jueves, 22 de enero de 2015

La infidelidad se corta por lo sano dos veces

Ya conocen ustedes mi querencia por la cultura oriental. En muchas ocasiones he comentado alguno de los teletipos que se reciben en la redacción procedentes de China y que me resultan curiosos. Vuelvo a la carga. Una mujer ha cercenado dos veces el pene de su marido: Lo hizo una vez y cuando se lo reimplantaron se coló en el hospital y se lo volvió a cortar. En esta segunda ocasión lo arrojó por la ventana y no ha podido ser encontrado. Imitó sin duda a Lorena Bobbitt . ¿Qué ha sucedido para tan irracional actitud? Al parecer Fan Lung --la víctima-- se dedicaba a enviar mensajes eróticos a su amante de 21 años, Zhang Hung, a espaldas de su señora. Para ello empleaba el teléfono móvil de su mujer, Feng , borrando después los mensajes. Pero se olvidó cerrar la cuenta con la que los enviaba y su pareja descubrió la horrible verdad. Aprovechando que estaba dormido cortó el pene a su marido. Duele solo de imaginarlo. Cuando éste se recuperaba en el hospital de la operación de reimplante del miembro viril, la mujer se coló en la habitación y usando unas tijeras le cortó de nuevo su pene. Qué pena. Llueve sobre mojado. La policía no encontró la pilila del marido infiel, que tuvo que ser operado de nuevo y que se encuentra "en un estado emocional perturbado". Uf. Yo en su lugar no me llegaría si quiera la camisa al cuerpo. Afortunadamente, en esta historia triunfa el amor, y la amante del hombre cercenado asegura que acabará casándose con él y que no le importa no tener hijos. Madre mía, qué dolor.Refrán: Tiene nombres mil el miembro viril (Leonardo Dantés).