martes, 27 de mayo de 2014

La historia del mundo se escribe a máquina

Creo que pertenezco a la última generación que escribió a máquina, con aquellos artefactos que hacían un sonido romántico y añorado. Cuando empecé en la universidad ya se llevaban las máquinas eléctricas, que fueron sustituidas rápidamente por los ordenadores. En EL PERIODICO EXTREMADURA los más veteranos me han hablado de cuando escribían sus originales a máquina y después los pasaban a un linotipista para que hiciera la galerada que se ataba con hilo de bramante. Probablemente esto a ustedes les sonará a chino, pero hubo un tiempo en el que las Underwood o las Olivetti echaban humo en las empresas. Los cursos de mecanografía para 'aprender a utilizar los diez dedos' eran habituales. Con los ordenadores hemos ganado en rapidez, pero hemos perdido lo mágico del percutir las teclas en el papel sobre el rodillo. Era una forma de ver la vida, como la de la familia Sirvent de Vigo, cuyo negocio ha unido a cinco hermanos. El padre puso un taller de reparación en los años cuarenta. Desde entonces han realizado el acopio de máquinas de escribir hasta lograr una de las mayores colecciones del mundo, con 3.500 unidades. No lo les ha movido el afán coleccionista sino el cariño hacia unas máquinas que, por ejemplo, facilitaron la incorporación de la mujer al mundo laboral. Entre las joyas de la colección están una Malling Hansen (1867) o una Type Writer de Scholes&Glidden (1873). Ahora tienen una tienda de muebles. Ya no se fabrican máquinas de escribir, pero creo que nos hemos dejado algo importante en el camino. Refrán: Sin aceite no anda la máquina.

martes, 20 de mayo de 2014

Dos tontos muy tontos

Rafael Alberti tituló un poemario suyo Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos , en un homenaje al cine. Siempre he sostenido que la realidad supera la ficción. Después de lo que ha sucedido en Kémerovo, al sur de Siberia, ya no tengo ninguna duda. Dos vecinos de un pueblo siberiano se han cortado una oreja cada uno para pagar una apuesta. Al parecer durante una fiesta en el domicilio de uno de ellos decidieron medir fuerzas con un pulso. Antes del pulso convinieron que el perdedor se cortaría una oreja. ¡Qué feliz idea, imitar a Van Gogh! Imagino que en estos tiempos de penuria como no tenían dinero que jugarse decidieron recurrir a un crédito tipo El Mercader de Venecia . Cuando acabó la prueba, el perdedor impugnó la victoria de su oponente, tras lo que empezó una discusión. El pulso volvió a repetirse, ganando quien había perdido en la que podríamos denominar 'primera vuelta'. Ambos, tras una larga deliberación, decidieron cortarse una oreja cada uno, puesto que habían empatado. Según la policía, uno se cortó totalmente la oreja mientras que otro lo hizo a la mitad. Y es que hasta entre los tontos hay diversos grados de estulticia. Esto me recuerda a un capítulo de El español y los siete pecados capitales , de Fernando Díaz-Plaja, concretamente el referente a la envidia. Un rey decide darle a uno de sus nobles todo lo que le pida, pero le advierte de que le dará el doble a un noble rival. El primero --que podía haber pedido riquezas-- decide cortarse una pierna y sacarse un ojo para así dejar ciego y tullido a su oponente. Así somos, qué le vamos a hacer. Refrán: La envidia es serpiente que al que la abriga le muerde.

lunes, 12 de mayo de 2014

La querencia de Iker Jiménez por el terruño

Sigo a Iker Jiménez desde su aparición en la revista Enigmas bajo la tutela del doctor (y mentor) Fernando Jiménez del Oso . Tuvo la osadía hace ya muchos años de hacer un suplemento en formato periódico sobre todo lo relacionado con el misterio: Enigmas Express. Pertenece a una hornada de periodistas formados en la facultad (aunque para él fuera sólo un trámite) que abordan estos temas, tan denostados por algunos, pero a los que él ha sabido darles un nuevo tratamiento. Y lo que más me sorprende de Iker --con sus luces y sus sombras-- es su interés por Extremadura, que practica desde sus primeros trabajos. La madrugada del sábado 31 de mayo al 1 de junio hará su programa de radio desde el anfiteatro romano de Mérida. Gran idea, porque nada mejor que ese recinto bimilenario y mágico para tratar el misterio bajo las estrellas. Las entradas --gratis-- se agotaron ayer en un minuto. En Milenio 3 ya ha recordado grandes casos, como el de la cacereña Mónica Nieto , la paragnosta más importante de todos los tiempos en nuestro país, solo comparable al mítico Uri Geller y que desapareció del foco mediático para dedicarse a la sanación de forma discreta. Los ovnis en las Hurdes y Valencia de Alcántara, la extraña estela romana de Casar de Cáceres o el humanoide de Talavera la Real son sólo algunos de los casos que trata periódicamente. ¿Es Extremadura la que persigue al periodista o es el investigador quien tiene esta querencia al terruño? No lo sé. Sin duda algo tiene esta tierra que atrae a todo el que pone un pie en ella. Y ese es el verdadero misterio, más allá de sus ovnis y aparecidos. Refrán: La vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido.

martes, 6 de mayo de 2014

Pablo Guerrero y Las letras de Morella

Pablo Guerrero es uno de esos casos sorprendentes en los que la altura poética de las letras de sus canciones las convierte en auténticos himnos. Sus textos son verdaderos poemas, cosa que no puede decirse de la mayoría de los cantantes de ahora. Pero es que sus poemas --los nacidos exclusivamente para la experiencia poética-- son versos excepcionales. Si en vez de haber nacido --para su suerte-- en Esparragosa de Lares, Pablo hubiera venido al mundo en Brooklyn o en Londres estaría entre los grandes músicos-poetas del siglo XX como Bob Dylan o Leonard Cohen . Su último libro Las letras de Morella (De la Luna Libros) es todo un hallazgo, un libro de viaje y poesía con la pasión por la tierra como telón de fondo. Pablo Guerrero ha encontrado el formato poético en el que se siente a gusto, con un relato en primera persona y con las querencias telúricas del ser humano entretejidas con sabiduría, sin pedantería, sin artificios, en las que la naturaleza y especialmente el agua lo inunda todo en este paseo por el Maestrazgo aragonés. Ahora, cuando su voz aparece tamizada por el paso de los años, la palabra poética de este extremeño que luchó por las libertades en este país, cobra más importancia que nunca. Pablo Guerrero está por encima de reconocimientos trasnochados. Es un poeta que debería estudiarse a fondo y aparecer en los anales de la literatura nacional. Sin embargo en este país en el que todo lo reduce a un cliché solo nos acordamos de Pablo Guerrero como 'cantautor de la transición', cuando es un completo poeta universal. Refrán: Más valen pocos comprometidos, que muchos por compromiso.