martes, 16 de octubre de 2012

Guitarra y voz


Simplemente con guitarra y voz pueden lograrse resultados sorprendentes. Así lo demostró Amancio Prada en el Gran Teatro de Cáceres el pasado viernes. La desnudez de la puesta en escena --sin músicos, en un escenario totalmente negro-- no se debe a los rigores de la crisis, sino a que sólo los artistas que realmente lo son saben conectar con el corazón de la gente con tan pocos elementos. Parece que ya los cantautores no tienen su espacio en la foto actual, pero creo que ahora se están haciendo más necesarios que nunca. Quizá no sea Amancio Prada, pero estoy seguro de que en el humus de este descontento brotará alguien con una canción que sea el resorte para movernos de nuestra molicie y pasividad ante la crisis. El del viernes fue un concierto muy íntimo, con una entrada de público discreta, pero su repaso a los libertarios, a poetas anarquistas, contando los entresijos de unas vidas conforme a sus ideas, fue muy reconfortante para el público. La cultura no es un artículo de lujo sino un arma que cuando pone en marcha sus resortes es muy eficaz. Lástima que solo unos pocos como Amancio Prada sepan utilizarla con acierto. No muy lejos en mensaje, aunque sí en formas y público, el concierto de Extremoduro al día siguiente llevó el lenguaje transgresor de Robe Iniesta a sus miles de seguidores. Cultura de alto consumo. También guitarra y voz para hacer mover a las conciencias. Dos conciertos con públicos opuestos pero respuestas similares ante la situación actual. Hay que hacer algo pronto porque de otra forma la cultura será en breve un coto cerrado a unos pocos. Refrán: Libro en el estante y guitarra en el rincón no hacen ningún son.