martes, 23 de febrero de 2010

Peregrinos

No sé dónde estarán ahora Víctor y Genoveva . Quizá ya andarán por Casar de Cáceres o más al norte cuando se publiquen estas líneas. Nos abordaron el pasado domingo, mientras caía una fina lluvia en la cacereña calle Muñoz Chaves. Decían que les habían robado el dinero, el móvil y todo lo que tenían en una riñonera. Eran peregrinos del Camino de Santiago. Aunque él era gallego y ella andaluza, habían partido andando desde Utrera. Ya habían estado en Zafra y Villafranca. Nos contaron su periplo. Nos enseñaron el parte de denuncia del robo. Era festivo. Sin bancos, sin comercios apenas. Sin paraguas. Sin posibilidad de llamar a un familiar para que envíe dinero. Su historia, además, era creíble. No tenían dinero para pagar el albergue donde estaban y buscaban otro de peregrinos en el que resguardarse de la lluvia y poder tomar fuerzas. Estaban vestidos con ropa de montaña, anoraks y zapatillas de deporte. Muchas veces cuando me abordan por la calle suelo ser reticente con algunas de estas historias fabulosas, pero en ese caso les orientamos y ayudamos para encontrar refugio.

¿Cuántas veces hemos estado solos en el largo y tortuoso camino de la vida? ¿Cuántas veces real o metafóricamente la lluvia o el dolor nos han calado hasta los huesos? ¿Y cuántas veces nos hubiera gustado que alguien al lado nos dijera solamente "pasa y entra que la tarde está cayendo"? Deseo fervientemente que estos peregrinos y todos los que lo somos en la vida lleguemos a nuestro destino. Más grandes, más generosos, más humanos por dentro y por fuera. Refrán: El buen vino resucita al peregrino.

martes, 16 de febrero de 2010

Mayores con reparos

Hoy no se acuerda casi nadie de la férrea clasificación moral que hace tres o cuatro décadas se empleaba para la exhibición de películas en salas cinematográficas. Incluso recuerdo que hubo un tiempo en el que de algunos filmes se decía que eran "para mayores con reparos". Yo siempre me pregunté qué eran esos reparos. Eran reparos morales. El censor decía con eso: ojo esto no es recomendable ni siquiera para adultos. Esto viene a colación porque en Italia la película Paranormal Activity ha provocado ataques de pánico y taquicardias en algunos espectadores. Está clasificada ´para todos los públicos´ como si de un episodio de La abeja Maya se tratara. En EEUU la película está prohibida a menores de 17 si no van acompañados. En Reino Unido prohibida a los 15 años, frente a los 16 de Holanda y Alemania. En fin, criterios dispares. No me gustan nada los censores, pero creo que hemos entrado en una espiral del ´todo vale´ con tal de llenar las salas de público.

Recuerdo en la época del destape haber ido al Imperial de Sevilla con mi padre a ver Jesucristo Superestar . Llegamos antes de que acabara la primera sesión, que era porno. Tiempos de programa doble. Invitaron a mi padre a ver el final de la película X. Mientras, yo debía permanecer en los pasillos. El se negó en redondo. Y nos quedamos los dos sin mirarnos, sentados en el hall, con cara de circunstancia, mientras retumbaban en las paredes del viejo teatro los gemidos levemente perceptibles de la apoteosis final de Emmanuelle Negra . Ahora creo que esta peli es apta hasta para preescolares y niños de pecho. Refrán: Si en un cine hay fuego: humo.

martes, 9 de febrero de 2010

Cordón de san Blas

San Blas, patrón de los laringólogos y protector ante las enfermedades de la garganta, es un santo que me gusta especialmente. En realidad, me agradan todos aquellos que ofrecen alivio para un mal en concreto. Así no se reza ´al buen tuntún´. Este fin de semana me han anudado al cuello otra vez el colorido cordón de san Blas dado el éxito obtenido el año pasado. Y yo lo recibo con agrado. Mi tía-abuela Carmela cuando me veía toser decía: "¡San Blas, san Blas!". Por cierto, que este santo era médico y que su fama viene porque salvó a un niño que se clavó una espina de pescado en la garganta. Ahí es nada.
El sábado asistí a la procesión de san Blas en Garrovillas de Alconétar, con su imagen llena de cordones bendecidos, la multitud de serranas acompañándole y la famosa salida de la vaca-romera al final, dispersando la concentración. Esta vaca no es más que un preámbulo carnavalero, parecido al de la vaca-tora de Acehúche en las Carantoñas. Pero bueno, cualquier antropólogo podría hacer un análisis más profundo que el mío. En Extremadura hay fiestas para aburrirse dignas de tesis o al menos de un estudio a fondo.
Ahora luzco el cordón al cuello con la esperanza de ahuyentar la faringitis todo el invierno. Aunque como fin de fiesta de la jornada me fumé un purito de esos pequeños y me levanté con la garganta fatal. Parece que san Blas a los fumadores ocasionales no les protege, así que seguiré compatibilizando el cordón con la bufanda y la moderación, algo más científico. Por cierto, que la tradición dice que hay que esperar a que se caiga solo para que surta efecto. Me veo dando tironcitos al cordón los próximos meses. Refrán: Por san Blas la higuera plantarás e higos comerás.