martes, 23 de noviembre de 2010

Violencia de género

Violencia es siempre violencia, sin adjetivos ni apellidos. No comprendo ninguna manifestación de la misma. Ningún fin puede justificarse en ella. Y mucho menos emplearse en las relaciones de pareja. Hoy se hace público en la Asamblea de Extremadura un acuerdo marco por la igualdad y contra la violencia de género al que están comprometidos compañeros y medios de comunicación gracias al esfuerzo de las asociaciones de la prensa. El decálogo no deja resquicios de comprensión al violento en las informaciones de malos tratos. Además de facilitar siempre el teléfono de ayuda (016), entre otras acciones, pide que se evite el sensacionalismo y se obvien descripciones morbosas, arrinconando los tópicos. El número de muertes por esta causa se ha convertido en una epidemia cuyas causas se escapan a la comprensión y al raciocinio más elemental. La labor de los medios de comunicación es muy importante, pero creo que el problema es fundamentalmente de educación. Una educación que abandonó hace años el humanismo en aras de los conocimientos técnicos. Tenemos excelentes informáticos y muy pocos referentes éticos y morales. La figura del profesor se ha vituperado, llegándose a la mofa y también a la agresión. Acuerdos contra la violencia hacia las mujeres son un punto de partida importante, pero la ´patata caliente´ está en los centros educativos, en las televisiones que fomentan programas en los que se prima la discusión frente al diálogo, y en la publicidad que aún sigue tomando a la mujer como un objeto de intercambio, sumiso o subordinado al hombre. Podemos conseguirlo. Evitar la violencia en cualquier estadio está en manos de todos. Refrán: Usemos la palabra para que nuestras mentes se abran.