lunes, 29 de enero de 2007

LA INVASIÓN DE LOS PRODUCTOS MILAGRO


Tengo alma de voyeur. Muchas veces me despierto de noche y me dan ganas de poner la televisión. Siento una curiosidad por saber qué contenidos se emiten a las cuatro y media de la mañana, por ejemplo. Me he dado cuenta de que los reyes de esa franja horaria son los programas publicitarios de productos-milagro. Por supuesto, el último grito es el Andropenis. En el espot sale un urólogo que tiene pinta de haberle tocado el título en una tómbola y empieza a hablar de que el tamaño del pene se considera pequeño a partir de 13 centímetros y grande a partir de los 18. Los sudores empiezan ya a caerme por el cuello. Y sale un tío que parece que acaba de venir del Carrefour de acarrear bolsas para su casa y te da la brasa sobre lo mucho que ha cambiado su vida con el cacharro. Cuando explican cómo hay que colocarse el aparatejo yo grito de dolor con solo verlo. Después sale la mujer del muchacho con una sonrisa de oreja a oreja hablando de lo feliz que es desde que su pareja tiene un centímetro más de largo y de ancho... El anuncio acaba diciendo que vivimos en una sociedad fálica. Todo esto se emite mientras un chat recoge anuncios desesperados de contactos como estos:

--Emeritense pasivo busca activo gordito y sin pluma. Abstenerse gente "del ambiente". (¿De qué ambiente habla? ¡Madre mía!)

Entonces ya empiezo a hiperventilar de estupefacción y me paso al siguiente canal, donde la baba de caracol, al parecer, cura todos los males imaginables. Refrán: Si tu verga no da la talla infórmate en la pequeña pantalla

sábado, 27 de enero de 2007

MI NUEVO ACUARIO EMPIEZA A ANDAR


Mi nuevo acuario ya empieza a funcionar. Tiene 100 litros y un filtro profesional oculto en la mesa de soporte. Está decorado con madera de savana y roca volcánica. Las plantas son abubias enanas y alguna variedad de helecho. Pronto añadiré musgo de Java. Los peces son 10 xiphos, 2 plecostomus, 2 guphis machos y una coridora. De momento evolucionan bien. De muestra, estas fotos.


Tuve una mala experiencia con la empresa Aquanatura, de Barcelona. Me enviaron hace más de un año un acuario con un golpe. Dentro de él había material de la tienda, 50 fluorescentes tipo PL, entre otras cosas. Por eso la manipulación fue deficiente y venía con el cristal roto. Querían cobrarme el porte. Gasté un dineral en llamadas a Barcelona. Al final me devolvieron el dinero, tras muchos ruegos.. Reparé el acuario, pero sólo me duró 6 meses. Sólo un consejo: no compreis en Aquanatura.

lunes, 15 de enero de 2007

ALFONSO GUERRA Y EL MUNDO GLOBALIZADO


Este mundo globalizado me gusta cada vez más. Tiene sus ventajas, aunque algunos lo denosten. Hace pocas fechas estaba en Sevilla viendo la película Babel . En ella tres historias que se desarrollan en lugares muy distantes del planeta convergen en un hilo argumental común. Pues curiosamente, en el cine, me pasó un ejemplo de globalización. Mientras tomaba asiento comprobé cómo el señor que estaba delante mía no era otro que ¡Alfonso Guerra ! Yo iba a gritarle aquello de ¡Alfonso, dales caña! , pero como soy muy discreto opté por callarme. Durante la película un señor recibió una llamada al móvil...

--Sí, estoy viendo Babel ... Sí, en Multicines Nervión... Le quedan unos veinte minutos... Está muy bien la película... Sí, con Brat Pit ... No, Angelina Jolie , no sale... La indignación de los asistentes fue creciendo y en un momento determinado sonó la siguiente exclamación:



--¡Cállate!



No puedo asegurarlo pero juraría, por el timbre de voz, que fue el propio Alfonso Guerra quien mandó callar al espectador impertinente. Fue un cállate , seco, profundo, con muy mala leche. Vamos, como Alfonso siempre solía hacer. Aún recuerdo a un mitin al que fui porque cantaba Serrat y en el que la estrella era Alfonso Guerra.



--Ahí la tenéis. ¡Es la Expo 92! Ahí está: para los obreros, para los descamisaos . ¡Y decían los señoritos cortijeros que no iba a haber!



Bueno, las entradas no estaban --a mi parecer-- al alcance de un obrero. Refrán: En este mundo globalizado, cuidado: puedes tener a un político a tu lado .



martes, 9 de enero de 2007

ADICCIONES ABSURDAS QUE DEJARÉ EN EL 2007


Siempre es un mal día para dejar cualquier adicción. Con el comienzo del año todos nos hacemos promesas de abandonar algún hábito malsano. Hace un lustro, yo era adicto a Utabón Adultos . Es un fármaco para cuando tienes la nariz congestionada. Proporciona un alivio instantáneo pero... ay, truhanes de la farmacopea: tiene un efecto llamado rebote y acabas echándote en las napias ese espray constantemente como si fueras un yonki . Lo superé con Flyxonase , que no engancha pero que es sensiblemente más caro. Un 2.000%. Otra adicción que superé en mi juventud fue a la Cocacola. Me costó poco, porque he acabado rebajando el brebaje yanki con alcoholes destilados y no menos adictivos. Lo cierto es que una conocida enóloga extremeña me dijo que la ginebra es una bebida de mujercitas. ¡Vaya por Dios!
Actualmente, he adquirido una adicción por culpa de la tecnología: los mensajes de teléfonos móviles. A mí llamar no me preocupa, pero la pasión por la palabra escrita me lleva a estar enviando y recibiendo mensajes regularmente. Pongo el móvil en modo vibrador y con unas luces que se encienden y se apagan como si fuera una verbena... ¡Qué gustito! Otra adicción es a las compras absurdas de objetos y discos que sólo usas una vez y que acaban en el cajón del olvido. Por lo demás, también soy adicto al jamón ibérico, al queso artesano, a la buena mesa en general y a los amigos que no faltan alrededor de esas adicciones. ¿Podré quitarme de esos vicios? Refrán: Me estoy quitando, ya solo me meto de cuando en cuando .

sábado, 6 de enero de 2007

EMOCIÓN Y EDUCACIÓN SUBIDO A UN AUTOBÚS

De nuevo me toca escribir tras una jornada sin periódico. Por eso pienso que esta columna es de alto riesgo , por la responsabilidad que conlleva ante lectores deseosos de una frase ingeniosa o de un tema visto desde una nueva perspectiva. Lo que sí es peligroso es viajar a Sevilla en el autobús de línea. Estos días tengo que hacerlo y, la verdad, es que se me hace tedioso. Los nuevos tramos de autovías no han ayudado nada a reducir tiempos, porque para en muchas localidades para recoger viajeros. También sucede que en estos días tienen que poner más autobuses de lo habitual, con conductores noveles en la ruta, que dudan, e incluso han tenido que parar para orientarse. Otro añadido de peligrosidad es la soldadesca que sale en masa de los cuarteles. Recuerdo que en Zafra el autobús paró para que tomáramos un bocadillo y hubo un incidente con el camarero de la estación de autobuses. Los soldados, al parecer, se fueron sin pagar alguna vianda y hubo un pequeño conato de pelea.

--Si no os calláis tendré que llamar a la policía y entonces no podremos salir de la estación, dijo el conductor dirigiéndose a los soldados.

Yo suelo ir escuchando música en el mp3, porque ya la concordia entre viajeros se ha perdido y normalmente ni contestan cuando se les pregunta por su destino. En Mérida, antes de llegar, coincidí con Aimara , una chica peruana. Iba a hacer miles de kilómetros y aún así me trató con una educación que yo ya creía desaparecida. Refrán: La educación es proporcional a tu trayecto emocional.