martes, 16 de noviembre de 2010

Gustos medievales

¡Qué nos gusta un mercado medieval! Parece que es la solución a todo. ¿Estamos aburridos o con andropausia? ¿Queremos pasar el rato? Pues todos en tropel al mercado medieval. Y yo me pregunto qué tienen de atractivo si son todos iguales. Las hierbas medicinales, las empanadas, las tartas, los trenecitos de madera que forman los nombres de los niños, la bisutería, las almohadas que se calientan en el microondas, los jabones de nogal y esos quesos de tetilla- Siempre es lo mismo, pero tienen un poder hipnótico sobre los cacereños, que acudimos seducidos por los tenderetes, sorprendidos como si nunca hubieran venido a la ciudad. El fin de semana íbamos como piojos en costura por las calles, dándonos empellones unos a otros para ver esas maravillas del medievo. Yo propongo un mercado medieval todos los fines de semana para animar un poco la ciudad tras el palo del 2016. Por cierto, que a Cáceres no hay quien la entienda. Hay sábados que parece el desierto y otros como el pasado en el que coinciden la gala de los Pop Eye, el mercado medieval, varios conciertos y RNE en la Preciosa Sangre. No es normal que pasemos de la sequía cultural a una oferta que no podamos atender. Los mercados medievales están bien, pero creo que son más útiles los encuentros culturales. El Pop Eye demuestra que en provincias se hacen cosas con la misma dignidad que en cualquier capital. Ver a Micky , Cristina Rosenvinge o Aviador Dro en el Gran Teatro es todo un lujo, aunque la gala fuera casi infinita. Aún así, este encuentro musical es mucho mejor que deambular como zombies por un zoco donde me ofrecieron yerbas para mejorar la memoria por tan ´solo´ 25 euros la bolsita. Qué linces. Refrán: En el mercado medieval hay que reponer el arsenal.