martes, 13 de noviembre de 2007

¡CÓMO HA CAMBIADO EL CUENTO, CAPERUCITA!

Cuando yo era pequeño --hace ya casi cuarenta años-- si el profesor te daba un pescozón en la cabeza tus padres te daban otro al llegar a casa. Ahora si un profesor osa insinuar al alumno que no progresa adecuadamente se presentan los padres a pegarle (al profesor).
Y es que el tema de los referentes vitales se ha perdido. El abuelo era un personaje a imitar en sus virtudes. Ahora se les arrincona y minusvalora. Pero lo que me da pánico son los profesores que salen en la tele, en las academias de canto o de modelaje.
Hace pocas fechas vi una de las profesoras de Supermodelo 2007 vestida de cuero negro y con una fusta en la mano. Y mostraba su preocupación porque una de sus pupilas "sólo había dicho una palabrota durante su estancia en la academia". Al parecer, eso era malísimo de la muerte. En mis tiempos, un taco equivalía a un palmetazo o a un tirón de orejas. En el siglo XXI si no dices palabrotas los profesores se preocupan por tu psique.
Pero hay en ese programa unos supermaestros que juzgan el trabajo de esta madame . Son estilistas , asesores de imagen y todas esas sesudas profesiones que como sabemos se estudian en la Universidad. Esos son hilarantes. No saben ni hilvanar una frase tras otra. No se les entiende lo que dicen. Se atropellan unos a otros hablando. Mueven sus manos con ademanes afectados. Creo que solo podían ser profesores de amaneramiento, pero de cultura y hablar en público no tienen ni la más pajolera idea. Y salen en una tele progresista . Refrán: ¡Qué mundo éste señores, sin referentes ni profesores!