martes, 2 de noviembre de 2010

Cámaras digitales

Recuerdo cuando llevar una cámara de fotos encima era sinónimo de portar una pesada carga. Hace no muchos años eran incómodas y complicadas. Hoy la tecnología ha hecho posible que todos podamos ser reporteros gráficos en cualquier momento. Los teléfonos móviles, por malos que sean, están todos provistos de una cámara de fotos y vídeo con la que inmortalizar cada momento. Rememoro el cuerpo del papa Juan Pablo II siendo fotografiado por miles de cámaras y móviles a la vez durante su entierro. Y es que ahora en cuestión de segundos una fotografía puede recorrer el mundo a través de internet. El mundo interconectado está comenzando a ser realidad, aunque en esta preconizada aldea global haya deficiencias y lagunas.

Lo curioso es que esta posibilidad gráfica no se está empleando mucho como método de denuncia y sí para el plano lúdico. En Madrid, hordas de adolescentes recorren las discotecas para hacerse fotos con los famosos de turno. A mí siempre me ha parecido antinatural tener una foto con alguien con el que apenas has cruzado unas palabras por muy habitual de la televisión y del papel cuché que sea. Ya lo de los autógrafos está pasado y hay profesionales de la caza de la imagen del famoso. Yo propongo utilizar los móviles y las ventajas de esta tecnología para llenar las páginas de los periódicos con fotos-denuncia. Seguro que todos tenemos en mente algún ejemplo de alguna injusticia, algún jardín arrasado o loco rayando algún coche. Pongámonos manos a la cámara, ojo, sin caer en la caza de brujas. Refrán: Ojos que no ven, corazón que no siente.

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