martes, 2 de enero de 2018

Las trampas de internet para periodistas

Acabo de leer Tengo a papá, un relato a tres voces de las últimas horas del comandante Che Guevara escrito por J.J. Benítez. Un trabajo de documentación, como siempre, exhaustivo y minucioso, que bebe en varias fuentes informativas para acercarnos un relato lo más fidedigno posible. A través de tres testimonios redactados en primera persona -de un agente de la CIA, otro de la inteligencia boliviana, y de uno de los guerrilleros que acompañaron al Che en su última aventura- Benítez ofrece una visión desmitificadora del revolucionario, a quien se presenta como visionario, alucinado, ególatra y narcisista, al menos en esa última etapa de la lucha guerrillera en Bolivia.

Todo perfecto pero… hay un error grave en las páginas de huecograbado (soy así de antiguo y las llamo así) del libro. Y es una fotografía en la que aparece John Lennon tocando la guitarra con Che Guevara. El pie de foto señala que Lennon había declarado que el guerrillero no tenía oído musical. Curiosamente es de las pocas fotos que no están firmadas en el libro. En realidad, jamás se produjo ese encuentro (que muchos quisieran) entre el músico y el revolucionario. La imagen es un fake, una noticia falsa que hace años se publicó en internet y en la que es fácil caer, quizá por el deseo romántico de que ese encuentro se produjera. La foto se tomó en 1972. Che murió en 1967. El músico de sesión con el que Lennon aparece es Wayne Tex Gabriel, a quien se ha cortado la cabeza y pegado la del guerrillero argentino.


No culpo a J.J. Benítez por el error. Me huele a que esas páginas han sido confeccionadas en la editorial y él no tenga nada que ver. Ni siquiera habla de ese asunto en el texto del libro. Me apena que un trabajo periodístico tan bueno quede ensombrecido por ese desliz. Internet está lleno de trampas, y los periodistas y editores podemos caer con facilidad en estas celadas de la era de la postverdad. Pido que en sucesivas ediciones se elimine la imagen y el pie de foto. Refrán: El revolucionario verdadero está guiado por verdaderos sentimientos de amor (Che).