martes, 29 de marzo de 2016

Al calvario se va por Idomeni

No se engañen. Al Calvario no se llega gracias a un éxtasis místico. Se va por Idomeni, Moria o Kara Tepé, en Grecia. Mientras nosotros en nuestro primer mundo hemos contemplado la recreación de la Pasión de Cristo cómodamente estos días, en esos campos de la vergüenza los refugiados han pasado a tener estatus de 'detenidos'. Esto sucede en la civilizada Europa, la del milagro de un estado del bienestar que se ha eliminado de un plumazo ante el aplauso general. Ellos sí que van camino del Calvario, pero es aún peor que eso, porque cada mañana se levantan con la incertidumbre de no saber qué va a pasar y con la esperanza de que las fronteras se abran y puedan acceder a una tierra prometida pero vapuleada por la crisis económica. Nosotros --grandes fariseos-- nos lavamos las manos como Pilatos ante tanto inocente que no tiene ni techo ni pan que llevarse a la boca. La UE ha decidido expulsar a Turquía a todos los refugiados que lleguen a Grecia. A cambio de esta ignominia inyecta dinero a ese país y le promete agilizar su pertenencia a este selecto club que es la UE. Una decisión a todas luces inmoral, pero también de muy dudosa legalidad.

No me gusta llamarlos 'refugiados'. Para mí son 'migrantes a la fuerza'. Han tenido que dejar sus países por una guerra en Siria, Afganistán e Irak, como son todas las guerras: espantosa y cruel con los débiles.

Y nosotros nos preocupamos de nuestras pequeñas miserias de cada día, cuando en Idomeni empiezan las enfermedades, los niños con diarrea, los abuelos en condiciones de higiene mínimas y los padres no tienen que llevarle a sus hijos ni un mendrugo de pan.


Al Calvario, en esta Europa tibia y descorazonada, van todos los días miles de personas en busca de una vida digna, al igual que la buscamos nosotros, dignidad que poco a poco hemos ido perdiendo, especialmente nuestros representantes, incapaces de ponerse de acuerdo en lo más básico. Siento una vergüenza infinita. ¿Hasta cuándo continuará este vía crucis? Refrán: En tiempo de guerra, mentiras por mar y por tierra.

martes, 15 de marzo de 2016

Martin ¿quinto, sexto o séptimo Beatle?

La semana pasada falleció a los 90 años sir George Henry Martin , un productor y músico británico que muchos consideraban el verdadero talento de los Beatles o al menos su descubridor. De hecho, se le llama el 'quinto Beatle', pero el problema es que también se conoce con esta denominación a Billy Preston , teclista y miembro de facto de la banda en los últimos años, y a Brian Epstein , un hombre de negocios británico que estuvo en la sombra, pero al que también se le hace responsable del éxito de la mítica formación de Liverpool gracias a las nuevas formas de marketing que utilizó. Por todo ello, yo le pongo a George Martin en el número siete, pero para gustos y clasificaciones los colores. Hijo de una familia modesta, siempre con buen humor y aire de caballero inglés, Martin produjo 205 temas para los Beatles y colocó 30 sencillos en el número uno de las listas británicas y 23 en las de EEUU. Tocaba el piano y el oboe y su hijo Giles es actualmente director de orquesta. El gran acierto Martin fue descubrir la frescura que sumaban estos chicos que habían sido rechazados por otras discográficas y que él potenció supervisando codo con codo las grabaciones. Fue el 'pegamento Beatle'. De hecho tuvo un papel clave en la sustitución de Pete Best por Ringo Starr en los inicios de la banda. Una decisión providencial, pues fue el más divertido de sus miembros. Era además ingeniero de sonido y experimentó con fórmulas de grabación novedosas entonces y que ahora son consideradas clásicas. Pero no sólo con The Beatles logró éxitos. También estuvo en las bambalinas de artistas como Elton John . Con él grabó Candle in the wind, del que se vendieron 37 millones de copias. En el despiadado mundo de la música donde el talento no siempre lo más valorado, se echan en falta profesionales con el entusiasmo de George Martin, capaces de estar en la sombra pero ser la piedra angular de un milagro llamado éxito. Refrán: No es sabio el que sabe donde está el tesoro, sino el que trabaja y lo saca.

martes, 8 de marzo de 2016

Tiempo de pactos domésticos

A mí esto de pactar se me da muy mal. Está bien en el ámbito de la política, pero en el día a día de una pareja la técnica del diálogo constante con pequeños acuerdos puntuales siempre me ha ido muy bien... Hasta ahora, pues mi pareja se ha fijado en lo que pasa en el Congreso y se le ha ocurrido plantearme la convivencia matrimonial como una legislatura política, con mociones de censura, plenos de investidura y turnos de réplica como mecanismos democráticos. Así, me ha dicho que para una pareja sea sólida hace falta llegar a un pacto de legislatura con una serie de acuerdos de mínimos. O sea, decidir ya para los próximos cuatro años las vacaciones, las visitas regladas a la familia política y los turnos alternos de fin de semana con los amigos de cada uno. "Imposible a todas luces", le contesto desde el atril. Le argumento que necesito al menos de su abstención en mi investidura como miembro de pleno derecho de la pareja, lo que me garantizaría al menos sacar adelante una hoja de ruta, que no incluiría las visitas a los suegros ni las vacaciones, pero sí el reparto de las tareas domésticas menos agradables. Es decir: los platos siempre los fregaré yo y los sábados me comprometo a pasar la aspiradora. Insuficiente, para su gusto, pues quiere que la hoja de ruta incluya la limpieza del baño. "Bueno, todo es negociable", digo condescendiente. Para darle más consistencia al tema he llegado a un pacto de investidura con la gata, que creo que también tendrá algo que decir en todo este embrollo, pero no me alcanza para lograr la mayoría absoluta. Además no me fío de ella pues ya conocemos lo volubles que son los felinos con los quorum. "No llegas a presidente", me dice ella con tono jocoso y añade: "Habrá que repetir elecciones o cambiar candidatos". A mí eso me llena de pavor y empiezo a buscar aliados por los rincones. Ya he arengado a los peces del acuario, pero han decidido mantener el pacto de no agresión con la gata, que les funciona muy bien. De momento, todo apunta a que habrá nuevos comicios. No paso de presidenciable. Siempre gana la primera dama. Así es la nueva democracia doméstica. Refrán: La política hace extraños compañeros de cama.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Abusos e impunidad

Más de mil personas denuncian haber sido víctimas de abusos sexuales por el clero belga en los últimos cuatro años. Dos antiguos alumnos de la escuela Maristas de Sants-Les Corts ratificaron hace unos días las agresiones sexuales a las que presuntamente los sometió su exprofesor. Ya van 17 denuncias. Afloran nuevos testimonios. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social suspende de empleo y sueldo a un trabajador del CETI de Melilla por un presunto intento de abusos sexuales y malos tratos a residentes de este centro de internamiento de inmigrantes. Les prometía trato de favor si accedían a sus requerimientos. ¿Dónde nos hemos equivocado? ¿En qué momento de la educación ha habido una fractura tan brutal para que se sigan produciendo estos hechos? No me vale que me digan que se trata de hechos aislados por parte de individuos al margen de la sociedad. Normalmente suelen estar protagonizados por personas con formación, estudios y trabajos fijos. Las víctimas suelen tener secuelas de por vida. Y si no me creen, solo basta con seguir el caso de un profesor de kárate de Tenerife condenado recientemente por violar a un niño de nueve años y distribuir pornografía infantil en internet de menores, incluso bebés. Al muchacho lo amenazó con un palo de madera. Ahora el niño sufre secuelas psiquiátricas permanentes. Y suma y sigue. Las agencias de noticias todos los días inundan las redacciones con este tipo de noticias, de tal manera que ya ni siquiera lo son. En ocasiones hasta yo mismo he sentido una profunda incredulidad ante la gravedad de los hechos. Desgraciadamente, nada más lejos de la realidad. El ser humano es capaz de alcanzar las más sublimes metas pero también de estos abyectos crímenes. ¿Podrá la educación salvarnos de esta plaga? ¿Cómo evitar poner a los lobos a cuidar de los corderos si vemos que en muchas ocasiones los abusadores eran los propios maestros o cuidadores? Refrán: Entre usar y abusar, hay el canto de un real.