martes, 14 de junio de 2011

Ganadero, una profesión de riesgo

La muerte de importantes ganaderos en lo que va de año me hace plantear que existen profesiones de riesgo que no están catalogadas como tales. Jesús Esperabé de Arteaga , conocido ganadero de Ciudad Rodrigo, fallecía la semana pasada cuando era corneado salvajemente por un novillo inválido al que iba a sacrificar con un arma de fuego por ser inservible para la lidia. Qué paradoja la del cazador cazado, aunque en esta ocasión con funestas consecuencias. A veces, muy pocas veces, gana la naturaleza y el instinto de supervivencia animal. Pero recuerdo que ha habido otras muertes de ganaderos este año: Juan Pedro Domecq , Luis Núñez Moreno de Guerra y su hijo Luis Núñez , todos ellos víctimas del tráfico. Y es que ser ganadero implica desplazamientos constantes a fincas, trasiego y manejo de las reses, actividades que, aunque su peligro es mínimo, siempre entrañan exponerse a un accidente. El último ejemplo de criador de reses bravas y torero que ha sufrido un accidente de tráfico es Ortega Cano , aunque haya mucha tela que cortar en ese asunto, lamentablemente pasto de las hienas de la información del corazón, la que menos corazón demuestra. Conozco, tras estar 20 años cubriendo la Feria de Zafra, a muchos ganaderos. Existen sobre ellos muchos tópicos y algunos los catalogan dentro de lo que podrían llamarse ´señoritos´. Como en todos los tópicos hay algo de verdad y algo de injusticia. He conocido ganaderos más humanos que muchos supuestos servidores de la sociedad. Y al revés: políticos presuntamente preocupados por lo social que eran auténticos ´señoritingos´. Refrán: La mejor usanza, ganadería y labranza