martes, 9 de enero de 2007

ADICCIONES ABSURDAS QUE DEJARÉ EN EL 2007


Siempre es un mal día para dejar cualquier adicción. Con el comienzo del año todos nos hacemos promesas de abandonar algún hábito malsano. Hace un lustro, yo era adicto a Utabón Adultos . Es un fármaco para cuando tienes la nariz congestionada. Proporciona un alivio instantáneo pero... ay, truhanes de la farmacopea: tiene un efecto llamado rebote y acabas echándote en las napias ese espray constantemente como si fueras un yonki . Lo superé con Flyxonase , que no engancha pero que es sensiblemente más caro. Un 2.000%. Otra adicción que superé en mi juventud fue a la Cocacola. Me costó poco, porque he acabado rebajando el brebaje yanki con alcoholes destilados y no menos adictivos. Lo cierto es que una conocida enóloga extremeña me dijo que la ginebra es una bebida de mujercitas. ¡Vaya por Dios!
Actualmente, he adquirido una adicción por culpa de la tecnología: los mensajes de teléfonos móviles. A mí llamar no me preocupa, pero la pasión por la palabra escrita me lleva a estar enviando y recibiendo mensajes regularmente. Pongo el móvil en modo vibrador y con unas luces que se encienden y se apagan como si fuera una verbena... ¡Qué gustito! Otra adicción es a las compras absurdas de objetos y discos que sólo usas una vez y que acaban en el cajón del olvido. Por lo demás, también soy adicto al jamón ibérico, al queso artesano, a la buena mesa en general y a los amigos que no faltan alrededor de esas adicciones. ¿Podré quitarme de esos vicios? Refrán: Me estoy quitando, ya solo me meto de cuando en cuando .