martes, 5 de diciembre de 2017

La ‘conexión pueblo’

La ‘conexión pueblo’ es un fenómeno paranormal que llevo observando desde hace unos años, concretamente desde que me casé. Se trata de una circunstancia sorprendente, casi mágica, de la que es protagonista mi señora, natural de Garrovillas de Alconétar. La llamada ‘conexión pueblo’ sucede como sigue: Cada vez que saludamos a un nuevo amigo o nos presentan a un desconocido éste siempre acaba teniendo relación con el pueblo de mi mujer. Pero siempre, siempre. Palabrita de la buena.

Y ella simplemente lanza al azar un par de nombres o varios motes... para que el interlocutor o interlocutora acabe reconociendo en la mayoría de las ocasiones que conoce a alguien de ese noble enclave extremeño de mis entretelas y las suyas. E incluso que algún familiar suyo hunde allí sus orígenes o residencia habitual u ocasional. La apoteosis sucede cuando él mismo reconoce que es de allí o que sus padres o hermanos lo son. Entonces hay fiesta.

A mí, al principio me parecía una mera coincidencia, pero con el paso del tiempo se ha convertido en un misterio que ni Iker Jiménez puede explicar.

Y no sólo nos encontramos a garrovillamos en Extremadura o en el territorio nacional. Recuerdo una vez visitando Kusadasi (Turquía) la antigua biblioteca de Éfeso hablando con unos viajeros españoles también apareció la ‘conexión pueblo’. Y me han contado de un garrovillano que fue a ver las pirámides de Egipto y se encontró a un paisano en Abu Simbel. Milagro.

Garrovillanos viajeros ilustres los ha habido a porrillo. Documentados están los del segundo viaje de Colón: Alonso Bravo (escudero) y Francisco de las Garrovillas (clérigo). Quizá debido a este último las ‘Altagracias’ pueblan las Américas. Porque la patrona de Garrovillas de Alconétar lo es también de República Dominicana, amén de otros enclaves en Argentina, Nicaragua y Venezuela. En La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa la Virgen de Altagracia es citada con profusión. ¡Dios mío la conexión pueblo otra vez!