martes, 5 de enero de 2010

Carta a los Reyes Magos

La verdad es que me sorprendo escribiendo a unos Reyes --siendo republicano y por muy Magos que sean--, pero estas contradicciones son habituales en España. La carta a los Reyes Magos es uno de los ejercicios de redacción más importantes y trascendentes del año. Hacía tiempo que no me sentaba a hacerla. La creo muy necesaria en estos tiempos que corren. La escribo tarde, pero tengo grandes esperanzas de que se concedan las gracias solicitadas. Quisiera despertarme mañana en un mundo sin crisis económica; al menos en un planeta en el que las cosas estén bien repartidas y en el que los de abajo no acaben siempre pagando los platos rotos y desaguisados de los poderosos, de los plutócratas que se lo han llevado calentito durante el tiempo de bonanza. Con esto ya estaría satisfecho. Aunque me gustaría que mañana el mundo se pusiera por fin de acuerdo en cuidarse a sí mismo, y que las grandes compañías no estén contaminando por un lado y por otro poniendo en marcha programas de responsabilidad social corporativa. Desearía que nada pudiera justificar la muerte de nadie, ni ningún tipo de violencia, ni atentados con un tipo con explosivos adosados a su cuerpo. Quisiera que nadie matara en nombre de Cristo, Alá o cualquiera de sus variantes monoteístas o politeístas. Sería muy bonito que este año no hubiera ninguna muerte por violencia de género o ´doméstica´. Y sería estupendo ver a los cooperantes españoles secuestrados volviendo a su vida urbanita y aburrida, con la sensación de que todo ha sido tan sólo un mal sueño. Refrán: El día de la Epifanía se ven las estrellas al mediodía .