martes, 8 de marzo de 2016

Tiempo de pactos domésticos

A mí esto de pactar se me da muy mal. Está bien en el ámbito de la política, pero en el día a día de una pareja la técnica del diálogo constante con pequeños acuerdos puntuales siempre me ha ido muy bien... Hasta ahora, pues mi pareja se ha fijado en lo que pasa en el Congreso y se le ha ocurrido plantearme la convivencia matrimonial como una legislatura política, con mociones de censura, plenos de investidura y turnos de réplica como mecanismos democráticos. Así, me ha dicho que para una pareja sea sólida hace falta llegar a un pacto de legislatura con una serie de acuerdos de mínimos. O sea, decidir ya para los próximos cuatro años las vacaciones, las visitas regladas a la familia política y los turnos alternos de fin de semana con los amigos de cada uno. "Imposible a todas luces", le contesto desde el atril. Le argumento que necesito al menos de su abstención en mi investidura como miembro de pleno derecho de la pareja, lo que me garantizaría al menos sacar adelante una hoja de ruta, que no incluiría las visitas a los suegros ni las vacaciones, pero sí el reparto de las tareas domésticas menos agradables. Es decir: los platos siempre los fregaré yo y los sábados me comprometo a pasar la aspiradora. Insuficiente, para su gusto, pues quiere que la hoja de ruta incluya la limpieza del baño. "Bueno, todo es negociable", digo condescendiente. Para darle más consistencia al tema he llegado a un pacto de investidura con la gata, que creo que también tendrá algo que decir en todo este embrollo, pero no me alcanza para lograr la mayoría absoluta. Además no me fío de ella pues ya conocemos lo volubles que son los felinos con los quorum. "No llegas a presidente", me dice ella con tono jocoso y añade: "Habrá que repetir elecciones o cambiar candidatos". A mí eso me llena de pavor y empiezo a buscar aliados por los rincones. Ya he arengado a los peces del acuario, pero han decidido mantener el pacto de no agresión con la gata, que les funciona muy bien. De momento, todo apunta a que habrá nuevos comicios. No paso de presidenciable. Siempre gana la primera dama. Así es la nueva democracia doméstica. Refrán: La política hace extraños compañeros de cama.