo bromista (dibujaba cómics) a pesar de las distancias y lo complejo de algunos rodajes.

Solo lamento que en aquella ocasión no hacerme una foto junto a él. No soy mitómano, pero en este mundo de tanto fariseo y tanto conocimiento superficial se echa de menos a este sabio sereno. Refrán: Faltan sabios.

lunes, 6 de abril de 2009

La buena memoria de Víctor Manuel

Medardo Cervera Romariz, Luis Lozano Mendo, Antonio Parrón Peguero, Octavio Carrasco Canales, Santos Cambero Carrero, Maximo Bonilla Jabato, Heliodoro Doncel Salomón, Feliciano González Cortés, Luis Santano Javato y Eleuterio Rodríguez, diez fusilados y paseados de Arroyo de la Luz fueron rescatados del olvido el sábado con un sencillo homenaje en el teatro municipal arroyano. A éste le siguió un concierto del cantautor asturiano Víctor Manuel que fue, sobre todo, un ejercicio de buena memoria.

No está realizada al azar la elección de Arroyo de la Luz para el comienzo de la minigira de Víctor Manuel en Extremadura. Actualmente se rueda en ella La Luna Ciega, un filme con la memoria histórica como tema principal que dirige Pablo Nacarino sobre una obra de Juan Copete.

Había en el pueblo una gran expectación. Aunque íntimamente relacionado, el acto de homenaje se realizó separado del concierto y con la asistencia del alcalde, Santos Jorna. Una hora antes de que comenzara la música ya había colas en la puerta del teatro para coger los asientos más cercanos y no tener que ver el espectáculo desde el gallinero.

Con solo un pianista (su hijo) y un guitarrista realmente virtuosos, el veterano cantautor hizo un repaso por su vida musical interpretando más de 20 temas, entre los que explica su evolución personal y en los que demuestra tener las facultades líricas intactas. Por supuesto, el compromiso social y político centra las principales composiciones del artista que -entre canción y canción- cuenta anécdotas de su Mieres natal y de la vida rural asturiana.

Así, comenzó diciendo que su madre dejó de ir a misa tras preguntarle el párroco de su pueblo si se "metían mano" ella y su marido. Cantó seguidamente La romería y el teatro -que estaba lleno- empezó a corear el estribillo. Los personajes de su infancia rural fueron saliendo en las siguientes canciones, como el conocido Abuelo Vitor.

Además, el artista se mostró cercano cuando contó la receta de las patatas a la importancia explicando anécdotas de sus primeros años. La Planta 14 -canción sobre un accidente laboral en la mina- fue también muy coreada por el público, que en ocasiones se adelantaba a la propia música y que interrumpía al cantante durante la interpretación. Esto se hizo en algunas ocasiones a destiempo y de forma exagerada. El fue siempre elegante en todo momento y no se inmutó ante las molestias. Lo mismo sucedió durante la interpretación de El Cobarde, que comentó que estaba inspirada en la guerra del Vietnam. Terminó el ciclo de primeras canciones con María Coraje.

Víctor Manuel habló de su experiencia americana y de cómo conoció a su compañera en los escenarios y en la vida, Ana Belén. También describió cómo fue "retenido" por la policía franquista y dijo los nombres de quienes lo hicieron: "Yo recuerdo los nombres de todos los que nos ultrajaron". También contó la anécdota de que fue multado por "posible antiespañolismo" por un pasodoble en el que se mofaba de los exaltados patrióticos.

De la misma manera, recordó la huelga de actores de mediados de los setenta por la que muchos acabaron en la cárcel y que inspiró su conocida Cómicos. Preguntó si alguien sabía por qué los actores habían ido a la huelga. Nadie lo supo. Explicó que simplemente pedían descansar un día a la semana. Siguieron canciones como España, camisa blanca de mi esperanza o Cruzar los brazos, de su época más comprometida.

Finalmente, le llegó el turno a la temática amorosa con Ay, amor, Luna, Nada sabe más dulce como tu boca o Sólo pienso en ti, canción inspirada en una historia real de amor entre disminuidos psíquicos. Relató que actualmente la pareja tiene un hijo universitario.

El recital concluyó con su último tema sobre la memoria histórica y una emocionante Asturias. El público se abalanzó al final para dar la mano al artista, que después pasó largo rato firmando autógrafos, tras más de dos horas de concierto.