miércoles, 29 de diciembre de 2010

Santos Inocentes

Hoy es el día de los Santos Inocentes. Amén de las consabidas bromas y noticias falsas que a veces pueblan periódicos y noticieros este día, me pregunto quiénes son los auténticos Santos Inocentes hoy en día. No es difícil toparse con ellos. Mientras para unos el principal problema de estas fiestas es encontrar un digestivo con el que curarse de los atracones, otros no tienen con qué llenar sus estómagos vacíos a diario. Estamos en una sociedad de contrastes extremos que no nos prepara para la frustración. Tras el paso de Papá Noel, los Reyes Magos caminan inexorables a los domicilios de miles de niños donde dejarán regalos carísimos y espectaculares. La tecnología ha reemplazado al juguete de siempre. Obsequios en los que el niño es un mero espectador, pasivo ante la pirotecnia visual y violencia que se despliega ante sus ojos. Frente a ellos miles de niños que ni siquiera tendrán carbón de azúcar que llevarse a la boca, que son explotados realizando trabajos impropios de su edad, o que son soldados en guerrillas.
En este tercer año triunfal de la crisis económica creo que los auténticos Santos Inocentes somos todos los ciudadanos que hemos creído en el estado del bienestar y que ahora hacemos encajes de bolillos para llegar a fin de mes. Confíamos en la clase política y ésta no ha sabido encajar los zarpazos de la adversidad económica. Estamos inmersos en una completa anomia. Hemos sido unos ingenuos por confiar en una tranquilidad y estabilidad completamente ficticias. Ahora el desastre es irreparable. Refrán: Por los Santos inocentes, todos mienten.

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