martes, 11 de enero de 2011

Diego Parra

Dice un viejo axioma periodístico que las columnas de opinión no deben utilizarse para comentar temas personales. Yo me lo voy a saltar hoy a la torera porque también hay otro aforismo que dice que el informador es noticia cuando nos deja. Quiero recordar a Diego Parra , corresponsal de este periódico en Malpartida de Cáceres cuando no existían los correos electrónicos, ni los gabinetes de prensa, ni las cámaras digitales. Nos dejó en vísperas de Reyes Magos. El era de los últimos referentes de una forma de hacer información, más artesanal, pero más pegada a la gente. Era un amante de su tierra, a la que siempre defendió y divulgó sus tesoros. A veces la pasión que ponía en todo le hacía ver la realidad desde un punto de vista muy personal y eso le acarreó algún disgusto. Pero la única intención que le movía era la defensa de su pueblo. El fue un informador pegado al rum-rum diario malpartideño de su radio, de noticias escritas en vieja máquina de escribir, de crónica deportiva a pie de cancha. Y hasta le plantaba cara al poder si era necesario. Un crack. Con él se va parte de la historia de EL PERIODICO EXTREMADURA.

Pero además de la dimensión periodística está una más importante, al menos para mí: la humana. Diego Parra era un colaborador dispuesto a todo. Recuerdo una serie estupenda sobre los pueblos de la provincia, que recorrió uno a uno. Eso le daba para escribir libros, la mayoría autoeditados y autofinanciados. Su nombre debería formar parte del callejero malpartideño. No soy objetivo pidiendo esto y tampoco pretendo serlo. Refrán: El amigo Diego Parra ya soltó sus amarras .