martes, 22 de marzo de 2011

Diario del apocalipsis

La sensación que tengo --y creo que no soy el único-- es que todo se derrumba a mi alrededor: Crisis económica generalizada, guerra, gobiernos inoperantes, estancamiento político, falta de ideas, terremotos y tsumanis por el mundo, accidentes nucleares, una serie sobre Tita Cervera ... En fin, es el auténtico apocalipsis. Y en medio de este río revuelto de fusiones radioactivas tenemos a dictadores como Gadafi masacrando a su propio pueblo en medio del cómplice silencio internacional. Se nos tenía que caer la cara de vergüenza a todos los europeos por nuestra falta de escrúpulos con este sátrapa. Nos engañó a todos haciéndonos ver que estaba derrotado y loco con unas imágenes rocambolesas en un coche destartalado y con un paraguas. ¡Qué ingenuos hemos sido! Abandonamos a su suerte a los rebeldes con un armamento precario pensando que las ganas de democracia les harían derrotar al dictador. La verdad --como vemos-- vuelve a ser la gran víctima de la guerra y de estos tiempos apocalípticos. Gadafi les estuvo dando la del tigre gracias a mercenarios y armas que quizá les hayamos vendido nosotros y los buscará como a ratas bajo las piedras de su país rico en petróleo. Ahora se nos ocurre reaccionar tarde, mal y probablemente con daños colaterales. Al final todo se reduce a una encubierta guerra por las materias primas como el petróleo. Hoy es el Día Internacional del Agua en un mundo donde el acceso a este líquido esencial en óptimas condiciones está reservado a unos pocos. Me da la impresión de que todo va a saltar por los aires en medio de este apocalipsis en el que los vivos envidian a los muertos. Refrán: Perdonadme la elipsis, pero oigo cabalgar a los jinetes del apocalipsis.