martes, 2 de octubre de 2018

Eroski, adiós al ‘rompeprecios’

La inauguración del Centro Comercial Ruta de la Plata fue uno de mis primeros trabajos periodísticos en El Periódico Extremadura. Recuerdo una excelente fotografía de nuestros reporteros gráficos que reflejaba la ‘locura’ que desataba esa gran superficie entre los cacereños, quienes entraban como locos corriendo en pos del supermercado Eroski.

Entonces a Eroski le llamaban la ‘locomotora comercial’ del centro. Ahora que ese tren parece que va camino de vía muerta, viene a mi mente su primer gerente. Se llamaba Chus Condón. Su secretaria antes de que yo entrara a su despacho a entrevistarle me pidió por favor que no le preguntara su apellido. Un tipo singular, sin duda, este Condón, que se especializó en el reparto de folletos de ofertas. Normal, con esa filiación. A Chus, calvo y de mirada algo inquietante, le sucedió Pedro Calderón. Junto a Antonio de Salesanz, un experto en márketing llegado de Jerez de los Caballeros, se propusieron convertir a Eroski en la piedra angular de la ciudad. Y, en cierto modo, lo consiguieron. Calderón era un señor regordete y excesivo que parecía salido de una película española sobre el pelotazo urbanístico. Las cuñas en radio eran constantes y machaconas: «Eroski, Eroski, Eroski… ¡El rrrrrrrompepreciosssss!». Un día en plena fiebre’ eroskiana’ fui a entrevistar a Pedro Calderón y me dijo que «Eroski ya era más famoso en Cáceres que la Virgen de la Montaña». La frase, puro márketing, era un trasunto de la famosa de John Lennon: «Ahora Los Beatles somos más famosos que Jesucristo».

Me apena mucho que desaparezca Eroski de la ciudad, pues durante años ha sido el paisaje habitual de muchos cacereños de la provincia los fines de semana. Es muy triste que la desidia y el abandono hayan relegado al olvido a Eroski. Y lo peor son los puestos de trabajo que se pierden, síntoma de que algo va muy mal en esa ciudad. Refrán: La conciencia es un estorbo en el comercio.